Barruntos de tempestad amenazan, otra vez, al gobierno de la república.
Ha terminado, al parecer, la luna de miel entre PRI y PAN, que tantas prebendas políticas y financieras dio a dirigentes partidistas, senadores y diputados federales.
En su mayoría, el pasado mes de diciembre, a la hora de la aprobación del presupuesto 2010 de ingresos de la federación.
De acuerdo a las confesiones etílicas de algunos conocidos legisladores veracruzanos, por sus votos a favor del paquete Fiscal 2010, recibieron todo lo que pidieron al gobierno calderonista.
Y la presunta “gratificación federal”, más pichurrienta, a cada diputado federal “levanta dedos”, fue de un millón de pesos; la de nivel medio para representantes de las fracciones estatales, 5 millones de pesos, y la más alta, para coordinadores de bancada, fue de hasta 10 millones de pesos.
En cuanto a los senadores que les tocó ratificar el presupuesto 2010 aprobado por la Cámara de Diputados, la “compensación”, dicen, fue de 10 a 20 millones de pesos, todo dependía de la clasificación que, de cada legislador opositor tienen en Los Pinos. Si es tranquilo, sumiso, institucional, la mochada es considerada, pero si es rebelde y problemático, la cantidad del soborno, aumenta.
Lo anterior, son documentos confidenciales que presumen, tienen en su poder algunas instancias federales encargadas del espionaje político, empresarial y periodístico.
Los cuales, especulan, tiene en el tintero el gobierno federal, listos para ser puestos en manos de quienes serán los operadores del PAN en cada una de las entidades federativas en las que este año 2010, habrán elecciones para renovar las gubernaturas.
De hacerse públicos los supuestos “agasajos decembrinos” a diputados y senadores opositores al PAN, serán una bomba política que explotaría en plena efervescencia proselitista en las entidades donde tienen elecciones locales.
Al parecer, la información se ha filtrada, y en respuesta los priístas se defienden.
De acuerdo a las declaraciones del senador Francisco Labastida Ochoa, el gobierno federal, vía Agustín Carstens, en su momento titular de la SHCP, los “engañó”, al decirles que la federación tenía un boquete de 120 mil millones de pesos, y que por el cual era necesario aumentar impuestos.
Como los diputados y senadores del tricolor, son “inocentes”, cayeron en la trampa y, al borde de las lágrimas por la súplica de Carrstens, se compadecieron del Presidente y cedieron a los aumentos.
Hoy los priístas “engañados”, aseguran que el gobierno de Calderón tiene guardados esos 120 mil millones de pesos que decía necesitar para sacar al país del bache financiero ocasionado por la brutal crisis económica que afecta a los mexicanos.
El PRI que en maridaje con el PAN, aprobó los aumentos al IVA, al ISR, al diesel, a la gasolina, de nueva cuenta se ha revelado al presidente Calderón.
Lo externado por el senador Labastida, es sinónimo de guerra política contra el gobierno federal.
Y lamentablemente, en este nuevo enfrentamiento, el único perjudicado volverá a ser el pueblo mexicano.
Hacemos votos porque con las pasiones desbordadas a causa del fervor político-electoral, la sangre no llegue al río, y si al caso, salgan a relucir los trapos socios de quienes, protegidos por el manto de la complicidad, serán candidatos en este 2010.
NO DESCANSAN LOS TRAIDORES DE LA FIDELIDAD
Fidel Herrera y doña Rosita Borunda disponen, y los Fidelistas descomponen.
Por un lado el Zopilote Luis Rodríguez Zavala, sigue en su tarea de romperle la madre a Javier Duarte Ochoa, poniéndole a todos en su contra, en especial a los medios informativos “calificados” como críticos del precandidato priísta a gobernador.
Y por el otro, el Sapothón Gonzáles, usando a sus compañeros mercenarios de la información, ha empezado una campaña de denostación y desprestigio, en contra del actual director jurídico del DIF estatal, Carlos Aceves Amescua, virtual candidato a diputado local del PRI por el distrito de Xalapa rural.
El Zopilote y el Sapothón, han recibido hasta las perlas de la virgen en este sexenio, y sin embargo, hoy se les ve al servicio de otros intereses.
Teniendo al Zopilote de publi-relacionista, Duarte ha logrado alcanzar una aceptada imagen ciudadana prendida de alfileres.
Mientras que el Sapohón González, se encuentra al acecho cada vez que Carlos Aceves asoma la cabeza para cumplir con las recordaciones del gobernador Fidel Herrera y de doña Rosita Borunda, su jefa inmediata en el DIF estatal.
Desde luego, no para difundir los logros en su responsabilidad en el DIF, sino para buscar desprestigiarlo mandando correos anónimos a los medios de comunicación.
Yó pregunto…
Si eso hacen con Duarte y Aceves, considerados entre los jóvenes políticos más cercanos al matrimonio Herrera-Borunda, qué no harán con los hijos de vecino que aspiran alcanzar un puesto de elección popular en este 2010.
Por ello, siempre he dicho…
Mi amigo Fidel, tiene a los enemigos en casa.
¿O usted qué Opina?
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