La que hoy inicia, es semana crucial para los aspirantes al gobierno de Veracruz.
Tanto para los elegidos por los “dioses”, como para aquellos rebeldes que, sabiéndose perdidos, no claudican.
Con el arribo a la segunda quincena de febrero, arranca la etapa de simulación democrática partidista, en la que serán confirmados los “destapes” de los candidatos a la gubernatura, aquellos que sintiéndose los bendecidos, nunca lucieron tapados y anduvieron en abierta campaña a lo largo y ancho del territorio veracruzano.
Sin lugar a dudas los días por venir serán aciagos, interminables para quienes desearían que el proceso selectivo 2010 fuera miel sobre hojuelas.
Y no es para menos…
Aquellos partidos donde se ha perdido el control de la militancia y de sus precandidatos, los amenazan barruntos de tempestad.
El PRI y PAN, enfrentan el nombramiento más complicado en su historia de sus candidatos a gobernador; el tiempo se les ha venido encima, tienen sobre ellos el reloj político, y es hora que no han logrado alcanzar la unidad para sacar prospectos de unidad fortalecidos, que den el ancho en la contienda del 4 de julio que, dicen los agoreros del desastre, será la madre de todas las batallas, cruel, sucia, violenta.
En estos momentos, en los Partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional, el horno no está como para bollos.
Teniendo todo a su favor para operar o planchar acuerdos, las dirigencias nacionales y estatales dejaron crecer el descontento al interior de sus institutos políticos, ocasionados por la presunta imposición de candidatos, por cierto, exageradamente publicitados con recursos oficiales.
El daño causado por la aparente e invariable decisión de mantener a los elegidos, pareciera ser irreversible, y no se ven visos para solucionar las grandes broncas que significaría empezar una campaña proselitista en medio de odios y rencores entre hijos del mismo bando.
En esta etapa pre-electoral, nadie puede ocultar que en el PRI y PAN los ánimos de simpatizantes y precandidatos que, sienten son ignorados, se encuentran alterados, y consumarse las imposiciones anunciadas, desatará la guerra interna.
Es innegable que tanto al Revolucionario Institucional como al Partido Acción Nacional se les complicó el proceso interno para elegir candidatos a gobernador, y todavía falta ver lo que sucederá llegado el momento de sacar a los abanderados a las diputaciones y alcaldías; será la locura si vuelve a usarse el estómago en vez del cerebro.
Los resultados de restar en lugar de sumar en el proceso previo a la designación de los abanderados oficiales a la gubernatura, están a la vista de todos.
Lo mismo en el tricolor que en los blanquiazules, los ánimos están encendidos.
Por un lado Héctor Yunes Landa, afirma que llegará hasta el final, que se inscribirá como precandidato de su partido, pese al hostigamiento para persuadirlo, del cual se dice víctima.
Y por el otro, la trinca infernal, Julen, Buganza y Bueno Torio, quienes juntos han construido una muralla para cerrarle el paso al turco Yunes Linares.
De acuerdo al escenario político estatal, pregunto…
Para oficializar los nombres de los delfines al gobierno del estado, tanto en el PRI como el PAN, quién se impondrá…
¿El dedazo o la democracia?
Falta poco para saberlo.
¿O usted qué Opina?
Tanto para los elegidos por los “dioses”, como para aquellos rebeldes que, sabiéndose perdidos, no claudican.
Con el arribo a la segunda quincena de febrero, arranca la etapa de simulación democrática partidista, en la que serán confirmados los “destapes” de los candidatos a la gubernatura, aquellos que sintiéndose los bendecidos, nunca lucieron tapados y anduvieron en abierta campaña a lo largo y ancho del territorio veracruzano.
Sin lugar a dudas los días por venir serán aciagos, interminables para quienes desearían que el proceso selectivo 2010 fuera miel sobre hojuelas.
Y no es para menos…
Aquellos partidos donde se ha perdido el control de la militancia y de sus precandidatos, los amenazan barruntos de tempestad.
El PRI y PAN, enfrentan el nombramiento más complicado en su historia de sus candidatos a gobernador; el tiempo se les ha venido encima, tienen sobre ellos el reloj político, y es hora que no han logrado alcanzar la unidad para sacar prospectos de unidad fortalecidos, que den el ancho en la contienda del 4 de julio que, dicen los agoreros del desastre, será la madre de todas las batallas, cruel, sucia, violenta.
En estos momentos, en los Partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional, el horno no está como para bollos.
Teniendo todo a su favor para operar o planchar acuerdos, las dirigencias nacionales y estatales dejaron crecer el descontento al interior de sus institutos políticos, ocasionados por la presunta imposición de candidatos, por cierto, exageradamente publicitados con recursos oficiales.
El daño causado por la aparente e invariable decisión de mantener a los elegidos, pareciera ser irreversible, y no se ven visos para solucionar las grandes broncas que significaría empezar una campaña proselitista en medio de odios y rencores entre hijos del mismo bando.
En esta etapa pre-electoral, nadie puede ocultar que en el PRI y PAN los ánimos de simpatizantes y precandidatos que, sienten son ignorados, se encuentran alterados, y consumarse las imposiciones anunciadas, desatará la guerra interna.
Es innegable que tanto al Revolucionario Institucional como al Partido Acción Nacional se les complicó el proceso interno para elegir candidatos a gobernador, y todavía falta ver lo que sucederá llegado el momento de sacar a los abanderados a las diputaciones y alcaldías; será la locura si vuelve a usarse el estómago en vez del cerebro.
Los resultados de restar en lugar de sumar en el proceso previo a la designación de los abanderados oficiales a la gubernatura, están a la vista de todos.
Lo mismo en el tricolor que en los blanquiazules, los ánimos están encendidos.
Por un lado Héctor Yunes Landa, afirma que llegará hasta el final, que se inscribirá como precandidato de su partido, pese al hostigamiento para persuadirlo, del cual se dice víctima.
Y por el otro, la trinca infernal, Julen, Buganza y Bueno Torio, quienes juntos han construido una muralla para cerrarle el paso al turco Yunes Linares.
De acuerdo al escenario político estatal, pregunto…
Para oficializar los nombres de los delfines al gobierno del estado, tanto en el PRI como el PAN, quién se impondrá…
¿El dedazo o la democracia?
Falta poco para saberlo.
¿O usted qué Opina?
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