Estuvo en Xalapa la dueña del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo.
Acompañada del gobernador Fidel Herrera, firmaron en palacio de gobierno el acuerdo para la Calidad Educativa.
Y además de lucir una nueva y juvenil imagen facial que le quitó por lo menos unos veinte años, la maestra rural vino con los desplantes autoritarios que la caracterizan.
Más que realmente preocupada por signar nuevos acuerdos para alcanzar mejores niveles educativos en el país, la chiapaneca dio muestras que son otros los intereses que la hicieron venir a Veracruz.
Y no son para menos las suspicacias desatadas en torno a la lideresa del SNTE.
Sin decir agua va, le soltó en público al gobernador su desacuerdo por el hecho que las escuelas públicas de la entidad estén pintadas de color rojo.
Criticó también a los planteles que lucen azules o amarillos, pero tuvo que hacerlo para poder justificar la censura al gobierno del estado que caracteriza los beneficios sociales de su administración con el distintivo rojo.
Si la exalumna del extinto lider magisterial Carlos Jonguitud Barrios, fue de venir al estado a exhibir al mandatario veracruzano por consignas superiores o amistosas, pues la intentona no le funcionó.
Con ese estilo zorruno, el tío Fide contestó a su crítica diciéndole que “si ella lo deseaba mandaba pintar las escuelas del estado color arcoiris o blanco ostión”, recordándole también que “en Veracruz los niños no se tocan”.
Si en realidad visitar la entidad y criticar el color rojo de la Fidelidad que lucen las escuelas de Veracruz que han sido construidas o rehabilitadas, fue encargo que traía la maestra Gordillo para medirle el agua a los tamales, se llevó la sorpresa que la olla hierve.
Pero… ¿Por qué insistir en testerear al buen Fidel?
Si cuando no lo tocan permanece calladito, olvida agresiones y hasta el gobierno federal lo tiene de su lado.
La clase política estatal opinó ayer que el tono del discurso de la profesora, fue con tintes partidistas, en virtud que el asunto del color rojo de las escuelas, es el mismo que usan los funcionarios identificados con el Partido Acción Nacional para denostar al gobierno Fidelista.
Y para hacer un análisis reflexivo de la visita de doña Elba Esther a Veracruz, tenemos que separar el aspecto pedagógico-educativo de los maestros con su participación en la vida política del estado.
Es cierto, la lucha por el 2009 ha comenzado, y cada partido político empieza a vislumbrar el panorama de la contienda federal del 7 de julio del próximo año.
El gobierno federal a través de su vocero el líder nacional del PAN Germán Martínez Cázares, ha dicho que “van con todo, y que la Cámara de Diputados de San Lázaro se pintará de azul en el 2009”.
Es más, la semana pasada se reunieron en la ciudad de México Elba Esther y Germán, y al final del encuentro el dirigente partidista anunció que PAN y PANAL, podrían ir juntos en la contienda federal, echando las campanas triunfalistas al vuelo.
Acaso el joven Cázares pensará que con los votos del magisterio, -si es que en verdad se dan-, aseguran los triunfos en los 300 distritos electorales del país.
Si el sufragio de los aliados elbistas son la mejor arma de los panistas, desde hoy le auguramos otra paliza electoral, principalmente en tierras veracruzanas.
Tal vez el novel dirigente de los azules y principal operador político del presidente Calderón, ignora que el voto corporativo en México es ya una falasia…en estos tiempos los líderes sindicales no controlan ni siquiera a los de su casa.
Y en Veracruz la rebeldía de los obreros o burócratas no es la excepción.
La clase obrera está cansada de tantos años de sometimientos a recibir salarios de miseria, que han llevado a los líderes al enriquecimiento desmedido al negociar con los patrones los contratos colectivos de trabajo.
En los centros laborales los patrones han intentado sobornar o someter a sus empleados para que voten por el PAN, y no lo han conseguido.
Por lo tanto nadie, ni siquiera la lideresa magisterial puede vender la idea de asegurar un millón de votos en toda la república para sus aliados, sea el PRI o el PAN.
Lo que hace difícil salir a decir que en Veracruz los más de 120 mil maestros tienen decidido por quien votarán en los comicios federales de 2009, y menos aún en los de gobernador de 2010.
De lo que no caben dudas, es que el gobernador Herrera ha sido un fuerte activista a favor de las causas sociales del magisterio veracruzano, y en fechas por venir anunciará grandes sorpresas que dejará con la boca abierta a todos aquellos que creen tener en la bolsa el voto de los maestros.
¿O usted qué opina?
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