miércoles, 17 de junio de 2009

UN COCHINERO LA REELECCIÓN DE LOBILLO


El Lobillo mañoso se ha engolosinado con el billete de la Universidad Veracruzano, y quiere reelegirse para seguir mamando de la ubre
Raúl Arias anda perdido y locamente desatado, prometiendo la luna y las estrellas a familiares de los miembros del Consejo Universitario para que lo apoyen en su proyecto reeleccionista.
Hace lo mismo con algunos amigos cercanos al gobernador Fidel Herrera, para que intercedan ante el mandatario en sus aspiraciones de gobernar la UV por otro periodo más.
Es decir, anda tocando todas las puertas que aseguren su permanencia en la máxima Casa de Estudios de la entidad en los próximos cuatro años.
Y es tan evidente la desesperación de Lobillo, que se presume, anda “ofreciendo decenas de plazas de investigadores de tiempo completo, a cambio de su reelección”.
Lo que ha provocado que la comunidad universitaria pegue de gritos ante los nueve integrantes del Consejo Universitario, quienes finalmente serán los que decidan y avalen el nombramiento del nuevo rector de la UV.
Sólo de imaginar que el Casanovas Lobillo permanezca en la rectoría de la UV hasta finales del 2013, pone los pelos de punta a investigadores, catedráticos, estudiantes, empleados, trabajadores, y líderes de los sindicatos universitarios.
Todos, en general, repudian y están en contra de que Raúl Arias repita como rector, como son sus deseos de enquistarse en el poder de la Universidad Veracruzana.
Y no es para menos su desprecio a quien ya pitorrean como “el mil amores de Las Lomas”.
En los cinco años de rector, ha convertido a la UV en el blanco de los escándalos, bien por sus debilidades sentimentales, como por los quebrantos financieros en agravio de las finanzas universitarias.
Primero las burradas jurídicas de los asesores de Lobillo para perder un juicio civil que le cuesta a la UV 60 millones de pesos, por no atender la demanda de la empresa orizabeña Rodríguez Pasquel y Sucesores, la cual, de sólo exigir el pago de 5 millones de pesos por concepto de alquiler de unas 3 mil computadoras, por negligencia de las autoridades universitarias, la deuda se incrementó a más de 100 millones, misma que al ser renegociada, los demandantes fueron bondadosos al rebajar 40 millones de pesos.
Y en segundo, el llamado “error técnico” del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior, el CENEVAL, que permitió el ingreso a la UV de mil 600 aspirantes sin derecho a inscripción, cerrándole las puertas a los estudiantes que sí habían ganado un lugar en las diferentes carreras que se ofrecen.
Tan dudoso “error”, cometido por una institución tan prestigiada como el CENEVAL, costó a las arcas universitarias nada menos que 250 millones de pesos, al tener que aceptar a esos mil 600 alumnos con todo el derecho para inscribirse en la UV.
Pero esa presunta pifia del CENEVAL, sirvió también para que muchas voces señalaran la cloaca que cada año se destapa en la Universidad estatal con motivo del periodo de selección de los nuevos futuros aspirantes.
Versiones no desmentidas, aseguran que esos mil 600 estudiantes que sin derecho a matricularse habían sido favorecidos a ingresar a la UV, eran los clásicos recomendados de los políticos y funcionarios del gabinete Fidelista, quienes tuvieron que entrarle hasta con 20 mil pesos para obtener, bajo el cochupo, un lugar en las aulas universitarias.
Para mala fortuna de los operadores del millonario negocio, se presume gente muy cercana al rector Lobillo, hubo un padre de familia que exigió al CENEVAL entrega y revisión del examen de admisión que su hijo había presentado meses antes, resultando que ese joven aspirante fue de los que obtuvo los más altos porcentajes de calificación.
Y entonces, que se arma el escándalo.
Para desactivar la bomba que tenía en las manos porque más de de 17 mil “rechazados” podrían también pedir revisión de exámenes, Arias Lobillo y representantes del CENEVAL, no teniendo otro camino, decidieron dejar a los que sin derecho permitieron se inscribieran, pero también aceptaron a quienes por “error técnico” habían quedado fuera de la UV.
Lo extraño es que, aun cuando el CENEVAL aceptó la responsabilidad de la “equivocación”, Lobillo nunca explicó porqué la UV tenía que aportar los 250 millones que costó la irresponsabilidad de selección de la lista final de aceptados de la UV el año pasado.
Y si el CENEVAL cumplió dicha aportación para resarcir el daño, Lobillo tampoco reportó el ingreso de esos 250 millones de pesos.
Y así como los dos ejemplos antes mencionados, Raúl arias ha venido cometiendo toda una serie de pendejadas, que muchos llaman negocios millonarios, al amparo del poder en la Universidad Veracruzana.
De tal magnitud han sido los quebrantos financieros en perjuicio de la UV bajo el mando de Lobillo, que el gobernador Herrera se vio en la necesidad de intervenir el año pasado para que los diputados autorizaran una partida extra al actual rector, dizque para estudios de investigación.
Sin lugar a dudas, el ciclo de Raúl Arias, ha terminado al frente de la UV; el daño causado a la máxima Casa de Estudios de Veracruz está en las narices de propios y extraños.
El actual rector, anda vociferando a los cuatro vientos que “repetiré en la rectoría porque Fidel Herrera me apoya”.
Yo pregunto…
¿Será capaz mi amigo el gobernador, de convertirse en cómplice de todas las tropelías cometidas por ese Lobillo mañoso y corrupto?
¿O usted qué opina?

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