¿Apretón para todos?
Los gobernadores del PRI se quejan de la entrega nada oportuna de los recursos federales a sus entidades.
Entre éstos se encuentra el de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, quien públicamente ha denunciado que el gobierno federal le retiene, o le entrega al goteo, los apoyos para obras sociales.
La explicación más lógica que han encontrado los mandatarios priístas, es que desde Los Pinos pretenden “amarrarles las manos” pensando en las elecciones federales del próximo año.
Ya que mientras a los gobiernos estatales les dicen que “no hay dinero por excedentes petroleros”, a las delegaciones federales les están dando todo para promocionar al PAN, disfrazando la actividad proselitista con actividades sociales del gobierno federal.
La falta de recursos adicionales por parte de la federación ha provocado que muchos gobernadores anden en la calle de amargura, principalmente aquellos que adeudan cantidades millonarias a proveedores y constructores.
Como ejemplo ilustrativo, de acuerdo a información de primera mano en nuestro poder, se asegura que el gobierno que late con fuerza viene arrastrando deudas escalofriantes desde el año pasado, para ser exactos, de los meses noviembre y diciembre.
A los contratistas, amigos todos del poder, les han pedido que “aguanten”, que no hay dinero para pagarles.
Los han traído que “vente mañana; date una vuelta mañana”, y así transcurrieron los primeros seis meses de 2008,
Los señores contratistas, muchos de éstos prestanombres de funcionarios fidelistas, “aguantan” porque son parte del mismo negocio.
Si el gobierno de la Fidelidad no tiene dinero, los alcaldes priístas andan en peores condiciones financieras.
Por lo que, argumentando la escasez de circulante en las tesorerías municipales, los ediles han recurrido al despido masivo de empleados. Y llama la atención que el ayuntamiento que más trabajadores mande a la calle sea el del puerto de Veracruz, que es de los pocos que tiene todo el respaldo del gobernador Herrera.
El alcalde Jon Rementería Sempé, inició su administración el 1 de diciembre de 2007, recortando a 500 trabajadores, la tijera siguió y otros 200 corrieron la misma suerte. El fin de semana el munícipe anunció otro paquete de 200 despedidos.
Para quien desee saber cuál es la militancia partidista de todos los empleados corridos en los seis meses del trienio del doctor Rementería, les reiteramos lo que ya imaginan: “todos han sido del PAN”.
Por cierto, ya que hablamos del alcalde jarocho, aprovechamos para informar que a los auditores de la federación que auditan los recursos entregados a la Secretaría de Salud estatal en el ejercicio presupuestal 2007, todavía no le cuadran las cuentas, sobre todo en el rubro de lavandería, donde reportó gastos de 500 millones de pesos en lavado de la ropa de los hospitales.
No se espanten señores auditores, eso no es nada. Se irán de bruces si investigan el nombre del propietario de dicho lavadero, que a decir verdad, su verdadera actividad hace honor a su razón social.
LOS PANISTAS TAMBIEN SUFREN
Los contratistas que realizan obra pública a los ayuntamientos panistas de la entidad, también andan sudando la gota gorda para pagarles a sus trabajadores.
Dicen que desde hace dos meses los alcaldes del Partido Acción Nacional, suspendieron los pagos a todos los constructores, argumentando “no tener dinero”.
De entrada tal versión se escucharía irrisoria y descabellada, si es sabido que el gobierno calderonista, tras la paliza fidelista en los comicios de septiembre pasado, busca reposicionar a su partido desde las alcaldías.
Pero ver para creer, hasta el alcalde veracruzano, consentido del presidente Calderón, anda sufriendo por dinero.
Así es, el llamado Chiquiyunes, lleva semanas sin pagarles a sus contratistas. ¿Y eso que somos de casa?, dicen algunos de ellos.
Ni hablar, más que aguantar, aquí no puede culpar al gobierno estatal.
¿O usted qué opina?
Los gobernadores del PRI se quejan de la entrega nada oportuna de los recursos federales a sus entidades.
Entre éstos se encuentra el de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, quien públicamente ha denunciado que el gobierno federal le retiene, o le entrega al goteo, los apoyos para obras sociales.
La explicación más lógica que han encontrado los mandatarios priístas, es que desde Los Pinos pretenden “amarrarles las manos” pensando en las elecciones federales del próximo año.
Ya que mientras a los gobiernos estatales les dicen que “no hay dinero por excedentes petroleros”, a las delegaciones federales les están dando todo para promocionar al PAN, disfrazando la actividad proselitista con actividades sociales del gobierno federal.
La falta de recursos adicionales por parte de la federación ha provocado que muchos gobernadores anden en la calle de amargura, principalmente aquellos que adeudan cantidades millonarias a proveedores y constructores.
Como ejemplo ilustrativo, de acuerdo a información de primera mano en nuestro poder, se asegura que el gobierno que late con fuerza viene arrastrando deudas escalofriantes desde el año pasado, para ser exactos, de los meses noviembre y diciembre.
A los contratistas, amigos todos del poder, les han pedido que “aguanten”, que no hay dinero para pagarles.
Los han traído que “vente mañana; date una vuelta mañana”, y así transcurrieron los primeros seis meses de 2008,
Los señores contratistas, muchos de éstos prestanombres de funcionarios fidelistas, “aguantan” porque son parte del mismo negocio.
Si el gobierno de la Fidelidad no tiene dinero, los alcaldes priístas andan en peores condiciones financieras.
Por lo que, argumentando la escasez de circulante en las tesorerías municipales, los ediles han recurrido al despido masivo de empleados. Y llama la atención que el ayuntamiento que más trabajadores mande a la calle sea el del puerto de Veracruz, que es de los pocos que tiene todo el respaldo del gobernador Herrera.
El alcalde Jon Rementería Sempé, inició su administración el 1 de diciembre de 2007, recortando a 500 trabajadores, la tijera siguió y otros 200 corrieron la misma suerte. El fin de semana el munícipe anunció otro paquete de 200 despedidos.
Para quien desee saber cuál es la militancia partidista de todos los empleados corridos en los seis meses del trienio del doctor Rementería, les reiteramos lo que ya imaginan: “todos han sido del PAN”.
Por cierto, ya que hablamos del alcalde jarocho, aprovechamos para informar que a los auditores de la federación que auditan los recursos entregados a la Secretaría de Salud estatal en el ejercicio presupuestal 2007, todavía no le cuadran las cuentas, sobre todo en el rubro de lavandería, donde reportó gastos de 500 millones de pesos en lavado de la ropa de los hospitales.
No se espanten señores auditores, eso no es nada. Se irán de bruces si investigan el nombre del propietario de dicho lavadero, que a decir verdad, su verdadera actividad hace honor a su razón social.
LOS PANISTAS TAMBIEN SUFREN
Los contratistas que realizan obra pública a los ayuntamientos panistas de la entidad, también andan sudando la gota gorda para pagarles a sus trabajadores.
Dicen que desde hace dos meses los alcaldes del Partido Acción Nacional, suspendieron los pagos a todos los constructores, argumentando “no tener dinero”.
De entrada tal versión se escucharía irrisoria y descabellada, si es sabido que el gobierno calderonista, tras la paliza fidelista en los comicios de septiembre pasado, busca reposicionar a su partido desde las alcaldías.
Pero ver para creer, hasta el alcalde veracruzano, consentido del presidente Calderón, anda sufriendo por dinero.
Así es, el llamado Chiquiyunes, lleva semanas sin pagarles a sus contratistas. ¿Y eso que somos de casa?, dicen algunos de ellos.
Ni hablar, más que aguantar, aquí no puede culpar al gobierno estatal.
¿O usted qué opina?
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