Días muy difíciles para el gobernador Herrera.
Su posición con el alto mando de los Pinos, se tambalea y toma forma belicosa, ante un panorama enrarecido y compulso, que está viviendo el país.
Felipe Calderón es un presidente rencoroso y difícilmente olvida los retos de sus enemigos políticos.
Fidel no escucha razones.
Ni mucho menos acepta consejos.
Al gobernador le agrada la lisonja y la adulación desmedida.
Le fascina que lo encuerden y lo hagan sentir; en las galaxias de un universo político inexistente.
Tampoco se le pueden regatear sus méritos de esfuerzo y trabajo como gobernador del estado.
Lo grave del asunto, es que Fidel tiene la gran facilidad de embroncarse, con quien no debe hacerlo.
Sus choques con Calderón han sido constantes, públicos y notorios.
El poder y su inmensa fortuna; han sido los factores primordiales, para que el joven mandatario perdiera el piso y se olvidara, de la Biblia política que obliga a los políticos llevar bajo el brazo, para no perder el rumbo.
Calderón está engallado.
Sobre todo, cuando ha sido acosado por cierto grupito de panistas, que le han llevado chismes y le han calentado la cabeza en contra del mandatario veracruzano.
Ahora bien.
Dicen que a río revuelto ganancia de pescadores.
Aquí en la aldea, no han faltado los defensores oficiosos, que se han desgarrado las vestiduras, dizque “defendiendo al señor gobernador”.
Craso error.
Lejos de ayudar a su jefe: lo que han hecho ciertos personajes políticos y uno que otro gacetillero, es echar mas leña a la hoguera.
Fidel no necesita de de este tipo de “ayudas”.
El gobernador debe serenarse; tiene un gran capital político, como para echarlo al cesto de la basura… Fidel ya debe estar convencido, de que los chismosos y falsos simuladores, ya no deben tener cabida dentro de su gobierno.
La carta del señor diputado Héctor Yunes dirigida al presidente Calderón, es como la famosa carta de Eufemia; hay cosas mas importantes en el Congreso Local, que están durmiendo el sueño de los justos.
Ya basta… Fidel no necesita de defensores oficiosos.
Lo que diga o deje de decir, el señor Martínez Cáceres, para el gobernador debe ser como las llamadas a misa.
No debe olvidar Fidel, que el presidente del PAN no se dispara solo… lo que tampoco el presidente Calderón se ha dado cuenta de las embarcadas, en que lo ha metido su cachorro,
Ante la provocación panista, debe imponerse la serenidad y la prudencia, de quien ha venido gobernando, con gran aceptación ciudadana… la respuesta será única y exclusivamente en las urnas en las elecciones intermedias del 2009.
Lo demás son chismes de patio de vecindad.
El trabajo político de campo, lo tiene bajo control la fidelidad veracruzana.
El tiempo tiene la última palabra.
¿O usted qué opina?
Su posición con el alto mando de los Pinos, se tambalea y toma forma belicosa, ante un panorama enrarecido y compulso, que está viviendo el país.
Felipe Calderón es un presidente rencoroso y difícilmente olvida los retos de sus enemigos políticos.
Fidel no escucha razones.
Ni mucho menos acepta consejos.
Al gobernador le agrada la lisonja y la adulación desmedida.
Le fascina que lo encuerden y lo hagan sentir; en las galaxias de un universo político inexistente.
Tampoco se le pueden regatear sus méritos de esfuerzo y trabajo como gobernador del estado.
Lo grave del asunto, es que Fidel tiene la gran facilidad de embroncarse, con quien no debe hacerlo.
Sus choques con Calderón han sido constantes, públicos y notorios.
El poder y su inmensa fortuna; han sido los factores primordiales, para que el joven mandatario perdiera el piso y se olvidara, de la Biblia política que obliga a los políticos llevar bajo el brazo, para no perder el rumbo.
Calderón está engallado.
Sobre todo, cuando ha sido acosado por cierto grupito de panistas, que le han llevado chismes y le han calentado la cabeza en contra del mandatario veracruzano.
Ahora bien.
Dicen que a río revuelto ganancia de pescadores.
Aquí en la aldea, no han faltado los defensores oficiosos, que se han desgarrado las vestiduras, dizque “defendiendo al señor gobernador”.
Craso error.
Lejos de ayudar a su jefe: lo que han hecho ciertos personajes políticos y uno que otro gacetillero, es echar mas leña a la hoguera.
Fidel no necesita de de este tipo de “ayudas”.
El gobernador debe serenarse; tiene un gran capital político, como para echarlo al cesto de la basura… Fidel ya debe estar convencido, de que los chismosos y falsos simuladores, ya no deben tener cabida dentro de su gobierno.
La carta del señor diputado Héctor Yunes dirigida al presidente Calderón, es como la famosa carta de Eufemia; hay cosas mas importantes en el Congreso Local, que están durmiendo el sueño de los justos.
Ya basta… Fidel no necesita de defensores oficiosos.
Lo que diga o deje de decir, el señor Martínez Cáceres, para el gobernador debe ser como las llamadas a misa.
No debe olvidar Fidel, que el presidente del PAN no se dispara solo… lo que tampoco el presidente Calderón se ha dado cuenta de las embarcadas, en que lo ha metido su cachorro,
Ante la provocación panista, debe imponerse la serenidad y la prudencia, de quien ha venido gobernando, con gran aceptación ciudadana… la respuesta será única y exclusivamente en las urnas en las elecciones intermedias del 2009.
Lo demás son chismes de patio de vecindad.
El trabajo político de campo, lo tiene bajo control la fidelidad veracruzana.
El tiempo tiene la última palabra.
¿O usted qué opina?
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