31 de mayo de 2010
Por: David Varona Fuentes
Ni triunfalismos, ni campanas al vuelo en Veracruz
Es la percepción política del gobernador Fidel Herrera, con miras al proceso electoral del 4 de Julio.
Con esa experimentada forma de actuar, percibir y entender el quehacer político, el mandatario veracruzano da señales de tener firmes y bien puestos los pies sobre la tierra.
Porque aún teniendo en sus manos los informes y reportes que las preferencias ciudadanas dan ventaja al candidato del PRI Javier Duarte, Fidel no deshoja la margarita, no sale a las calles a tronar cuetes, ni tampoco se va de bruces perdido en emociones.
Al contrario, con frialdad, afirma que “todavía no ganamos nada”.
Y no es para menos la actitud reflexiva, analítica y conservadora del gobernador Herrera.
En efecto, como él lo señala en entrevista a un importante diario de circulación nacional…
-“Las encuestas o sondeos, no votan”.
Es evidente que la ponderación de Fidel respecto a los resultados electorales del 4 de Julio, es diferente y contrario a la fiesta adelantada que trae la generala Beatriz Paredes.
La dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, ha dicho que “el tricolor ganará las 12 gubernaturas” del país que estarán en juego en los próximos comicios.
Arrogancia triunfadora que ha generado sinnúmero de críticas a la líder priísta por parte de sus similares de oposición.
Es notable que si Fidel tiene y expresa sus dudas del resultado electoral por encima de que todo indica que la Fidelidad arrasará el 4 de Julio en Veracruz, es porque tiene los pelos en las manos, cuenta con la información privilegiada que el gobierno calderonista y su candidato blanquiazul a la gubernatura preparan un golpe mortal a su gobierno.
Muy por aparte de la politización de los programas sociales de la federación para buscar beneficiar a los candidatos de Acción Nacional, Calderón y Yunes, vía PGR, traman, confabulan, conspiran, clavar la espada a la Fidelidad, antes, durante, o después de las elecciones.
Con anticipación el gobernador del estado anunció los furgones de lodo que los calderonistas preparaban para venir a tirarlos a Veracruz en plena campaña electoral.
Lo sucedido en Quintana, Roo, con el detenido candidato a gobernador de la alianza PRD-PT-Convergencia, Gregorio Sánchez, es evidencia que el Presidente y su partido, el PAN, están dispuestos a todo por conseguir el poder.
Muy independiente de los presuntos nexos con el crimen organizado que le achacan al abanderado del Sol Azteca, ha surgido la versión que Grez Sánchez, como alcalde de Cancún, afectó intereses de la familia Mouriño en el privilegiado sureste mexicano.
Y si a lo de Quintana. Roo, le agregamos el michoacanazo de 2009, que representó zarpazo artero y vil para que el PAN se apoderara de la entidad natal del actual huésped de Los Pinos, el resultado es preocupante, podríamos estar ante un lamentable escenario político-electoral, donde el ejercicio del poder se utiliza como instrumentos de persecución y venganza.
Y para mala suerte de los Fidelistas, Calderón también parece haberse obsesionado por Veracruz; quiere Veracruz para su delfín, el turco Yunes.
Hasta donde se sabe, se comenta, se dice y especula, el PAN y su candidato a gobernador, buscarán quedarse con Veracruz, a la buena o a la mala.
Pero bueno, por la vía democrática corresponde única y exclusivamente a los veracruzanos, decidir el nombre de su próximo gobernador.
Y en cuestiones de afecto, simpatías y reconocimiento al trabajo realizado, es innegable que el gobernador Fidel Herrera tiene el apoyo incondicional del pueblo de Veracruz.
Si hoy fueran los comicios, el PRI Fidelista daría otra descomunal paliza electoral al PAN, como la de septiembre de 2007 y la del 5 de Julio de 2009.
Pero aún así, Fidel es un viejo zorro político que no se cose en el primer hervor, y además desconfía hasta de su sombra.
Que todas las encuestas, las primeras y las últimas, den el triunfo a su delfín Javier Duarte, no es sinónimo de paz ni de tranquilidad para Fidel, principalmente teniendo de adversario al dueño de todos los odios y rencores.
Sabe el gobernador que la política es la ciencia exacta de las circunstancias, es de tiempos y es de ritmos, y que como en el béisbol, nada está escrito hasta que cae el último out.
Mal haría Duarte en andar echando las campanas al vuelo y no compartir las previsiones polìticas de su maestro Fidel Herrera.
Porque, de acuerdo a las informaciones en nuestro poder, el candidato del PRI a la gubernatura, se ha subido a un prolongado paseo por las nubes, influenciado por esos mercachifles del periodismo, esos pseudos-editores, que lo endiosan con tal de asegurar recibir las dádivas oficiales del futuro.
Ese rastrero servilismo de los mercenarios del periodismo, está haciéndole mucho daño al joven Duarte.
Y es un asunto que preocupa en serio a Fidel.
Pero es tema de otro profundo análisis, el día de mañana.
¿O usted qué opina?