BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Lunes 20 de agosto del 2012.
Y se fue Audirac…
Acertada decisión del gobernador Javier Duarte, al pedirle olvidarse de sus sueños reeleccionistas al frente del ORFIS.
El doctor Duarte no tenía opciones para defender e intervenir para que Mauricio Audirac continuara otros 7 años más al frente del Órgano de Fiscalización Superior del estado de Veracruz.
La corrupción y el tráfico de influencias en el ORFIS para condenar a los enemigos y exonerar a los amigos, y su descarado e inexplicable enriquecimiento personal, hundieron las aspiraciones de Audirac.
Los seis años del joven auditor jarocho en el ORFIS son un verdadero lastre, un cochinero, una vergüenza nacional para el aparato fiscalizador de los recursos públicos en la entidad.
El compadrazgo, el amiguismo o simplemente la complicidad en las componendas financieras para enderezar entuertos y sepultar saqueos de las arcas públicas, fueron las tareas privilegiadas de Audirac al frente del ORFIS veracruzano.
Su permanencia en el ente Fiscalizador representaba para el doctor Duarte una pesada loza en su espalda, una gran piedra en el zapato.
Y qué necesidad tenía Javier de servirle de tapete al contador Audirac.
Bien por el gobernador.
Aquí en este espacio criticamos los errores, las pifias, los excesos y toda clase de pendejadas de los servidores públicos, pero también sabemos reconocer los aciertos.
Ordenar la salida de Mauricio Audirac Murillo es un acierto del mandatario estatal que sin lugar a dudas es bien visto por la clase política y principalmente por la ciudadanía en general, que durante 6 años vio cómo se llenaron las bolsas los funcionarios municipales y estatales bajo el manto de la complicidad del titular del ORFIS.
Audirac peleó hasta el final su reelección, buscó a sus padrinos políticos, recurrió al chantaje y al cobro de facturas por los favores que concedió, y durante semanas se reunió con legisladores locales rogando su apoyo, pero nada lo salvó de la guillotina, el gobernador ya había tomado la determinación de darle nuevos aires de transparencia al ORFIS para que la rendición de cuentas sea toda una realidad, haciendo a una lado la simulación, el engaño y la mentira.
Finalmente se fue ese monstruo de corrupción llamado Mauricio Audirac, y si el ejecutivo estatal tiene planes de continuar limpiando la casa, yo pregunto:
¿Quién sigue?
Indudable que el gobierno de Veracruz está lleno de farsantes y traidores; muchos de los que juraron lealtad al mandatario cordobés todos los días dan puñaladas traperas a quien les dio la oportunidad servir con transparencia, entrega y eficiencia a los veracruzanos.
Es larga la lista de pillos y ladrones que permanecen agazapados.
Pero uno de tantos, es muy notable por tener la cola muy grande, tan grande que cuando sube a su camioneta último modelo, blindada, no sabe cómo enrollarla para que quepa dentro del vehículo.
Me refiero al director del SAS en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río-Medellín, José Ricardo Ruiz Carmona, mejor conocido entre los de su banda como Pepín, protegido de la familia Herrera Borunda y del alcalde boqueño Salvador Manzur Díaz.
El Pepín Ruiz resultó todo un fraude para el Sistema de Agua de Saneamiento de la ciudad de Veracruz, para lo único que ha servido es para llenar la nómina oficial de periodiqueros, amigos, compadres y recomendados del presidente municipal de Boca del Río, muy independientes de la nómina secreta que personalmente maneja y en la que cobran todo un ejército de aviadores.
Las últimas lluvias siguen inundando las ciudades de Veracruz y Boca del Río, dejado a descubierto que el SAS no ha invertido un solo peso en materia de infraestructura o colectores pluviales.
Cada temporada de tormentas y huracanes los habitantes de los fraccionamientos Floresta, Del Valle, El Jobo, o de las populares colonias Artículo 123, Lázaro Cárdenas, López Mateos, entre otras muchas, se la pasan lanzando maldiciones y recordatorios familiares al Pepín, compañero de parrandas de Fidel Herrera Borunda.
¿Dónde están los casi 200 millones de pesos que el SAS cobra cada fin de año por concepto de los pagos anuales anticipados?
O los 10 millones de pesos mensuales que en forma adicional recupera por cobros forzados, cortándoles el agua, a los usuarios morosos; Claro a los de escasos recursos, porque a los de Costa de Oro, mejor conocidos como los de Costa Nostra, ni quien los molesta.
Sin lugar a dudas, así lo dicen los números, un mundo de dinero el que maneja Pepín Ruiz, del cual los veracruzanos no ven ningún beneficio en materia preventiva de inundaciones, mucho menos en la modernización de la red de drenaje pluvial deficiente y obsoleta, que data de más de 50 años.
¿En qué manos se quedan esos 200 o 300 millones de pesos que cada año cobra el SAS de Veracruz?
Acaso los alcaldes de Veracruz, Carolina Gudiño Corro, el de Boca del Río, Salvador Manzur Díaz y el de Medellín, Marcos Isleño, reciben su cuota respectiva, o el Pepín Ruiz se va por la libre.
Es cierto, Ruiz Carmona tiene vicios muy caros, y si compra para surtir a todos sus amigos fresas, la inversión es todavía más costosa, pero ésta no tiene que salir de las arcas del SAS.
Es cierto también que Pepín Ruiz debe estar pagando un dineral por diferir una y otra vez su comparecencia ministerial en la indagatoria 720/PGR-SIEDO/2011 por sus presuntos nexos con el crimen organizado, abierta en su contra desde el pasado 2 de agosto de 2011, pero este derroche que también efectúa por miedo y temor a la cárcel, tampoco debe ser con cargo al dinero de SAS.
En fin, así como lo hizo en el ORFIS, el gobernador Duarte debe limpiar al SAS de Veracruz, pasando incluso por los grandes intereses que mantiene en el organismo su compadre Salvador Manzur.
Que salga Pepín del SAS es al unísono un grito de los jarochos. Ya no soportan sus desplantes de divo, su corrupción ni el saqueo de los recursos, mismos que maneja como le viene en gana.
¿O puede más la impunidad del manto protector, de quien hoy llaman el innombrable ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, a este ni-ni de la herencia maldita?
No debe olvidar el gobernador, que estos son otros tiempos políticos; en donde nuestra entidad le tocará bailar con la más fea, sobre todo, cuando todo parece indicar que el grupo cerradísimo de Peña Nieto, tiene otras miras en donde no figura ningún político veracruzano.
¿O usted qué opina?
PD. En breve el IPE será escenario de escándalo y desorden, entre sus afiliados…el huracán llegará hasta el despacho del Ejecutivo del Estado… esto y más está a la vuelta de la esquina.
davidvaronaf@hotmail.com
-NOTICIERO EN VIVO
BUENOS DÍAS VERACRUZ-
11: 15 am Por:
www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com
PUNTA DE LANZA…
En la llamada Torre Cocodrila del puerto jarocho, están tristes por los últimos eventos suscitados en el ORFIS de Veracruz.
Y no es para menos…
Se acabó el poder del chantaje fiscalizador que, como imán jalaba dinero y más dinero, mal habido pero al fin dinero.
Compungidos todos se preguntan:
¿Y ahora quién nos surtirá…?
David Varona Fuentes
Lunes 20 de agosto del 2012.
Y se fue Audirac…
Acertada decisión del gobernador Javier Duarte, al pedirle olvidarse de sus sueños reeleccionistas al frente del ORFIS.
El doctor Duarte no tenía opciones para defender e intervenir para que Mauricio Audirac continuara otros 7 años más al frente del Órgano de Fiscalización Superior del estado de Veracruz.
La corrupción y el tráfico de influencias en el ORFIS para condenar a los enemigos y exonerar a los amigos, y su descarado e inexplicable enriquecimiento personal, hundieron las aspiraciones de Audirac.
Los seis años del joven auditor jarocho en el ORFIS son un verdadero lastre, un cochinero, una vergüenza nacional para el aparato fiscalizador de los recursos públicos en la entidad.
El compadrazgo, el amiguismo o simplemente la complicidad en las componendas financieras para enderezar entuertos y sepultar saqueos de las arcas públicas, fueron las tareas privilegiadas de Audirac al frente del ORFIS veracruzano.
Su permanencia en el ente Fiscalizador representaba para el doctor Duarte una pesada loza en su espalda, una gran piedra en el zapato.
Y qué necesidad tenía Javier de servirle de tapete al contador Audirac.
Bien por el gobernador.
Aquí en este espacio criticamos los errores, las pifias, los excesos y toda clase de pendejadas de los servidores públicos, pero también sabemos reconocer los aciertos.
Ordenar la salida de Mauricio Audirac Murillo es un acierto del mandatario estatal que sin lugar a dudas es bien visto por la clase política y principalmente por la ciudadanía en general, que durante 6 años vio cómo se llenaron las bolsas los funcionarios municipales y estatales bajo el manto de la complicidad del titular del ORFIS.
Audirac peleó hasta el final su reelección, buscó a sus padrinos políticos, recurrió al chantaje y al cobro de facturas por los favores que concedió, y durante semanas se reunió con legisladores locales rogando su apoyo, pero nada lo salvó de la guillotina, el gobernador ya había tomado la determinación de darle nuevos aires de transparencia al ORFIS para que la rendición de cuentas sea toda una realidad, haciendo a una lado la simulación, el engaño y la mentira.
Finalmente se fue ese monstruo de corrupción llamado Mauricio Audirac, y si el ejecutivo estatal tiene planes de continuar limpiando la casa, yo pregunto:
¿Quién sigue?
Indudable que el gobierno de Veracruz está lleno de farsantes y traidores; muchos de los que juraron lealtad al mandatario cordobés todos los días dan puñaladas traperas a quien les dio la oportunidad servir con transparencia, entrega y eficiencia a los veracruzanos.
Es larga la lista de pillos y ladrones que permanecen agazapados.
Pero uno de tantos, es muy notable por tener la cola muy grande, tan grande que cuando sube a su camioneta último modelo, blindada, no sabe cómo enrollarla para que quepa dentro del vehículo.
Me refiero al director del SAS en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río-Medellín, José Ricardo Ruiz Carmona, mejor conocido entre los de su banda como Pepín, protegido de la familia Herrera Borunda y del alcalde boqueño Salvador Manzur Díaz.
El Pepín Ruiz resultó todo un fraude para el Sistema de Agua de Saneamiento de la ciudad de Veracruz, para lo único que ha servido es para llenar la nómina oficial de periodiqueros, amigos, compadres y recomendados del presidente municipal de Boca del Río, muy independientes de la nómina secreta que personalmente maneja y en la que cobran todo un ejército de aviadores.
Las últimas lluvias siguen inundando las ciudades de Veracruz y Boca del Río, dejado a descubierto que el SAS no ha invertido un solo peso en materia de infraestructura o colectores pluviales.
Cada temporada de tormentas y huracanes los habitantes de los fraccionamientos Floresta, Del Valle, El Jobo, o de las populares colonias Artículo 123, Lázaro Cárdenas, López Mateos, entre otras muchas, se la pasan lanzando maldiciones y recordatorios familiares al Pepín, compañero de parrandas de Fidel Herrera Borunda.
¿Dónde están los casi 200 millones de pesos que el SAS cobra cada fin de año por concepto de los pagos anuales anticipados?
O los 10 millones de pesos mensuales que en forma adicional recupera por cobros forzados, cortándoles el agua, a los usuarios morosos; Claro a los de escasos recursos, porque a los de Costa de Oro, mejor conocidos como los de Costa Nostra, ni quien los molesta.
Sin lugar a dudas, así lo dicen los números, un mundo de dinero el que maneja Pepín Ruiz, del cual los veracruzanos no ven ningún beneficio en materia preventiva de inundaciones, mucho menos en la modernización de la red de drenaje pluvial deficiente y obsoleta, que data de más de 50 años.
¿En qué manos se quedan esos 200 o 300 millones de pesos que cada año cobra el SAS de Veracruz?
Acaso los alcaldes de Veracruz, Carolina Gudiño Corro, el de Boca del Río, Salvador Manzur Díaz y el de Medellín, Marcos Isleño, reciben su cuota respectiva, o el Pepín Ruiz se va por la libre.
Es cierto, Ruiz Carmona tiene vicios muy caros, y si compra para surtir a todos sus amigos fresas, la inversión es todavía más costosa, pero ésta no tiene que salir de las arcas del SAS.
Es cierto también que Pepín Ruiz debe estar pagando un dineral por diferir una y otra vez su comparecencia ministerial en la indagatoria 720/PGR-SIEDO/2011 por sus presuntos nexos con el crimen organizado, abierta en su contra desde el pasado 2 de agosto de 2011, pero este derroche que también efectúa por miedo y temor a la cárcel, tampoco debe ser con cargo al dinero de SAS.
En fin, así como lo hizo en el ORFIS, el gobernador Duarte debe limpiar al SAS de Veracruz, pasando incluso por los grandes intereses que mantiene en el organismo su compadre Salvador Manzur.
Que salga Pepín del SAS es al unísono un grito de los jarochos. Ya no soportan sus desplantes de divo, su corrupción ni el saqueo de los recursos, mismos que maneja como le viene en gana.
¿O puede más la impunidad del manto protector, de quien hoy llaman el innombrable ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, a este ni-ni de la herencia maldita?
No debe olvidar el gobernador, que estos son otros tiempos políticos; en donde nuestra entidad le tocará bailar con la más fea, sobre todo, cuando todo parece indicar que el grupo cerradísimo de Peña Nieto, tiene otras miras en donde no figura ningún político veracruzano.
¿O usted qué opina?
PD. En breve el IPE será escenario de escándalo y desorden, entre sus afiliados…el huracán llegará hasta el despacho del Ejecutivo del Estado… esto y más está a la vuelta de la esquina.
davidvaronaf@hotmail.com
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11: 15 am Por:
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PUNTA DE LANZA…
En la llamada Torre Cocodrila del puerto jarocho, están tristes por los últimos eventos suscitados en el ORFIS de Veracruz.
Y no es para menos…
Se acabó el poder del chantaje fiscalizador que, como imán jalaba dinero y más dinero, mal habido pero al fin dinero.
Compungidos todos se preguntan:
¿Y ahora quién nos surtirá…?
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