BUENOS DIAS VERACRUZ
15 de Febrero de 2010
Por: David Varona Fuentes
15 de Febrero de 2010
Por: David Varona Fuentes
El PRI veracruzano no vive su mejor momento, pero ya tiene, prácticamente candidato a gobernador…
Javier Duarte Ochoa, finalmente, solicitó licencia a la diputación federal.
El Delfín de la Fidelidad decidió separase de su encargo popular en San Lázaro, justo en un día que los tres sectores del tricolor en la entidad, el campesino, el obrero y el popular, tuvieron un intento fallido por aclamarlo y destaparlo en las oficinas cenecistas.
Y lo hace cuando las grillas palaciegas, las traiciones y los golpes bajos, son la comidilla diaria en el partido tricolor en Veracruz.
Exactamente cuando está por darse la campanada de arranque de la lucha por la gubernatura, las diputaciones y alcaldías.
En el PRI estatal, nada es miel sobre hojuelas, como le informan al comandante en jefe del partido, el gobernador Fidel Herrera.
Para los de afuera, el PRI aparenta, simula unidad, pero en su interior enfrenta división y encono entre sus principales y connotados militantes, que ponen en riesgo la organización, estrategias y principalmente el triunfo en la jornada electoral del 4 de julio.
Al mandatario estatal le dicen que en el CDE del PRI prevalecen armonía, concordia, entendimiento y fraternidad, para sacar al buey de la barranca (aún cuando no especifican a quién se refieren con ese adjetivo tan sublime).
Sin embargo, otra es la historia real que sucede en el alto mando tricolor de Veracruz, muy por aparte del cochinero financiero que el joven mexiquense Jorge Carvallo Delfín, tiene en el Comité Directivo Estatal, el cual es digno de otro comentario especial.
Me refiero hoy al pleito comprado que se trae el propio Carvallo con Ranulfo Márquez Hernández, por la disputa del liderazgo.
Como ya es público, Carvallo sale del PRI y Ranulfo, entra al relevo, y lejos de que el cambio se realice en santa paz, los ha enfrentado.
Que Carvallo abandone la dirigencia estatal del tricolor y que Ranulfo lo sustituya, es la decisión irrevocable de Fidel, que ambos deberán cumplir.
Pero todo parece indicar que Carvallo, insubordinándosele al gobernador, se resiste a entregar la estafeta priísta, y en cambio ha enderezado campaña de desprestigio en contra de Márquez Hernández, a quien por medio de líbelos que financia, entre otras linduras, lo llama “cabeza de lata, corrupto e insaciable”.
Jorge Carvallo asegura que dejará el CDE del PRI cuando “le plazca o le venga en gana”, y Ranulfo expresa que “se encuentra listo para agarrar la batuta del tricolor”.
Lo cierto es que esta etapa de amores perros que enfrenta el la jefatura del partido tricolor en el estado, mucho tiene que ver el maquiavélico y perverso Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez.
Cuentan que el resignado secretario de Gobierno Fidelista, es la mano que mece la cuna en el PRI estatal, es el que mueve y maneja a Carvallo Delfín como títere o marioneta.
Ignoro si Reynaco y el indio Tizoc, tengan alguna afinidad en sus actividades extras, ocultas o secretas, con las que se presume, han logrado ubicarse en la mira de la PGR-SIEDO; pero lo cierto es que ambos Fidelistas se entienden tan bien que hasta se lleven de piquete de…ojos.
O como dice el adagio popular, dios los hace y ellos se juntan. Porque es innegable que Jorge y Gaudencio son grandes cuates, o al menos eso es lo que aparentan; desconozco si también sean sólo apariencias propias del manto de complicidades que los cubre.
Cuentan que tan solidaria es su amistad, que juntos forman un binomio tan maravilloso en armar guerra sucia en contra de sus propios compañeros de partido, de secretarios, subsecretarios, y directores de áreas en el gobierno Fidelista.
Por ejemplo, la publicidad en contra de Héctor Yunes Landa aparecida en un diario xalapeño, fue armada por Carvallo y Escobar; los dos planearon usar el nombre de un reportero, mismo que después desmintió la denostación pactada y declaró que Reynaldo pretendió sobornarlo para que firmara la Carta Abierta.
Esa guerra sucia, mediática, para exhibir y humillar a los propios priístas, no dejará buenas cuentas al partido a la hora de sumar voto por voto de la elección que viene.
Apenas el pasado domingo en la sesión extraordinaria, los del tricolor se comprometieron, juraron trabajar por la unidad del partido, resaltando que prioritaria para llegar fortalecidos a la jornada cívica del 4 de julio.
Pero a unas horas del pacto para sumar esfuerzos, diversos personajes no gratos para el PRI, hunden al partido en conflagraciones inútiles y estériles.
Y en cambio, al tío Fide le cuentan las mil y una maravillas de la unidad y solidaridad priísta.
Y Fidel les cree, más ahora que, después de darse el domingo un baño de pueblo aprovechando el Carnaval jarocho, volvió a subirse a otro paseo por las nubes.
Por lo pronto, el PRI, hay que decirlo por adelantado, ya tiene candidato a gobernador.
¿Alguien se opone, que hable ahora o que calle para siempre?
¿O usted qué Opina?
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