En los días por venir será dada a conocer el nacimiento de una nueva Fundación Civil, que pondrá a temblar a los hombres del dinero en Veracruz.
Más que el interés de pasar la charola a los empresarios, el objetivo principal es saber si le entrarán al proyecto político del 2010, que desde luego, no es el de la Fidelidad por Veracruz.
Sabia y acertada decisión del interesado la de crear ésta organización, debido a que será el gran detonador para saber con que personajes de la iniciativa privada cuenta en su lucha por alcanzar la gubernatura del estado.
Una vez que se haga el anuncio formal, los ricos de la entidad escucharán la interrogante de ¿estás conmigo o en mi contra?
Difícil la respuesta para la clase empresarial, principalmente los contratistas que hoy día reciben toda clase de canonjías del gobierno fidelista, como son obras millonarias que les fueron entregadas a modo, con la única condición de pagar por adelantado el famoso diezmo al recaudador oficial.
Muchos connotados empresarios, industriales y comerciantes, que adeudan al gobierno estatal cientos de miles de pesos por concepto del impuesto del 2 por ciento a la nómina, y que reciben la gracia de no cumplir con el pago, se encuentran contra la espada y la pared.
Y no es para menos.
Les ha gustado coquetear con dios y con el diablo; de los dos se sirven, y a ambos engañan diciéndoles en secreto que están de su lado.
A quien ejerce el poder lo adulan y enaltecen pagando planas completas en diarios nacionales, en las que le agradecen sus bondades para reactivar la planta productiva estatal, y lo ponderan como un súper gobernante, estadista y visionario.
A quien busca el poder en el 2010, lo agarran como confesionario para quejarse de la inseguridad pública que vive Veracruz, revelándole que fueron víctimas de toda clase de atropellos de gante que se hace pasar de policías, además de pagar una elevada cuota mensual de extorsión para conservar la vida propia y la de sus familiares.
Quien aspira ser gobernador en el período 2010-2016, ha escuchado al borde del llanto a los dueños del poder económico, y en ese trance emocional es cuando le manifiestan su adhesión y apoyo, suplicándole que, de llegar al gobierno acabe con el miedo y la zozobra en las calles del estado.
Otro sector que también se acerca al posible candidato, es el de los empresarios de la construcción, quienes acuden a verlo para lamentarse que llevan seis meses que nos les abonan un solo pesos de las obras realizadas.
Todos le han jurado, de palabra, jugársela con él en la campaña de proselitismo, poniendo a su disposición dinero, hoteles y maquinaria para obras sociales.
Sin embargo, quien los escucha, no se va de bruces, ni tampoco canta victoria.
Duda de las promesas de saliva.
Por ello, tuvo la idea de crear su propia Fundación Civil, en la que espera se inscriban sus amigos del sector privado, en forma pública y abierta, para que todos los veracruzanos los conozcan.
Y también para que sus adversarios políticos sepan quienes son los patrocinadores del billete, y después no salgan con que es dinero mal habido.
Los llamados integrantes de la crema y nata veracruzana, perderán el sueño en fechas próximas, muy se les acabará su doble juego.
Muchos muestran preocupación porque tendrán que quitarse la capucha que tanto dinero les ha dejado nadar de a muertito.
Aquellos que conocen muy de cerca el estilo personal del aspirante a gobernador para seleccionar y conservar a sus amigos, saben que es determinante cuando de lealtad se trata.
Y quien lo dude debe recordar lo ocurrido hace varios meses a otro empresario que gustaba tener dos amores políticos.
Sólo bastó que se balconeara con uno de ellos en un evento priísta el 31 de diciembre de 2007 en el zócalo jarocho, para que sintiera el látigo del desprecio del otro, al sentirse traicionado.
En conclusión, los empresarios que han amasado fortunas dudosas al amparo del poder, se encuentran en el filo de la navaja.
No se trata de deshojar la margarita, jugar a Tín Marín o al águila o sol, para decidir con qué amor político se quedan.
El caso es más grave para ellos.
Renuncian a los privilegios del presente apostándole al futuro, o bien se quedan cómo están, rechazando lo que todavía está en gestación.
Como adelanto a la invitación de adherirse a la futura Asociación Civil, son muchos los empresarios que aseguran que “no vamos a entrarle”.
En tono de broma dijeron al columnista que “mas vale pájaro en mano que cientos volando”.
¿O usted qué opina?
Más que el interés de pasar la charola a los empresarios, el objetivo principal es saber si le entrarán al proyecto político del 2010, que desde luego, no es el de la Fidelidad por Veracruz.
Sabia y acertada decisión del interesado la de crear ésta organización, debido a que será el gran detonador para saber con que personajes de la iniciativa privada cuenta en su lucha por alcanzar la gubernatura del estado.
Una vez que se haga el anuncio formal, los ricos de la entidad escucharán la interrogante de ¿estás conmigo o en mi contra?
Difícil la respuesta para la clase empresarial, principalmente los contratistas que hoy día reciben toda clase de canonjías del gobierno fidelista, como son obras millonarias que les fueron entregadas a modo, con la única condición de pagar por adelantado el famoso diezmo al recaudador oficial.
Muchos connotados empresarios, industriales y comerciantes, que adeudan al gobierno estatal cientos de miles de pesos por concepto del impuesto del 2 por ciento a la nómina, y que reciben la gracia de no cumplir con el pago, se encuentran contra la espada y la pared.
Y no es para menos.
Les ha gustado coquetear con dios y con el diablo; de los dos se sirven, y a ambos engañan diciéndoles en secreto que están de su lado.
A quien ejerce el poder lo adulan y enaltecen pagando planas completas en diarios nacionales, en las que le agradecen sus bondades para reactivar la planta productiva estatal, y lo ponderan como un súper gobernante, estadista y visionario.
A quien busca el poder en el 2010, lo agarran como confesionario para quejarse de la inseguridad pública que vive Veracruz, revelándole que fueron víctimas de toda clase de atropellos de gante que se hace pasar de policías, además de pagar una elevada cuota mensual de extorsión para conservar la vida propia y la de sus familiares.
Quien aspira ser gobernador en el período 2010-2016, ha escuchado al borde del llanto a los dueños del poder económico, y en ese trance emocional es cuando le manifiestan su adhesión y apoyo, suplicándole que, de llegar al gobierno acabe con el miedo y la zozobra en las calles del estado.
Otro sector que también se acerca al posible candidato, es el de los empresarios de la construcción, quienes acuden a verlo para lamentarse que llevan seis meses que nos les abonan un solo pesos de las obras realizadas.
Todos le han jurado, de palabra, jugársela con él en la campaña de proselitismo, poniendo a su disposición dinero, hoteles y maquinaria para obras sociales.
Sin embargo, quien los escucha, no se va de bruces, ni tampoco canta victoria.
Duda de las promesas de saliva.
Por ello, tuvo la idea de crear su propia Fundación Civil, en la que espera se inscriban sus amigos del sector privado, en forma pública y abierta, para que todos los veracruzanos los conozcan.
Y también para que sus adversarios políticos sepan quienes son los patrocinadores del billete, y después no salgan con que es dinero mal habido.
Los llamados integrantes de la crema y nata veracruzana, perderán el sueño en fechas próximas, muy se les acabará su doble juego.
Muchos muestran preocupación porque tendrán que quitarse la capucha que tanto dinero les ha dejado nadar de a muertito.
Aquellos que conocen muy de cerca el estilo personal del aspirante a gobernador para seleccionar y conservar a sus amigos, saben que es determinante cuando de lealtad se trata.
Y quien lo dude debe recordar lo ocurrido hace varios meses a otro empresario que gustaba tener dos amores políticos.
Sólo bastó que se balconeara con uno de ellos en un evento priísta el 31 de diciembre de 2007 en el zócalo jarocho, para que sintiera el látigo del desprecio del otro, al sentirse traicionado.
En conclusión, los empresarios que han amasado fortunas dudosas al amparo del poder, se encuentran en el filo de la navaja.
No se trata de deshojar la margarita, jugar a Tín Marín o al águila o sol, para decidir con qué amor político se quedan.
El caso es más grave para ellos.
Renuncian a los privilegios del presente apostándole al futuro, o bien se quedan cómo están, rechazando lo que todavía está en gestación.
Como adelanto a la invitación de adherirse a la futura Asociación Civil, son muchos los empresarios que aseguran que “no vamos a entrarle”.
En tono de broma dijeron al columnista que “mas vale pájaro en mano que cientos volando”.
¿O usted qué opina?
No hay comentarios:
Publicar un comentario