NI SUBASTA DE ALCALDÍAS; NI RECOMENDADOS PARA EL 2010

En Veracruz todos quieren ser candidatos del PRI para el 2010.
Desde los ciudadanos y políticos más honestos y transparentes, hasta los pillos y sinvergüenzas sin escrúpulos que, enquistados ya en el poder, desean seguir mamando del erario público.
Todos, los buenos y los malos, sueñan ser cobijados por el manto de la Fidelidad para alcanzar una diputación local o una presidencia municipal, de las que estarán en juego en la jornada electoral del próximo 4 de julio de 2010.
Y no es para menos…
Aún siendo verdaderos desconocidos o corruptos declarados, saben que colgándose de las valencianas del gobernador Fidel Herrera, pueden alcanzar la victoria, tal como lo han hecho muchos de los que hoy despachan en San Lázaro, en la propia Legislatura local, o en las principales presidencias municipales del estado, quienes por méritos propios, jamás alcanzarían llegar donde están.
Por lo tanto, los interesados tienen prendidas las veladoras a San Fidel para lograr primero la candidatura soñada, y luego con el propio efecto de la Fidelidad, ganar la elección constitucional.
Y entre éstos se encuentran apuntados legisladores locales que ahora quieren irse de alcaldes para terminar de enriquecerse; y viceversa, presidentes municipales desesperados que buscan el fuero para cubrir con el manto de la impunidad, todos los latrocinios cometidos en sus ayuntamientos.
En sí la carrera por el 2010 arrancó en Veracruz la semana pasada, tanto para la gubernatura, diputaciones y alcaldías.
Y decidido ya el nombre del abanderado tricolor al gobierno estatal, al parecer en la persona del legislador federal Javier Duarte, viene ahora la escrupulosa y difícil tarea de seleccionar a los 30 candidatos a diputados locales uninominales, y a las 212 alcaldías.
Que sin lugar a dudas, tendrán que ser los mejores hombres y mujeres…
Honorables, de incuestionable reputación social, con alta presencia popular en sus distritos y municipios, y principalmente que sean queridos y aceptados por la gente.
Ya no más candidatos impuestos con negros antecedentes y largas colas de corrupción, como sucedía en el pasado.
No más venta de candidaturas al mejor postor, que resultaban negocios millonarios para el dirigente estatal del PRI en turno, y que con el indio Tizoc al frente del CDE, pudiera repetirse la gran subasta.
Las palizas electorales que el partido tricolor recibió en el pasado fueron precisamente efecto de las pésimas y amañadas selecciones de candidatos a puestos de elección popular, la mayoría de las veces, producto del compadrazgo y amiguismo, y en otras, del poder del dinero.
El mismo Herrera Beltrán siendo candidato al gobierno del estado en 2004, fue víctima de la imposición de aspirantes a diputados y alcaldes por parte del régimen alemanista; la inmensa mayoría de los contendientes priístas que acompañaban al tío Fide en su campaña eran odiados por la gente, que sumado al desprestigio y corrupción en el gobierno del ratón Miguelito, por poco le cuesta a Fidel la gubernatura.
Fueron verdaderos dolores de cabeza los que sufrió Fidel con esas lacras sociales que el PRI del joven Adolfo Mota decidió mandar en la jornada del 2004 para diputados y presidentes municipales…
Al aspirante a gobernador le tocó bailar con la más fea al recibir los reclamos de la gente, y en varios municipios tuvo que salir a defenderse diciendo que “yo no tuve nada que ver con la selección de candidatos”.
Qué mejor e ilustrativa experiencia cuando se vive en carne propia, y seguro, Fidel no guarda gratos recuerdos de aquel proceso electoral de 2004…
Principalmente porque aquella agotadora elección dejó la impresión que mentes perversas buscaron que Fidel fuera arrastrado por la impopularidad y lo detestable de aquellos candidatos a diputados y alcaldes, implantados por los alemanistas. Y vaya que por poco lo logran.
De aquel susto en las urnas, Fidel aprendió y retorció su colmillo político.
Por ello, la enorme diferencia entre los resultados de 2004, con los de 2007 y 2009 en Veracruz.
Concluyo…
Al PRI Fidelista no queda otro camino que elegir a los mejores candidatos para el 2010, si es que no quiere sufrir sorpresas; si alguno que sea garantía de triunfo es despreciado por el tricolor, van a cacharlo los opositores, que andan desesperados por tantas palizas.
¿O usted qué opina?