BUENOS DIAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Miércoles 30 de mayo del 2012.
Es uno de los muchos libros que el desaparecido periodista Jesús Blancornelas, fundador del Semanario Zeta de Tijuana, dejó como legado de un periodismo crítico.
Decidió ese título porque estaba sentenciado a muerte:
“Lo que viva ya es extra”, solía decir.
Antes de terminar de escribirlo en 2003 había logrado salvar la vida una y mil veces de los atentados que en su contra perpetraban sicarios del narcotráfico.
Las bandas del narcotráfico siempre buscaron asesinar a Blancornelas en represalia a los artículos periodísticos que todos los días daban cuenta de sus actividades ilícitas.
¿Por qué el comentario recordando al maestro Blancornelas y su texto Horas extras?
Tiene su explicación:
Sean chistes, bromas, verdad o mentiras, lo cierto es que en forma insistente, todos los días, en corrillos del vetusto palacio de gobierno surgen rumores de que el actual presidente municipal de Tuxpan, Alberto Silva, está “viviendo horas extras”.
Cuentan quienes saben de esa pesadilla que Silva, Identificado por unos como el Cisne vive momentos de angustia, pánico, terror, zozobra, en pocas palabras su vida es un infierno.
¿Pero… por qué?
Hasta donde se sabe el joven alcalde es de los preferidos de las estrellas; todos los días busca pretexto inaugurar un metro de guarnición y banqueta, pintar una barda, regalar cuadernos y despensas para tener cerca al gobernador Duarte, quien a veces no sabe si quedarse en Boca del Río o salir volando a Tuxpan.
Y ni quien dude de las simpatías del mandatario estatal hacia Silva; una muestras más es la orden a los serviles diputados locales para que autorizaran al ayuntamiento que preside contrate un crédito de 100 millones de pesos a pagar en 15 años.
Y esos excesos de cariño han logrado que Silva se maree y pierda el piso.
El poder y el dinero marean a los inteligentes y enloquecen a los pendejos.
Desde el primer día de su administración se encuentra obsesionado en destacar por encima de su homologo boqueño, a quien considera su rival a vencer en 2016.
Han transcurrido apenas 5 meses del actual año fiscal y Alberto Silva se gastó los 249 millones 741 pesos de presupuesto autorizado para 2012.
Todo dilapidado en imagen pública.
Enfermo de poder el presidente municipal de Tuxpan se ha peleado con todos.
Los medios de información críticos no lo bajan de ratero y sinvergüenza, y él los reta que lo denuncien ante la autoridad correspondiente si tienen pruebas de su deshonestidad al frente de la comuna.
Y la relación con la prensa se recrudeció cuando bajo el manto de la complicidad con el entonces procurador Escobar Pérez el alcalde inventó que periodistas querían chantajearlo con 1 millón de pesos para no publicar información que perjudicaría su vida política y personal.
La información referida trataba de un hijo de Alberto Silva fuera de matrimonio, acusación que siempre negó pero que después tuvo que aceptar ante la amenaza de la mamá del niño de exhibirlo de mentiroso.
Con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) mantiene batalla campal por negarse a pagar 70 millones de pesos de adeudo por prestaciones médicas y económicas otorgadas a trabajadores y empleados del ayuntamiento; el IMSS tuvo que embargarle las partidas federales antes que arribaran a la tesorería municipal.
Esa soberbia de Silva de saberse el “chiqueón” de Javier Duarte y sus deseos de congraciarse con él, lo llevaron a cometer errores todavía más graves.
Retar al crimen organizado, pitorreándose de los delincuentes, advirtiéndoles que no les tenía miedo que los esperaba en Tuxpan, como lo hizo el pasado 9 de marzo, significó también meterse al camino sin retorno.
Las detonaciones del 30 de julio y 9 de agosto del 2011 en el corazón de Tuxpan, son las primeras respuestas de la letra a las bravatas del carga maletas del tío Fide.
Como era de esperarse Silva se arrugó y corrió al lado de su amigo el gobernador a quien suplicó solicitara el ingreso del Veracruz Seguro a su municipio.
Es tanto su miedo que hoy se traslada en vehículos con el más alto blindaje.
Los enemigos del periodista y escritor Blancornelas nunca lograron el objetivo criminal; mal herido y lleno de plomo pero Jesús siempre la libró para contarla en Horas extras. Perdió la batalla contra el cáncer pulmonar, no por las balas.
¿Qué pasará con el Cisne?
¿También vive horas extras?
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
-NOTICIERO EN VIVO-
-BUENOS DÍAS VERACRUZ-
-11am Por:
www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com
David Varona Fuentes
Miércoles 30 de mayo del 2012.
Es uno de los muchos libros que el desaparecido periodista Jesús Blancornelas, fundador del Semanario Zeta de Tijuana, dejó como legado de un periodismo crítico.
Decidió ese título porque estaba sentenciado a muerte:
“Lo que viva ya es extra”, solía decir.
Antes de terminar de escribirlo en 2003 había logrado salvar la vida una y mil veces de los atentados que en su contra perpetraban sicarios del narcotráfico.
Las bandas del narcotráfico siempre buscaron asesinar a Blancornelas en represalia a los artículos periodísticos que todos los días daban cuenta de sus actividades ilícitas.
¿Por qué el comentario recordando al maestro Blancornelas y su texto Horas extras?
Tiene su explicación:
Sean chistes, bromas, verdad o mentiras, lo cierto es que en forma insistente, todos los días, en corrillos del vetusto palacio de gobierno surgen rumores de que el actual presidente municipal de Tuxpan, Alberto Silva, está “viviendo horas extras”.
Cuentan quienes saben de esa pesadilla que Silva, Identificado por unos como el Cisne vive momentos de angustia, pánico, terror, zozobra, en pocas palabras su vida es un infierno.
¿Pero… por qué?
Hasta donde se sabe el joven alcalde es de los preferidos de las estrellas; todos los días busca pretexto inaugurar un metro de guarnición y banqueta, pintar una barda, regalar cuadernos y despensas para tener cerca al gobernador Duarte, quien a veces no sabe si quedarse en Boca del Río o salir volando a Tuxpan.
Y ni quien dude de las simpatías del mandatario estatal hacia Silva; una muestras más es la orden a los serviles diputados locales para que autorizaran al ayuntamiento que preside contrate un crédito de 100 millones de pesos a pagar en 15 años.
Y esos excesos de cariño han logrado que Silva se maree y pierda el piso.
El poder y el dinero marean a los inteligentes y enloquecen a los pendejos.
Desde el primer día de su administración se encuentra obsesionado en destacar por encima de su homologo boqueño, a quien considera su rival a vencer en 2016.
Han transcurrido apenas 5 meses del actual año fiscal y Alberto Silva se gastó los 249 millones 741 pesos de presupuesto autorizado para 2012.
Todo dilapidado en imagen pública.
Enfermo de poder el presidente municipal de Tuxpan se ha peleado con todos.
Los medios de información críticos no lo bajan de ratero y sinvergüenza, y él los reta que lo denuncien ante la autoridad correspondiente si tienen pruebas de su deshonestidad al frente de la comuna.
Y la relación con la prensa se recrudeció cuando bajo el manto de la complicidad con el entonces procurador Escobar Pérez el alcalde inventó que periodistas querían chantajearlo con 1 millón de pesos para no publicar información que perjudicaría su vida política y personal.
La información referida trataba de un hijo de Alberto Silva fuera de matrimonio, acusación que siempre negó pero que después tuvo que aceptar ante la amenaza de la mamá del niño de exhibirlo de mentiroso.
Con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) mantiene batalla campal por negarse a pagar 70 millones de pesos de adeudo por prestaciones médicas y económicas otorgadas a trabajadores y empleados del ayuntamiento; el IMSS tuvo que embargarle las partidas federales antes que arribaran a la tesorería municipal.
Esa soberbia de Silva de saberse el “chiqueón” de Javier Duarte y sus deseos de congraciarse con él, lo llevaron a cometer errores todavía más graves.
Retar al crimen organizado, pitorreándose de los delincuentes, advirtiéndoles que no les tenía miedo que los esperaba en Tuxpan, como lo hizo el pasado 9 de marzo, significó también meterse al camino sin retorno.
Las detonaciones del 30 de julio y 9 de agosto del 2011 en el corazón de Tuxpan, son las primeras respuestas de la letra a las bravatas del carga maletas del tío Fide.
Como era de esperarse Silva se arrugó y corrió al lado de su amigo el gobernador a quien suplicó solicitara el ingreso del Veracruz Seguro a su municipio.
Es tanto su miedo que hoy se traslada en vehículos con el más alto blindaje.
Los enemigos del periodista y escritor Blancornelas nunca lograron el objetivo criminal; mal herido y lleno de plomo pero Jesús siempre la libró para contarla en Horas extras. Perdió la batalla contra el cáncer pulmonar, no por las balas.
¿Qué pasará con el Cisne?
¿También vive horas extras?
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
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