Seguramente la lista es larga, y son aquellos que todavía se desgarran las vestiduras diciéndose Fidelistas de hueso colorado, cuando en realidad sólo se subieron al barco de la Fidelidad para enriquecer en forma criminal.
Y muchos de ellos son barril sin fondo, quieren más, y están listos para irse de candidatos el año que viene.
El próximo 4 de julio en la entidad serán electos un gobernador, 50 diputados locales y 212 presidentes municipales.
De todos los que triunfen, una vez que asuman el poder, cuántos traicionarán al Partido Revolucionario Institucional y darán puñaladas por la espalda al gobernador Fidel Herrera.
Indudable que se trata de una interrogante muy oportuna, que no puede desecharse, menos tirarse a saco roto…
Principalmente hoy que estamos viendo el bochornoso y vergonzante espectáculo que ofrece en Iztapalapa Rafael Acosta alias “Juanito”, a quien los pejistas y el PT buscaron por pendejito, pero que resultó todo un dolor de cabeza para el jefe del Gobierno del Distrito Federal Marcelo Ebrard y asambleístas del PRD.
Quién no recuerda al “Juanito” protestando como candidato sustituto al gobierno de Iztapalapa rendido ante los pies de Andrés Manuel López Obrador.
El auto-nombrado presidente legítimo de México significaba el dios en la tierra para Rafael Acosta; éste lo veneraba y seguía como Pedro a Cristo.
Finalmente la historia del Mesías y su discípulo, se repitió con López Obrador y el “Juanito” defeño...
Antes que cantara el gallo, Acosta traicionó al Peje y ahora, al que se refería como “Presidente espurio”, es para “Juanito” el señor presidente Felipe Calderón, y el Obrador que adoraba, pasó a ser su peor pesadilla.
Siempre he dicho que el poder marea a los inteligentes y enloquece a los pendejos, y el caso de “Juanito” es similar, idéntico, a gran número de políticos veracruzanos que, cubiertos con máscaras de agarra-pendejos, han traicionado la confianza que depositó en ellos el gobernador Fidel Herrera.
La película de Iztapalapa, no se encuentra exenta de exhibirse en tierras de Veracruz.
Entre todos los que hoy se dicen precandidatos del PRI Fidelista, podrían estar agazapados muchos “Juanitos”, sin que el tío Fide los tenga identificados.
Y no hago referencia exclusiva a cualquier precandidato a diputado local o alcalde, incluyo también a los que están inscritos para alcanzar la nominación a la gubernatura.
Porque justo ahora, cuando todavía no alcanzan la categoría de candidatos oficiales del partido tricolor, se observa que algunos de éstos andan transformados e irreconocibles, es decir, han enloquecido por completo, adelantaron en forma por demás anticipada su paseo por las nubes.
Yo pregunto…
¿Qué será cuando suban al trono?
¿Cómo actuará, qué pensará el delfín de Fidel, una vez que gane la elección y lo sustituya en palacio de gobierno?
Al igual como lo hizo “Juanito” con López Obrador, el alumno predilecto que finalmente resulte el escogido, prometerá a Fidel lealtad indestructible…
¿Pero, cumplirá?
¿Podrá Fidel dormir tranquilo y en paz, seguro de haber heredado el poder a la persona idónea?
La respuesta está en el aire, hoy en la etapa selectiva del candidato a gobernador, y mañana cuando el elegido asuma el poder, y sólo el tiempo lo dirá.
Por lo pronto, Rafael Acosta, el “Juanito”, debe considerarse un aprendizaje reflexivo para quien tendrá la responsabilidad en Veracruz de seleccionar a los mejores hombres y mujeres que habrán de representar al PRI en el 2010.
El de Iztapalapa, es un monstruo creado por la confianza de López Obrador.
Que después del 4 de julio no se diga en Veracruz, que el ganador es un monstruo elaborado consentido y mimado en el seno de la Fidelidad.
¿O usted qué Opina?