Dicen que no hay enfermedad que dure cien años, ni enfermo que la soporte.
Yo le agregaría que también, no hay verdad que permanezca siempre oculta.
Por lo tanto, cada día que transcurra será uno nuevo para el gobernador Fidel Herrera, en los que irá terminando de descubrir de qué están hechos sus principales colaboradores.
Poco a poco el mandatario estatal sentirá en carne propia el dolor de la traición y deslealtad de su séquito de barberos y aduladores que se la han pasado engañándolo, pero al mismo tiempo enriqueciéndose con el erario estatal.
Vuelvo a reiterar que la riqueza y lo pendejo no pueden ocultarse, y por mucho que se transformen, los pillos fidelistas son identificables.
Mi amigo Fidel ha protagonizado escenas de cólera cuando los reporteros críticos señalamos sus errores, más al referirnos al manto de la complicidad con el que protege a los deshonestos de su gobierno.
No nos hemos equivocado, muchos de esos ladrones fueron corridos por el tío Fide; que se hayan retirado hasta el tronco de lana, es responsabilidad de otra instancia investigarlo.
Pero la corrupción tiene muchas ramificaciones, y el gobernador va ir del asombro al desencanto y la irritación por el resto de su sexenio, al enterarse de las travesuras de sus fieles amigos metidos a funcionarios de primer nivel en su gobierno.
Para muestra, lo ocurrido ayer con la visita del secretario de Desarrollo Social del gobierno Federal.
El titular de la Sedesol se le fue a la yugular al gobernador Herrera cuando afirmó que su gobierno no ha comprobado a dónde han ido a parar los recursos liberados por el Fonden, para la reconstrucción de los daños causados por los desastres naturales.
“Tenemos atorones con el gobierno de Veracruz”, dijo con certeza Ernesto Cordero Arroyo, al reunirse con el ejecutivo estatal para analizar los daños por las lluvias ocurridos en la geografía estatal.
¿Cómo debe interpretarse el término usado por el titular de la Sedesol?
¿Atorones o desviaciones?
Quienes vieron de cerca al secretario de Protección Civil de Veracruz, presente también en el evento, dicen que sudaba en frío, igual cuando Carlos Bayo obligado por Fox, lo exhibió ante Fidel por un asunto de 60 millones de pesos que, según Ranulfo, andaban perdidos y no aparecían abonados a la cuenta del estado.
Hoy Carlos Bayo, el mago del Fonden en el sexenio Foxista, sirve al gobierno de Fidel, pero por lo visto en vez de ayudar al gobernador, pareciera estar hundiendo a Veracruz y desacreditando al mandatario.
Los únicos que le meten mano a los recursos que baja el Fonden para el estado, son Ranulfo y Carlos, el chilango-veracruzano, por deseos de Fidel.
Y según lo expresado por el responsable de la Sedesol, la administración de la Fidelidad no ha podido acreditar cómo y en qué gasta el dinero que recibe para atender a los damnificados por los desastres naturales.
¿Qué explicación tienen que dar lo señores Márquez y Bayo?
Fidel fue de los más sorprendidos ayer al escuchar decir al funcionario calderonista que, “señor gobernador tenemos que revisar la normatividad y ponernos de acuerdo en cómo acreditar el gasto en la reconstrucción del estado de Veracruz”
La intervención del presidente Calderón para restringir los apoyos al gobierno de Fidel Herrera, es innegable, no está a discusión; sin embargo, ahora resulta que es culpa de las autoridades de Veracruz que los recursos no lleguen.
Cada vez que Fidel exige y reclama a la federación la entrega oportuna de los apoyos a Veracruz, lo hace porque tiene los pelos del incumplimiento en la mano, y como no es ningún novato ni aprendiz político, no se atrevería a levantar la voz sabiendo que su gobierno no cumple con la normatividad.
Pareciera entonces que el gobernador está siendo engañado, y nunca estuvo informado de lo que ayer denunció Ernesto Cordero.
¿Cuál será el argumento de don Ranulfo?
Lo cierto de todo es que no es la primera vez que el gobierno de Veracruz es puesto en la mesa de los acusados por los recursos del Fonden.
El paso desastroso de Stan por tierras veracruzanas fue en octubre de 2005, y a casi tres años de distancia, son cientos de miles los damnificados que siguen esperando la ayuda de las autoridades estatales.
Centenares de cartas ha recibido Fidel en sus propias manos, en las que le hacen saber el abandono que viven al no cumplirles la promesa de apoyarlos.
Las obras de construcción de cientos de casas para los damnificados del Stan en diversas ciudades del estado fueron suspendidas, y hoy sólo sirven de refugio para malvivientes.
¿También lo ignora Fidel?
Aseguran que ser ascendido a Secretario y anotarse en la lista de candidatos del 2010, enloqueció al de Protección Civil.
Y es tanta su locura que engaña al gobernador.
¿O usted qué opina?
martes, 8 de julio de 2008
FIDEL DEBE SABER LA VERDAD
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