BUENOS DÍAS VERACRUZ
7 de mayo de 2010
Por: David Varona Fuentes
Es el momento oportuno para rectificar errores…
Si hubo mano negra que subastó candidaturas priístas a presidentes municipales, es hora de corregir yerros y sanear listas de prospectos, caiga quien caiga.
El proceso electoral del 4 de Julio, no es una elección común y corriente…
El PRI de Veracruz juega su futuro político por la sucesión presidencial de 2012, y si el gobernador Fidel Herrera tiene aspiraciones verdaderas, le corresponde imponer orden en la casa.
Más vale un grito a tiempo, enérgico y contundente que cimbre y desbarate las redes de complicidades tejidas en el CDE del PRI, que un mar de lamentos la noche del 4 de Julio, una vez conocidos los resultados electorales.
Por lo tanto basta ya de ensayos e imposiciones de candidatos que, aprovechando el mercado de alcaldías que oferta Jorge Carvallo Delfín, se atragantaron comprando las que más convenía a sus intereses.
En efecto, elegir en el PRI a por lo menos 150 candidatos para los municipios más importantes del estado, presumen, significó una verdadera danza de millones de pesos en beneficio exclusivo del mexiquense.
Componendas y negocios que han enrarecido el escenario político al candidato tricolor a la gubernatura Javier Duarte.
Es cuarto para las doce en el reloj político estatal y es hora que el priísmo veracruzano no alcanza la unidad partidista; siguen sacudiéndolo vientos de inconformidades y protestas al persistir los jaloneos por las candidaturas a presidentes municipales.
Con subasta o venta de alcaldías, en nada están ayudándole al joven abanderado Duarte, quien ya de por sí trae a su lado a toda una banda de chamacos inútiles que no sirven para una chingada, por lo que el cordobés está obligado también a enmendar fallas.
Es cierto, Fidel se encuentra posicionado en la ciudadanía estatal, su margen de aceptación popular alcanza el 80 por ciento.
Pero el gobernador no puede confiar el resultado electoral exclusivamente a su popularidad social entre los veracruzanos. No debe olvidar que en política como en el beisbol, nada está escrito, nada es seguro; de un momento a otro el escenario pudiera convertirse adverso.
Fidel se encuentra confiado que el PRI y su candidato Duarte ganarán la gubernatura de Veracruz el primer domingo de Julio, pero no debería aspirar a que el triunfo sea pírrico y miserable en diferencia de votos.
Si desde la cúpula priísta estatal persiste la obsesión de imponer como candidatos a los amigos y compadres que bien pagaron por las alcaldías, el tricolor no puede soñar con ganar la gubernatura con resultados abultados ni escandalosos.
El PRI requiere para las alcaldías a candidatos populares, respetados y queridos en sus municipios, que no tengan colas que les pisen, y que puedan acarrearle los miles de sufragios al aspirante a gobernador.
Para el PRI Fidelista no hay mañana…
O el gobernador Herrera toma al toro por los cuernos y sacude el árbol priísta para que caigan las manzanas podridas, o se sienta tranquilo y complaciente a esperar el veredicto electoral del 4 de Julio, confiado en su posicionamiento ciudadano.
Todo indica que la gran batalla por el gobierno de Veracruz se dará entre el PRI con Duarte y la alianza de Dante Delgado, y no con el representante de todos los odios y rencores.
Por lo que es importante que Fidel evite desgastarse en forma inútil pensando en que “ahí viene el coco azul”, que la verdad, salvo los miedos de Reynaco Escobar, ya no espanta a nadie. Está visto que el enemigo a vencer es Dante.
En resumen…
Basta ya de marrullerías, intrigas y chismes palaciegos que llegan al gobernador de Veracruz.
Fidel muestra estar hasta la madre de que muchos falsos aduladores y mercenarios de la pluma, le lleven eso, patrañas de intereses personales.
Y reitero…
El 4 de Julio será el día de Fidel y del PRI veracruzano, para poder mirar el 2012.
Pero hay que tener muy firmes los pies en la tierra.
¿O usted qué opina?
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