BUENOS DIAS VERACRUZ
25 de marzo de 2010.
Por: David Varona Fuentes
Candidaturas golondrinas las que construye el Partido Acción Nacional en Veracruz.
Que desde luego, no harán verano el 4 de Julio.
Una candidatura ganadora no se hace de la noche a la mañana.
En estos tiempos no resulta fácil convencer a un electorado sumamente golpeado, escéptico, y malicioso, que toma todo lo que le dan y vota por el partido contrario.
Aquellos que andan en busca de votos, tendrán que partirse el cuero; antes deberán llegar a las entrañas ciudadanas para ganarse voluntad y confianza, y luego convencerlos que representan las mejores opciones electorales.
Ya no son tiempos de bonanza electoral para nadie, así sean candidatos blancos de piel y ojos de color.
Hoy quien pretenda ganar una elección, en forma anticipada, tuvo que haberse roto la madre en ciudades, pueblos, ranchos, colonias, congregaciones y en los lugares más recónditos que jamás pensaron visitar.
Y no sólo haciendo promesas de saliva, sino cumpliendo, trabajando y haciendo realidad sueños de progreso y bienestar nunca recibidos.
Ese es, indiscutiblemente, la obra de Fidel Herrera como gobernador de Veracruz.
El mandatario estatal, con cualesquiera que hayan sido sus métodos, criticados o aplaudidos, se ganó la confianza del pueblo veracruzano, y la respuesta aprobatoria recibida se vieron plasmados en los dos últimos procesos electorales, donde su partido el PRI, arrasó en las urnas.
El pueblo está cansado de candidatos chapulines que, engañando con traer varitas mágicas, prometen todo y al final nada cumplen.
Las experiencias han sido decepcionantes y dolorosas para el pueblo mexicano.
El ejemplo del panista Vicente Fox como presidente de la república (2000-2006) es más que evidente cuando el político tiene larga la lengua.
Como candidato Fox prometió a los mexicanos hasta las perlas de la virgen, pero le quedó grande el cargo, y lejos de salir por la puerta grande, terminó su mandato en medio de escándalos de corrupción y tráfico de influencias.
Aseguran que hasta se llevó a su rancho San Cristóbal, la silla presidencial para que Marthita jugara imaginando la Evita Perón mexicana que no pudo ser.
Y cuántos panistas más a lo largo y ancho del territorio nacional no se han enriquecido bajo la sombra del poder político.
Vergonzante ha sido el paso del PAN por la función pública en la presidencia del país, en los estados y municipios.
Nunca estuvieron preparados para gobernar.
Que no vengan entonces los panistas de Veracruz a darse baños de pureza, honestidad y transparencia; y que su impuesto candidato a gobernador no se considere el mesías que viene a despertar conciencias y prometer un mejor Veracruz.
Miguel Ángel Yunes dice hoy conocer los grandes problemas de Veracruz y estar preparado para gobernar y resolverlos.
Pero en sus 30 años de político, qué hizo Yunes por los veracruzanos que hoy descubre están en la miseria y el abandono.
En el chirinato cuando fue gobernador en funciones, tuvo en sus manos la oportunidad histórica de sembrar para cosechar en el futuro; pero prefirió el garrote de la represión para perseguir y amenazar a sus adversarios políticos.
Hoy, en sólo 90 días, el turco Yunes quiere conquistar y ganarse la confianza del pueblo que oprimió. Acepta sus excesos cometidos, pero no basta argumentar que fueron errores de juventud, porque el Yunes del pasado es el mismo Yunes del presente, y seguro también del futuro.
Estudios psicológicos del primer mundo señalan que la formación y conducta de un niño se adquieren hasta los 9 años de edad, y si a esa edad los padres no lograron educar y controlar a sus hijos, si saben contar que no cuenten con ellos en el futuro.
En consecuencia, confiar en que Yunes dice haber cambiado, es como pedirle peras al olmo.
Por ello, pasarán largos años para que el candidato calderonista al gobierno de Veracruz sea aceptado por el pueblo de Veracruz; tendrá que trabajar a marchas forzadas para demostrar que en verdad “quiere al estado donde nació, estudió, se casó con Lety y nacieron sus tres hijos”.
Por lo pronto, su candidatura a gobernador nació muerta.
No lo salvarán ni los chapulines resentidos que, por no cumplírseles caprichos personales, se van del PRI para refugiarse en el PAN que les abre las puertas y los hace candidatos.
Gonzalo Guízar Valladares estrena familia política, renuncia al PRI para irse al PAN que hace realidad su sueño de ser candidato a la alcaldía de Coatzacoalcos.
Con la salida de Guízar del PRI, los agoreros del desastre anuncian salidas masivas de militantes del Partido Revolucionario Institucional en el sur de la entidad.
Pero no se hagan bolas…
Una golondrina no hace verano.
Y además, cuando se escuche el clarinete, en estampida regresarán los búfalos que dicen irse con los que renuncian al tricolor.
Pero en fin, se fue Gonzalo del PRI, y como señala la frase que anda de moda en el país...
¿Y ahora qué hacemos, nos regresamos?
¿O usted qué opina?
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