EL INFIERNO DE DANTE

Dante Delgado presentó su proyecto futurista “Veracruz 6:30”.
Que para todos los presentes en el anuncio oficial, no significa otro cuento que el arranque del senador Convergente en su nuevo intento por alcanzar la gubernatura de Veracruz en el 2010.
Es innegable que Dante sigue abrazando el sueño de volver a llegar a palacio de gobierno por la vía constitucional del voto de los veracruzanos.
Ya despachó cuatro años como gobernador interino, del 1 de diciembre de 1988 al 30 de noviembre de 1992, al cubrir la vacante de don Fernando Gutiérrez Barrios, quien se fue a la Secretaría de Gobernación a invitación del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
Tampoco puede ocultarse que ese mandato estatal sustituto le trae a Dante recuerdos desagradables, y que pese a los años transcurridos aún duelen y lastiman.
Por lo tanto, convertirse de nueva cuenta en mandatario del estado, esta vez por seis años y por decisión electoral de los veracruzanos, es para Dante la reivindicación con su pueblo.
En 2004 Dante buscó la gubernatura y cayó hasta el tercer lugar de las votaciones, después del candidato triunfador Fidel Herrera Beltrán, del PRI, y del panista Gerardo Buganza Salmerón.
Dos años después, en las elecciones federales de julio de 2006, representando a la coalición PRD-PT-Convergencia, Delgado Rannauro triunfa en las urnas y se convierte en senador de la república, representante del estado de Veracruz.
Haber arrasado en las urnas y ganar un escaño senatorial, sirvió a Dante revivir sus sueños y esperanzas para el 2010.
Muchos actores políticos ubican a Dante como pieza clave para entender y descifrar el enigma que dicen, envuelve la jornada electoral del próximo 4 de julio en Veracruz, donde habrán de renovarse los poderes ejecutivo y legislativo y las 212 presidencias municipales.
Esos mismos personajes del acontecer político estatal, ven en el senador cordobés al protagonista principal que como candidato podría inclinar la balanza el día de las elecciones, bien a favor del PRI o del PAN.
Son pocos aquellos que ven a Dante Alfonso posibilidades de levantarse con la victoria en los comicios locales y repetir como gobernador de Veracruz para el período constitucional 2010-2016.
Incluso los agoreros del desastre, ubican a Dante como “muerto político” para el 2010, sin ninguna posibilidad de triunfo, principalmente hoy que la Fidelidad ha inundado Veracruz y amenaza con quedarse, vía el candidato Fidelista, otros seis años en palacio de gobierno.
Por lo que el Fidelismo representa para los veracruzanos, todos se preguntan a qué aspira Dante y su proyecto “Veracruz 6:30”.
¿Qué lectura hay que darle a éste nuevo plan político del senador Delgado?
Porque el lunes de su presentación en el World Trade Center de Boca del Río, lejos de ofrecerles a los asistentes al evento explicación lógica del significado real de lo que busca y quiere, el senador convergente prefirió dejar a todos sumidos en las dudas.
Los que presumen saberlo todo y si no lo inventan, aseguran que “Veracruz 6:30”, es otro arrebato, otra locura de Dante, de las muchos que le conocen desde su época como estudiante del ESBAO en Córdoba, donde cualquier artefacto que tomaba en sus manos significaba para él una trinchera de lucha para vencer a sus compañeros de escuela.
Sin embargo, para los fieles al exgobernador interino, el proyecto dantista anunciado es la imagen del súper-hombre, aquel que hará en seis años lo que no se ha construido en Veracruz en los últimos 30 años…
Es decir desde 1986 hasta el 2016, que incluyo los próximos seis años de gobierno, que supone Dante él ejercerá.
Sin lugar a dudas, son grandes los sueños que Dante tiene para Veracruz.
Pero mientras juegue a las adivinanzas con el pueblo, mandándoles a sus amigos, cuates o cómplices, códigos encriptados como ese del “Veracruz 6:30”, o también señales de humo y de manos, ni el mismo sabrá explicar qué es lo que quiere o busca para el estado los siguientes seis años.
Y el horno no está para bollos…
Como tampoco Veracruz para experimentos.
¿O usted qué opina?