9 de marzo de 2010
Por: David Varona Fuentes
Billetera abierta con el candidato del PAN al gobierno de Veracruz.
Si de algo anda presumiendo Miguel Yunes, es de dinero, un chingo de dinero para comprar la conciencia de los veracruzanos.
De pronto el turco luce irreconocible; se le ve amable, sonriente, bromista, pero sobre todo, lleno de virtudes, bondad y generosidad, virtudes nunca, jamás vistas en el político de Soledad de Doblado.
No es para menos la nueva personalidad de Yunes Linares hoy que urge de ganarse la voluntad ciudadana, la que siempre ha reprimido en el ejercicio absoluto del poder político.
Ahora, por convenir a sus intereses personales Yunes se cubre con el manto de la simulación; se disfraza, enseña otra cara, la de un político preocupado por la inseguridad pública, la pobreza y la carestía de la vida.
Miguel empieza a mostrar al pueblo de Veracruz un nuevo rostro, ese de buena-gente que ningún pobre o jodido ciudadano le conoció en sus tiempos de locura en el sexenio Chirinista.
La doble personalidad del abanderado blanquiazul trae locos de contentos a varias familias de veracruzanos que sucumbieron a la danza de los billetes de alta denominación que les entrega Yunes.
Resulta que al candidato panista a la gubernatura del estado le viene dando por filmar promocionales en los que aparece rodeado de familias humildes, niños enfermos, mujeres y adultos mayores, los cuales usará como punta de lanza en su campaña proselitista.
El sábado anterior correspondió el turno a los habitantes de una populosa unidad habitacional del puerto jarocho, identificada por el nombre de Río Medio.
Exactamente en el Andador Río Fuerte esquina con Río Casas Grandes, Miguel Yunes posó para las cámaras de video contratadas para la filmación, como todo un buen actor de Hollywood.
Grabó escenas con señoras, niños, niñas y ancianos, en los que, según sus ayudantes, los objetivos principales son exhibir la inseguridad y la pobreza que, dicen ellos, enfrenta el estado de Veracruz en la era Fidelista.
Para que la gente aceptara video-grabarse con Yunes tuvieron que prometerles que “su actuación sería gratificada generosamente por el candidato del PAN al gobierno de Veracruz”.
Y en efecto, así sucedió…
A la señora que prestó el domicilio para la grabación del spot publicitario, Yunes ordenó le dieran 10 mil pesos; a los adultos mayores, Mil pesos, y a cada niño participante, 500 pesos.
Y todos contentos.
Esa es la imagen que Yunes pretende ofrecerle ahora a la ciudadanía; la de un político lleno de bondad, no la del malvado Lobo que quiere comerse a las Caperucitas Rojas.
La pregunta de los 69 mil pesos es…
¿Podrá Yunes lavar la imagen que carga en sus espaldas, y que ha pasado a ser la suma de todos los odios y rencores de muchos sectores veracruzanos, y también blanco de las críticas de connotados columnistas nacionales?
Es incuestionable que viene con todo el apoyo de Los Pinos y del SNTE; trae las alforjas repletas de efectivo para comprar todo lo que pueda ofrecerse.
¿Le alcanzará el parque para cooptar mínimo el millón de votos, que los aspirantes a la gubenatura, necesitarán para ganar el 4 de Julio?
Cuentan que tan sólo en las “gratificaciones” de ese promocional Yunes se gastó alrededor de 50 mil pesos. Aseguran que son decenas de videos los que grabarán en distintas partes de la entidad, para luego exhibirlos, como publicidad pagada, en las distintas cadenas televisivas.
Todos llevan el mismo blanco...
Denostar al adversario de siempre, el gobernador Fidel Herrera.
¿Podrá?
Indudable que requerirá, más que puro dinero, también de buena suerte, y ésta parece no estar de su parte.
La mañana del domingo 7 de Marzo, Día de la Familia, Miguel corría con sus hijos por el boulevard costero de Boca del Río; llegaron a un punto donde grabarían otro promocional, y justo al momento de la filmación Tláloc desató su furia enviándole pertinaz lluvia que suspendió el rodaje de la comedia familiar, obligándolos a correr rumbo a sus lujosos vehículos.
Los que vieron aquellas escenas de los Yunes, no pudieron contenerse y vociferaron…
“Ni Dios los quiere”.
¿O usted qué opina?
P.D. Como sabuesos muy bien entrenados, ejércitos de informadores políticos disfrazados de periodistas, olfatean todos los días al gobernador Fidel Herrera para llevarle chismes, más chismes y sólo chismes.
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