¿QUÉ PASA EN COEDUCA?

¿Quién manda en la Dirección de Construcción de Espacios Educativos de Veracruz, Karime Aguilera o Luis Bustos García?
A quién hacerle caso, obedecer, entregarle las obras terminadas y principalmente cumplirle con el diezmo, son las broncas a las que dicen estar enfrentándose algunos constructores que trabajan a la COEDUCA.
Y no es para menos.
Luis Bustos, grita a todos los vientos del gobierno Fidelista, que él es quien manda en esa oficina encargada de la edificación y rehabilitación de todas las escuelas de la entidad, que esa es la instrucción del gobernador Fidel Herrera, porque el jefe no confía en la titular Leticia Karime Aguilera Guzmán.
El aparente enfrentamiento entre Karime, la directora de COEDUCA, y Luis, el subdirector administrativo, ha causado confusión en todas aquellas empresas constructoras que han sido contratadas por la dependencia estatal.
Por un lado, dicen algunos afectados, “el subdirector Bustos nos cita en privado para exigirnos por adelantado el diez por ciento de la obra que vamos a realizar; sabemos que tenemos que entrarle porque esas son las reglas del juego para que tengamos acceso a obras, pero lo malo es que después nos mandan llamar de otros lados para que también le entremos, y pues no da para tantas mochadas”.
Muy grave resultaría para la administración que late con fuerza, que estén dándose esas diferencias de intereses en COEDUCA, entre la directora y el segundo de abordo quien, quiera o no Karime, es el que lleva el control del billete que se gasta, y hasta pudiera ser, como vocifera don Luis, que éste sea los ojos de Fidel en esa área tan importante del gobierno del estado, sobre todo si el mandatario desconfía de la arquitecta oriunda de ciudad Cardel.
Pobre Karime, tanto tiempo con el enemigo en casa.
Porque debe señalarse que los antecedentes del subdirector Bustos, lo ubican como un funcionario obsesionado por el poder y amante de la traición, capaz de vender al jefe en turno con tal de saciar su sed de dinero.
Y para no hablar de memorias, menciono, por el momento, dos pasajes vergonzantes de su vida por el servicio público.
UNA…En el cuatrienio de gobierno sustituto de Dante Delgado (1998-2004) fue secretario particular del entonces director del IPE, Manuel Ramos Gurrión, aún cuando el señor Bustos, en su ficha curricular expresa que fungió como asesor.
Bueno, pues resulta que “como hombre de todas las confianzas del titular del IPE”, conocía cada una de las debilidades del político sureño, incluso hasta las íntimas, esas por las que un hombre, por una mujer, pierde la cabeza.
Sabedor de la fragilidad y blandura del jefe del IPE hacia el sexo femenino, Luis Bustos, se encargaba hasta de conseguir el material.
Manuel estaba feliz con su asistente Bustos, hasta llegó a decir que “en toda su vida política, jamás había tenido un auxiliar tan eficiente”.
Desde luego, que el secretario particular, cada quincena recibía sus regalías económicas por esas actividades extras prestadas al titular del IPE.
Fueron muchos los agasajos femeninos para Ramos Gurrión promocionados por Bustos García, quien no conforme con las prebendas financieras con las que era recompensado por su patrón, en algún momento pensó que “exhibiendo al jefe” provocaría su caída del IPE, y él podría convertirse en el sucesor.
Enfermo de poder, planeó la traición y movió los hilos para consumarla.
Fueron muchos los periodistas xalapeños a los que llegaron las fotos comprometedoras en las que, en paños menores, aparecía el director del IPE Manuel Ramos Gurrión, en el hotel Chachalacas, propiedad de la institución.
Desde luego que esas imágenes nunca se publicaron; después se supo que el operador de ese golpe traidor había sido el propio asistente Luis Bustos García.
DOS… Durante seis años, cuatro con el Alemanismo y dos en el Fidelismo, estuvo al cargo de la Dirección de Asuntos Religiosos del gobierno de Veracruz.
En todo ese tiempo sexenal mantuvo maridaje con los representantes de cada una de las iglesias religiosas asentadas en el estado. Su actuación como representante eclesiástico, siempre fue aplaudida por las comunidades encargadas de vender fe, aunque ésta sea de intereses de sus patrocinadores.
Cada vez que los líderes religiosos se entrevistaban con los gobernadores en turno, hablaban “maravillas del funcionario Bustos García”.
Dicho de otra manera…
Entre Luis, los curas y pastores, todo fue siempre miel sobre hojuelas; porque con los propios recursos del estado, eran festejados..
Cuando el gobernador Fidel Herrera decide separar a Bustos de los asuntos religiosos, los evangélicos pusieron el grito en el suelo.
Uno de los tantos que protestaron con la remoción fue Armando Díaz Salazar, en ese tiempo, vocero de la Asociación Ministerial Evangélica de Veracruz (AMEV), quien de pronto descubrió que sin Luis, su amigo y benefactor, se “convertirían en escuelas del crimen, donde existirían hacinamiento y narcotráfico”.
Hágame usted, amable lector, el favor.
¿De a cómo era el billete que le daba Bustos para tener a los evangélicos contentos y a su lado?.
Lo mismo está sucediendo ahora en su nuevo encargo como subdirector de la COEDUCA.
Luis Bustos está moviendo sus hilos de intereses, y no se duda que en contuvernio con constructores, traten de ponerle trampas a la directora Karime Aguilera.
Los informes indican que la jefa y su empleado, tienen diferencias de pesos, o al menos que sean valores entendidos.
Investigarlo y llegar al fondo, ya le corresponde al propio tío Fide.
Finalmente él los hizo compadres.
¿O usted qué opina?