La exhibición, pasarela o manifestación de clones salinistas en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, son síntomas de una muerte anunciada.
A sólo dos semanas del proceso electoral del 5 de julio, los zopilotes merodean ya el edificio de la calle Zamora, sede del Comités Estatal del PAN.
El Partido Acción Nacional, va que vuela a ser víctima de una nueva carnicería electoral en Veracruz, similar a la de septiembre de 2007, donde fue sepultado por el Revolucionario Institucional.
De aquella masacre en el proceso local, a los blanquiazules se les hizo fácil culpar de su fracaso en las urnas al gobierno de Fidel Herrera, a quien señalaron de orquestar una elección de estado, misma que hoy, a dos años de distancia, sigue siendo causal de denuncias en instancias federales.
Sin embargo, los responsables de esos vergonzantes resultados obtenidos en la jornada electoral pasada, donde sólo ganaron 2 de 30 diputaciones locales, y contadas alcaldías de tercera importancia, fueron los propios panistas.
Ellos mismos tendieron la cama a los abanderados de la Fidelidad por Veracruz, al seleccionar a pésimos representantes para las diputaciones locales y alcaldías.
Se sabe hoy que el actual dirigente estatal Enrique Cambranis Torres, encargado en ese proceso electoral del changarro, por renuncia del Pipo Vázquez Cuevas, sembró el divisionismo entre la militancia azul.
El exdiputado local Cambranis, en algunos casos impuso y en otros hasta vendió al mejor postor candidaturas a diputados y a las presidencias municipales, igualito como lo hacen los del tricolor.
Es decir, con su política autoritaria en la selección de candidatos, el oriundo de Jáltipan puso al PRI en charola de plata los distritos electorales y alcaldías, que como la de Veracruz, representaban la Joya de la Corona para Acción Nacional.
En ese inolvidable y fatídico proceso electoral de 2007 para el PAN, no hubo zona de la geografía política del estado en la que Cambranis no impusiera su voluntad, decidiéndose por indeseables candidatos que terminaron dejando al partido calderonista con un pie en la sepultura.
En regiones donde el PAN se había consolidado desde el 2003 como la primera fuerza política al ganar diputaciones federales e importantes presidencias municipales, pasaron de nueva cuenta a formar parte del priísmo.
Incluso el sur de la entidad, justo donde Cambranis tiene sus raíces genealógicas, fue convertido en un verdadero cochinero al no respetarse las decisiones de las mayorías blanquiazules.
Como digno ejemplo de las porquerías que pronto aprendieron a practicar en la sustituta dirigencia panista, podemos mencionar el municipio de Acayucan, donde el precandidato Abel Vázquez González, tuvo que renunciar a sus aspiraciones, al ver que la orden de Cambranis era imponer como candidata a la doctora Elizabeth Benitez, esposa del exalcalde Joel Alarcón, y cuya dama sólo alcanzó 4 mil 600 votos de los más de 30 mil que estuvieron en juego el día de la elección.
Y lo mismo sucedió en Cosoleacaque, Coatzacoalcos, Minatitlán, Nanchital, al igual que en Poza Rica, Pánuco, Tuxpan, Córdoba, Orizaba, y otros destacados municipios.
Que Cambranis Torres, en el proceso de selección de candidatos del 2007, en muchos casos haya actuado con el hígado y no con el cerebro, los descalabros sufridos en las urnas fueron el pago a la ambición personal o sed de venganza del exlegislador local plurinominal.
No hay dudas que el PAN de la mano de Cambranis, va ir muriendo políticamente en Veracruz.
Los bochornosos escenarios que están a la luz del día en distritos electorales como Córdoba y Orizaba, hablan de la falta de liderazgo. Por un lado, la imposición tardía de Carlos Hermosillo, y por la otra, la pugna interna por favorecer a Tomás Trueba Gracían, pese a que Arturo Nieves, ganó la elección interna. Situación similar se dio en Veracruz puerto, donde sacaron al yunista José Luis Cerecedo Candelaria para meter a Paco Ávila Camberos, ese exalcalde al que los años se le vinieron encima, y agobiado por el cansancio, no termina de despegar su candidatura.
Por todo el cochinero en que se ha convertido cada proceso de selección a candidatos a puestos de elección popular, el próximo domingo 5 de julio, el partido fundado por Gómez Morín, sufrirá otra dolorosa derrota electoral en manos de los priístas.
Y un nuevo descalabro ante la falta de votos de la ciudadanía, dejará al panismo estatal otra vez moribundo, sin nada que pueda aspirar ni ofrecer en el 2010, en la renovación del Poder Ejecutivo.
Después de la elección federal, aquel valiente que sea el candidato al gobierno del estado, encontrará un partido hundido en el descrédito y el repudio ciudadano, gracias al pésimo trabajo de sus dirigentes, que sólo han visto en el PAN la forma de acaparar poder y fortuna, porque no se olvida cómo unos cuántos legisladores locales, protegidos y cómplices de Cambranis Torres, estuvieron haciendo negocios millonarios con las obras de la delegación estatal de la SEDESOL.
Quien haya ordenado las bajezas de los clones salinistas alusivos al PRI, se le fueron las cuatro patas. El escándalo está siendo aprovechado por la propia dirigencia estatal del PAN misma que, en contubernio con mercenarios del periodismo, principalmente en la zona sur del estado, buscan amarrar navajas entre los grupos representativos del partido. Esos plumíferos, al servicio del mejor postor y del poder en turno, en los últimos días se han dado a la tarea de distorsionar los encabezados de las notas informativas, producto de entrevistas periodísticas a connotados panistas con fuerza real en aquella región.
El objetivo de Cambranis y los periodiqueros, es causar enfrentamientos con miras a los preparativos del 2010.
Entonces, quién entiende al PAN, dizque quieren el poder en San Lázaro para ayudar al presidente en sus reformas; sueñan también con apoderarse del palacio estatal de gobierno de Veracruz, pero…
Entre ellos mismo se dan hasta por debajo de la lengua.
No la tiene nada fácil aquel que resulte el nominado de Los Pinos para el 2010; los corruptos del PAN se han enquistado en el partido y seguirán siendo su desgracia.
¿O usted qué opina?
A sólo dos semanas del proceso electoral del 5 de julio, los zopilotes merodean ya el edificio de la calle Zamora, sede del Comités Estatal del PAN.
El Partido Acción Nacional, va que vuela a ser víctima de una nueva carnicería electoral en Veracruz, similar a la de septiembre de 2007, donde fue sepultado por el Revolucionario Institucional.
De aquella masacre en el proceso local, a los blanquiazules se les hizo fácil culpar de su fracaso en las urnas al gobierno de Fidel Herrera, a quien señalaron de orquestar una elección de estado, misma que hoy, a dos años de distancia, sigue siendo causal de denuncias en instancias federales.
Sin embargo, los responsables de esos vergonzantes resultados obtenidos en la jornada electoral pasada, donde sólo ganaron 2 de 30 diputaciones locales, y contadas alcaldías de tercera importancia, fueron los propios panistas.
Ellos mismos tendieron la cama a los abanderados de la Fidelidad por Veracruz, al seleccionar a pésimos representantes para las diputaciones locales y alcaldías.
Se sabe hoy que el actual dirigente estatal Enrique Cambranis Torres, encargado en ese proceso electoral del changarro, por renuncia del Pipo Vázquez Cuevas, sembró el divisionismo entre la militancia azul.
El exdiputado local Cambranis, en algunos casos impuso y en otros hasta vendió al mejor postor candidaturas a diputados y a las presidencias municipales, igualito como lo hacen los del tricolor.
Es decir, con su política autoritaria en la selección de candidatos, el oriundo de Jáltipan puso al PRI en charola de plata los distritos electorales y alcaldías, que como la de Veracruz, representaban la Joya de la Corona para Acción Nacional.
En ese inolvidable y fatídico proceso electoral de 2007 para el PAN, no hubo zona de la geografía política del estado en la que Cambranis no impusiera su voluntad, decidiéndose por indeseables candidatos que terminaron dejando al partido calderonista con un pie en la sepultura.
En regiones donde el PAN se había consolidado desde el 2003 como la primera fuerza política al ganar diputaciones federales e importantes presidencias municipales, pasaron de nueva cuenta a formar parte del priísmo.
Incluso el sur de la entidad, justo donde Cambranis tiene sus raíces genealógicas, fue convertido en un verdadero cochinero al no respetarse las decisiones de las mayorías blanquiazules.
Como digno ejemplo de las porquerías que pronto aprendieron a practicar en la sustituta dirigencia panista, podemos mencionar el municipio de Acayucan, donde el precandidato Abel Vázquez González, tuvo que renunciar a sus aspiraciones, al ver que la orden de Cambranis era imponer como candidata a la doctora Elizabeth Benitez, esposa del exalcalde Joel Alarcón, y cuya dama sólo alcanzó 4 mil 600 votos de los más de 30 mil que estuvieron en juego el día de la elección.
Y lo mismo sucedió en Cosoleacaque, Coatzacoalcos, Minatitlán, Nanchital, al igual que en Poza Rica, Pánuco, Tuxpan, Córdoba, Orizaba, y otros destacados municipios.
Que Cambranis Torres, en el proceso de selección de candidatos del 2007, en muchos casos haya actuado con el hígado y no con el cerebro, los descalabros sufridos en las urnas fueron el pago a la ambición personal o sed de venganza del exlegislador local plurinominal.
No hay dudas que el PAN de la mano de Cambranis, va ir muriendo políticamente en Veracruz.
Los bochornosos escenarios que están a la luz del día en distritos electorales como Córdoba y Orizaba, hablan de la falta de liderazgo. Por un lado, la imposición tardía de Carlos Hermosillo, y por la otra, la pugna interna por favorecer a Tomás Trueba Gracían, pese a que Arturo Nieves, ganó la elección interna. Situación similar se dio en Veracruz puerto, donde sacaron al yunista José Luis Cerecedo Candelaria para meter a Paco Ávila Camberos, ese exalcalde al que los años se le vinieron encima, y agobiado por el cansancio, no termina de despegar su candidatura.
Por todo el cochinero en que se ha convertido cada proceso de selección a candidatos a puestos de elección popular, el próximo domingo 5 de julio, el partido fundado por Gómez Morín, sufrirá otra dolorosa derrota electoral en manos de los priístas.
Y un nuevo descalabro ante la falta de votos de la ciudadanía, dejará al panismo estatal otra vez moribundo, sin nada que pueda aspirar ni ofrecer en el 2010, en la renovación del Poder Ejecutivo.
Después de la elección federal, aquel valiente que sea el candidato al gobierno del estado, encontrará un partido hundido en el descrédito y el repudio ciudadano, gracias al pésimo trabajo de sus dirigentes, que sólo han visto en el PAN la forma de acaparar poder y fortuna, porque no se olvida cómo unos cuántos legisladores locales, protegidos y cómplices de Cambranis Torres, estuvieron haciendo negocios millonarios con las obras de la delegación estatal de la SEDESOL.
Quien haya ordenado las bajezas de los clones salinistas alusivos al PRI, se le fueron las cuatro patas. El escándalo está siendo aprovechado por la propia dirigencia estatal del PAN misma que, en contubernio con mercenarios del periodismo, principalmente en la zona sur del estado, buscan amarrar navajas entre los grupos representativos del partido. Esos plumíferos, al servicio del mejor postor y del poder en turno, en los últimos días se han dado a la tarea de distorsionar los encabezados de las notas informativas, producto de entrevistas periodísticas a connotados panistas con fuerza real en aquella región.
El objetivo de Cambranis y los periodiqueros, es causar enfrentamientos con miras a los preparativos del 2010.
Entonces, quién entiende al PAN, dizque quieren el poder en San Lázaro para ayudar al presidente en sus reformas; sueñan también con apoderarse del palacio estatal de gobierno de Veracruz, pero…
Entre ellos mismo se dan hasta por debajo de la lengua.
No la tiene nada fácil aquel que resulte el nominado de Los Pinos para el 2010; los corruptos del PAN se han enquistado en el partido y seguirán siendo su desgracia.
¿O usted qué opina?
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