BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Viernes 17 de agosto del 2012.
Otra vez, limosneros de la Federación.
A causa de los estragos de la Tormenta Ernesto, el gobierno de Veracruz levanta su mano pedigüeña al presidente Felipe Calderón.
Otra vez, a cubrir los tormentosos y engorrosos trámites para mendingar al Fondo Nacional para Desastres Naturales entregue lo que por ley debe dar a los estados y municipios que sufran de contingencias.
Y otra vez más, a esperar el tiempo hasta que el titular del FONDEN, por órdenes de la Presidencia de la República o de la Secretaría de Gobernación, se digne en entregar los recursos basados en las declaratorias de emergencias.
Con Ernesto, como cada año, la misma historia:
Ríos desbordados, casas y escuelas inundados, carreteras devastadas, siembras y cultivos con pérdida total, y lo más grave, muertes de vidas humanas al ser arrastradas por la incontrolable fuerza de las corrientes de agua.
Lo material, tarde que temprano, con FONDEN o sin él, es repuesto.
Lo inadmisible es que de nueva cuenta, hogares veracruzanos hayan enlutado y familiares estén llorando a sus seres queridos.
Para curarse en salud y librarse de toda responsabilidad alcaldes de los municipios donde ocurrieron las desgracias echarán la culpa a los muertitos de haber sido imprudentes ante la embestida asesina de la Tormenta Tropical Ernesto. Saldrán a decir que ellos activaron sus cuerpos de Protección Civil Municipales y que los irresponsables son los ciudadanos por no seguir al pie de la letra todas y cada una de sus indicaciones.
Total, aunque sea mentira, como seguramente lo es, los que murieron no pueden defenderse.
Pero, finalmente qué se remedia con el reparto de culpas, no revivirá a quienes tuvieron la desgracia de morir por los efectos de los fenómenos de la naturaleza.
Lo importante será que las desgracias de vidas humanas sirvan de experiencia trágica y conmuevan a los presidentes municipales para que inviertan parte del presupuesto de sus ayuntamientos en materia preventiva.
Una vez más el gobierno estatal a través de la Secretaría de Protección Civil que encabeza Nohemí Guzmán, dio respuesta inmediata a los veracruzanos para salvaguardar vidas y bienes materiales; desde que el continuo monitoreo pronosticó que la tormenta Ernesto tocaría tierras veracruzanas, la funcionaria estatal activó todo el aparato de prevención social.
Y los resultados de doña Nohemí, fueron favorables.
Sin embargo, no todo es responsabilidad de las autoridades estatales, los ayuntamientos tienen que hacer su aportación preventiva, la conjugación de esfuerzos y responsabilidades compartidas darán mejores respuestas.
Está comprobado que los alcaldes derrochan el erario público en pago de aviadores que tienen en las llamadas nóminas secretas que inventaron los panistas para sus amigos periodistas, familiares, compadres, amantes, novias y novios. Pero son reacios a invertir en la creación de direcciones municipales de Protección Civil, equiparlas y preparar a todo un equipo diestro en actividades de prevención ante desastres naturales.
Y cuando lamentablemente en situaciones de contingencia se presentan muertes, salen a fingir dolor por las tragedias ajenas que pudieron evitarse.
Por lo pronto ahora, pasada la emergencia de la Tormenta Ernesto, a contar los daños que, parecían menores, pero la realidad es que sí fueron considerables, principalmente en el municipio de Álamo, según el análisis del titular de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno Federal, Heriberto Félix Guerra, quien acompañado del gobernador Javier Duarte recorrió las zonas afectadas en la zona norte.
Igual que en 2010 cuando por instrucciones de Calderón vino a vivirse por más de 30 días al estado para cuantificar los estragos de la devastación del Huracán Karl, el funcionario federal tomó nota de todo y levantó su censo de afectaciones que sí son cuantiosas, tanto en la zona norte, centro y sur; en la conurbación Veracruz-Boca del Río-Medellín, otras veces severamente castigada, esta ocasión fueron mínimos los daños.
El gobernador Duarte y el secretario de SEDESOL Heriberto Félix, instruyeron en Álamo la instalación de albergues para las 12 mil familias afectadas así como la entrega de despensas y enseres domésticos.
Pero… ¿Y cuándo los recursos del FONDEN para construir viviendas y escuelas, y rehabilitar puentes, carreteras y caminos rurales?
Esa es la pregunta siempre sin respuesta.
Para los miles de veracruzanos, otra vez, en desgracia, será tormentosa la espera de la liberación y llegada de los apoyos federales.
Faltaría ver si los meses que restan al presidente Calderón alcanzan para que autorice el destrabe y desburocratización de los recursos vía FONDEN para la entidad, no debemos olvidar que el pasado condena al gobierno de Veracruz, las uñas de los Fidelistas, dejaron un mal precedente.
De acuerdo a informes de funcionarios del gobierno estatal el FONDEN está en deuda con el pueblo de Veracruz, siguen pendientes partidas millonarias sin autorizar para cubrir daños del huracán Karl.
O al menos que los de la prosperidad mientan y la federación no deba nada relacionado a desastres naturales, y que el dinero para las afectaciones haya sido desviado a campañas políticas, total esa es la escuela del saqueo que a muchos fidelistas incrustados hoy en la ubre Duartista, enseñó y dejó como herencia el innombrable maestro Fidel Herrera.
Todo parece indicar que el gobernador del estado; al final de cuentas, ya se convenció que en su gobierno, no son todos los que están, ni están todos los que son.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
- NOTICIERO BUENOS DÍAS
VERACRUZ - EN VIVO
11:15 am Por:
www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com
David Varona Fuentes
Viernes 17 de agosto del 2012.
Otra vez, limosneros de la Federación.
A causa de los estragos de la Tormenta Ernesto, el gobierno de Veracruz levanta su mano pedigüeña al presidente Felipe Calderón.
Otra vez, a cubrir los tormentosos y engorrosos trámites para mendingar al Fondo Nacional para Desastres Naturales entregue lo que por ley debe dar a los estados y municipios que sufran de contingencias.
Y otra vez más, a esperar el tiempo hasta que el titular del FONDEN, por órdenes de la Presidencia de la República o de la Secretaría de Gobernación, se digne en entregar los recursos basados en las declaratorias de emergencias.
Con Ernesto, como cada año, la misma historia:
Ríos desbordados, casas y escuelas inundados, carreteras devastadas, siembras y cultivos con pérdida total, y lo más grave, muertes de vidas humanas al ser arrastradas por la incontrolable fuerza de las corrientes de agua.
Lo material, tarde que temprano, con FONDEN o sin él, es repuesto.
Lo inadmisible es que de nueva cuenta, hogares veracruzanos hayan enlutado y familiares estén llorando a sus seres queridos.
Para curarse en salud y librarse de toda responsabilidad alcaldes de los municipios donde ocurrieron las desgracias echarán la culpa a los muertitos de haber sido imprudentes ante la embestida asesina de la Tormenta Tropical Ernesto. Saldrán a decir que ellos activaron sus cuerpos de Protección Civil Municipales y que los irresponsables son los ciudadanos por no seguir al pie de la letra todas y cada una de sus indicaciones.
Total, aunque sea mentira, como seguramente lo es, los que murieron no pueden defenderse.
Pero, finalmente qué se remedia con el reparto de culpas, no revivirá a quienes tuvieron la desgracia de morir por los efectos de los fenómenos de la naturaleza.
Lo importante será que las desgracias de vidas humanas sirvan de experiencia trágica y conmuevan a los presidentes municipales para que inviertan parte del presupuesto de sus ayuntamientos en materia preventiva.
Una vez más el gobierno estatal a través de la Secretaría de Protección Civil que encabeza Nohemí Guzmán, dio respuesta inmediata a los veracruzanos para salvaguardar vidas y bienes materiales; desde que el continuo monitoreo pronosticó que la tormenta Ernesto tocaría tierras veracruzanas, la funcionaria estatal activó todo el aparato de prevención social.
Y los resultados de doña Nohemí, fueron favorables.
Sin embargo, no todo es responsabilidad de las autoridades estatales, los ayuntamientos tienen que hacer su aportación preventiva, la conjugación de esfuerzos y responsabilidades compartidas darán mejores respuestas.
Está comprobado que los alcaldes derrochan el erario público en pago de aviadores que tienen en las llamadas nóminas secretas que inventaron los panistas para sus amigos periodistas, familiares, compadres, amantes, novias y novios. Pero son reacios a invertir en la creación de direcciones municipales de Protección Civil, equiparlas y preparar a todo un equipo diestro en actividades de prevención ante desastres naturales.
Y cuando lamentablemente en situaciones de contingencia se presentan muertes, salen a fingir dolor por las tragedias ajenas que pudieron evitarse.
Por lo pronto ahora, pasada la emergencia de la Tormenta Ernesto, a contar los daños que, parecían menores, pero la realidad es que sí fueron considerables, principalmente en el municipio de Álamo, según el análisis del titular de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno Federal, Heriberto Félix Guerra, quien acompañado del gobernador Javier Duarte recorrió las zonas afectadas en la zona norte.
Igual que en 2010 cuando por instrucciones de Calderón vino a vivirse por más de 30 días al estado para cuantificar los estragos de la devastación del Huracán Karl, el funcionario federal tomó nota de todo y levantó su censo de afectaciones que sí son cuantiosas, tanto en la zona norte, centro y sur; en la conurbación Veracruz-Boca del Río-Medellín, otras veces severamente castigada, esta ocasión fueron mínimos los daños.
El gobernador Duarte y el secretario de SEDESOL Heriberto Félix, instruyeron en Álamo la instalación de albergues para las 12 mil familias afectadas así como la entrega de despensas y enseres domésticos.
Pero… ¿Y cuándo los recursos del FONDEN para construir viviendas y escuelas, y rehabilitar puentes, carreteras y caminos rurales?
Esa es la pregunta siempre sin respuesta.
Para los miles de veracruzanos, otra vez, en desgracia, será tormentosa la espera de la liberación y llegada de los apoyos federales.
Faltaría ver si los meses que restan al presidente Calderón alcanzan para que autorice el destrabe y desburocratización de los recursos vía FONDEN para la entidad, no debemos olvidar que el pasado condena al gobierno de Veracruz, las uñas de los Fidelistas, dejaron un mal precedente.
De acuerdo a informes de funcionarios del gobierno estatal el FONDEN está en deuda con el pueblo de Veracruz, siguen pendientes partidas millonarias sin autorizar para cubrir daños del huracán Karl.
O al menos que los de la prosperidad mientan y la federación no deba nada relacionado a desastres naturales, y que el dinero para las afectaciones haya sido desviado a campañas políticas, total esa es la escuela del saqueo que a muchos fidelistas incrustados hoy en la ubre Duartista, enseñó y dejó como herencia el innombrable maestro Fidel Herrera.
Todo parece indicar que el gobernador del estado; al final de cuentas, ya se convenció que en su gobierno, no son todos los que están, ni están todos los que son.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
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PUNTA DE LANZA…
Y por cierto, hablando de cuentas secretas de los alcaldes veracruzanos en los ayuntamientos que presiden, realmente qué dadivoso ha resultado el alcalde de Boca del Río Salvador Manzur Díaz, con sus amigos de la prensa. Ha trascendido, con pruebas testimoniales irrefutables, que mantiene una flotilla de aviadores muy cuantiosa y cariñosa para la tesorería boqueña; entre la que se encuentran editores, comunicadores y comentaristas de radio y televisión, a los que mensualmente entrega entre 20 y 50 mil pesos. Por no hacer nada, el embute no está nada mal.
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