29 de marzo2010
Por:DAVID Varona Fuentes.
Vaticinan intensa lluvia de lodo en Veracruz.
Contra el gobierno estatal y los candidatos del PRI a gobernador, diputados y presidentes municipales.
Durante los cien largos días de proselitismo electoral, la federación desatará la peor de las campañas de desprestigio contra el gobernador Fidel Herrera.
En los últimos días el tío Fide ha venido diciendo que serán centenares de furgones de lodo los que el gobierno federal vendrá a tirar al estado de Veracruz.
Y el objetivo principal es denostar al régimen Fidelista.
Como si con la guerra sucia el PAN y sus candidatos en Veracruz fueran a levantarse con la victoria en la jornada electoral del próximo domingo 4 de julio.
Es entendible la desesperación del Partido Acción Nacional, ya que en Veracruz son nulas las posibilidades que tiene de triunfo.
No se ve por dónde el candidato del PAN a gobernador aspire a ganar en las urnas.
En la entrega de hace unos días escribí que una candidatura triunfadora, que arranque corazones y convenza multitudes, no se construye de la noche a la mañana o en escasos 90 días de proselitismo político.
Es imposible ser un día demonio, y santo al siguiente.
Cambiar sólo de máscara, podría ser garantía de pecados confesados, más no de perdón otorgado.
Y si algo tiene el pueblo es memoria, aún cuando la mayoría de los políticos oportunistas y advenedizos siempre juegan con la lucidez ciudadana.
No es fácil salir a las calles a pedir el voto popular, cobijado en otra personalidad, declarando a los cuatro vientos que “hoy voy a cambiar; que ya no seré el mismo”.
Cuando un político en campaña grita a los cuatro vientos que ya es buena gente, honesta y transparente, me recuerda un viejo cuento…
El de un desesperado travesti que en medio de una insoportable cruda etílica se metió al primer bar que encontró a su paso, y pidió una reconfortante cerveza que aliviara sus males. Para su mala suerte el lugar prohibía el acceso a gay. Sin miramientos el cantinero dijo: “Aquí no atendemos a maricones”.
Salió de la cantina; se desmaquilló, ocultó sus encantos logrados gracias a las hormonas inyectadas, y volvió a entrar; con tono grave pidió una cerveza al cantinero, quien reiteró: “Aquí no atendemos a maricones”.
Se fue pero regresó a la cantina ahora vestido de futbolista, y usando la misma táctica de fingir la voz, pidió la necesitada cerveza. La respuesta del experimentado barman fue la misma: “Ya te dije que aquí no damos servicio a maricones”.
Pese a sus fracasos, el homosexual no se daba por vencido. Volvió al exclusivo sitio disfrazado de mariachi, y con voz ronca exigió la bebida. Moviendo la cabeza de un lado para otro y en tono de molestia, el cantinero contestó: “Con una chingada ya te dije que no le sirvo a maricones”.
Esta vez el afeminado no se retiró de la barra, sino que mirando al barman, preguntó:
-“Está bien, acepto que soy puto, pero dime, ¿Cómo fue que siempre me descubristes?
Sonriendo en forma maliciosa el cantinero le dijo:
-“Por tu inseparable bolsa de mano que nunca te quitaste del hombro”.
En efecto, el travesti se vistió de todo personaje para confundir y engañar, pero siempre se presentaba con su misma bolsa.
Cualquier similitud con personajes del quehacer político veracruzano, es mera coincidencia, pero de que andarán usando disfraces y todo tipo de máscaras para engañar al electorado estatal, no existe la menor de las dudas.
Pero el pueblo de Veracruz, sabrá identificarlos.
Máxime que son los operadores de los trenes de la federación que traen las toneladas de lodo a Veracruz.
GONZALO GUIZAR, EL TRAIDOR.
Caro será el costo político que pagará Gonzalo Guízar Valladares por traicionar al PRI, el partido que le dio todo y defendió con todo a sus familiares que presuntamente se han visto involucrados en delitos del orden federal.
Para quienes venían siguiéndole los pasos al diputado local con licencia, no resultó sorpresa que haya renunciado a su militancia tricolor para irse al PAN, que le dio la candidatura a la presidencia municipal de Coatzacoalcos, que el PRI le negó.
Aseguran que con antelación, Gonzalo Guízar mantenía reuniones privadas con Miguel Ángel Yunes, y los temas tratados eran precisamente la alcaldía de Coatzacoalcos.
Gonzalo siempre estuvo enterado que la candidatura no sería para él; por lo que la renuncia al PRI fue una decisión debidamente planeada.
La del ahora ex priísta sureño, es también una derrota anunciada.
Como dice la conseja popular:
EL QUE DA PAN AL PERRO AJENO PIERDE EL PAN Y PIERDE EL PERRO.
¿O usted qué opina?
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