15 de marzo de 2010
Por: David Varona Fuentes
Por: David Varona Fuentes
Las pasiones en el PRI veracruzano están al rojo vivo.
Y no es para menos.
Son las tradicionales luchas de cada tres años por el poder en las 50 diputaciones locales y en los 212 ayuntamientos de la entidad.
No se descartan por anticipado brotes de inconformidad, traiciones y renuncias a la militancia tricolor, en aquellos priístas que no logren las ansiadas candidaturas.
Incluso muchos ya, que creían tener las nominaciones del PRI en sus bolsillos, amenazan con irse a la oposición, especialmente al Partido Acción Nacional, donde dicen, los reciben con los brazos abiertos.
Son evidentes los municipios donde el PRI está teniendo serios problemas para acomodar a los escogidos o seleccionados especiales.
Xalapa, Veracruz, Boca del Río, Córdoba, Orizaba, Poza Rica, Pánuco, Acayucan, Minatitlán, Coatzacoalcos, son algunos en los que el proceso selectivo amenaza con salírsele de control al Partido Revolucionario Institucional, ante la ineficiencia operativa de una dirigencia estatal que sin lugar a dudas, brilla por su ausencia.
El mexiquense Jorge Carvallo anda más preocupado en lo que hace su virtual sucesor en el CDE Ranulfo Márquez Hernández, que en atender el changarro priísta en esta temporada de turbulencia política.
Ante la falta de mando en el Comité Directivo Estatal del PRI, los tiburones de la política estatal se indisciplinan y muestran resistencia a los deseos del alto mando tricolor en Veracruz, agitando las aguas en algunos de los municipios más asediados por el pastelote presupuestal de cada año.
Y tan amenazante es el incendio que podría generarse, que el gobernador Fidel Herrera, aunque tampoco es bombero, ha tenido que salir a echarle agua a su partido el Revolucionario Institucional.
Al mandatario estatal no le ha quedado otra que entrarle a componer los entuertos, suscitados, dicen, por presuntos compromisos monetarios contraídos por Carvallo Delfín con algunos vivales empresarios de la construcción, a quienes presuntamente, les vendió candidaturas a diversas alcaldías del estado, tanto del norte, sur y centro.
A Fidel Herrera se le observa atendiendo las diferencias entre los grupos que luchan por el control y poder municipal, buscando dejar a todos contentos y evitando hasta lo posible, deserciones en el PRI.
El gobernador de Veracruz sabe que sus vecinos de enfrente han lanzado sus redes para hacer caer a todo priísta descontento o decepcionado de su partido.
Teniendo el tiempo encima, es labor titánica la que le espera al tío Fide.
Porque entre los inconformes hay de chile, de rajas y de dulce.
Por un lado se encuentran los que aspiran con ser alcaldes pero que el PRI por diversas razones, nunca los consideró.
Y por el otro están los que aún siendo garantía de triunfo, el PRI, por compromisos políticos, se veía obligado a descartarlos como abanderados.
Como era de esperarse, los desplazados amenazan con provocar un cisma al interior de la familia priísta si no se reconsideran nombres en las candidaturas, lo que ha generado confusión, pero también miedos y temores por presuntos secretos que podrían salir a la luz pública.
Por lo anterior, es elocuente la encrucijada en la que se encuentra el PRI veracruzano en municipios tan importantes en la captación de votos…
A los suspirantes que se les dijo que no, ahora dicen que siempre sí; y a quienes habían dicho que sí, resulta que finalmente, es no.
Vaya lío el que amenaza al PRI al cuarto para las doce.
Pero con el liderazgo e intervención directa de Fidel como comandante en jefe del tricolor estatal, no se duda que el PRI salga unido y fortalecido para la batalla sin cuartel del 4 de Julio, en la que el objetivo es…
Repetir la dosis electoral de 2007 y 2009.
¿O usted qué opina?
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