LOS DOS VERACRUZ

BUENOS DÍAS VERACRUZ

Por: David Varona Fuentes
11 enero de 2011


Uno, el de los ricos y acaudalados, y otro, el de los pobres, el de la injusticia social.
Uno, el de los empresarios amigos del poder político y dueños de todo el estado, y el otro, donde ni siquiera tienen para comer una vez al día.
Uno, el del enriquecimiento ilícito y la impunidad, y el otro donde la justicia abusa del débil y desprotegido.
Esos dos Veracruz, son los que han creado, fomentado y alimentado los últimos gobernadores del estado.
La gran brecha entre la modernidad y la miseria, ha sido evidente en Veracruz los últimos 20 años.
Los mandatarios estatales han apostado más por las zonas urbanas que por las regiones históricamente en el olvido, en el rezago, donde todavía mueren niños por desnutrición, mujeres embarazadas y ancianos por falta de atención y medicamentos oportunos.
Gobernadores como Dante Delgado, Miguel Alemán y Fidel Herrera se obsesionaron por convertir exclusivas zonas del estado en paraísos turísticos donde ellos mismos, bajo el manto de la complicidad, del abuso del poder y del influyentismo, se convirtieron en dueños de hoteles 5 estrellas, de líneas aéreas y de majestuosas plazas comerciales.
Mientras que las regiones más pobres y marginadas de Veracruz, siguieron sumiéndose en la desgracia ante el desinterés de los gobernantes que, mareados o enloquecidos por el poder, olvidaron las promesas de campaña, esas que cuando buscan el voto ciudadano los candidatos empeñan hasta las perlas de la Virgen.
En efecto, durante las dos últimas décadas algunas regiones exclusivas del estado de Veracruz cambiaron significativamente; el gobernador en turno invirtió y despilfarró recursos para que alcanzaran la modernidad, bajo el argumento de que municipios como Veracruz y Boca del Río, se convirtieran en ciudades de primer mundo, imanes del turismo internacional.
Se recuerda, por ejemplo que el régimen de Miguel Alemán, vía Lorenzo Lazo, su jefe de Programa de Gobierno, gastó miles de millones de pesos en publicidad en medios de comunicación de Francia, Alemania e Inglaterra, promoviendo el "Veracruz que lo tenía todo", sí, lo tenía todo, pero todo por hacer, agregaría Fidel Herrera Beltrán, cuando asumió la gubernatura el 1 de diciembre de 2004.
Años atrás, en el gobierno del cuatrienio, a Dante Delgado también le dio por promover la modernidad en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río construyendo centros comerciales únicos en su tipo; su error fue vender los terrenos donde se edificaron ya que PEMEX los había regalado a su administración, y los cuales fueron tomado como punta de lanza por el gobierno que lo sucedió en 1992 para empezar la cacería en su contra que finalmente lo llevó a prisión a él y a dos cercanos colaboradores.
Con Fidel Herrera, Veracruz se transformó, pero se le dio prioridad a las grandes ciudades donde el terreno es fértil para hacer negocios millonarios con el dinero del pueblo, de ahí que el propio tío Fide, y miembros de su gabinete comparten hoy la tarea del servicio público con la actividad empresarial; son dueños de hoteles y restaurantes en la franja costera del puerto jarocho con el municipio que gobierna Salvador Manzur.
En suma:
Ninguno de los últimos gobernadores de Veracruz han volteado sus ojos hacia los más pobres de la entidad; la desigualdad social, miseria y marginación, siguen presente en el estado pujante y moderno que se muestra al mundo; suman más de 4 millones de veracruzanos en pobreza extrema.
Por ello, llama la atención lo expresado por el gobernador Javier Duarte este domingo en su encuentro con el Consejo Supremo de Pueblos Indígenas, ocurrido en el Tajín, en el municipio de Papantla.
El doctor Duarte reconoce que hay dos Veracruz: El de la riqueza y el de la injusticia.
Y eso, para el joven mandatario veracruzano, no es posible.
Su compromiso como gobernador es que no volverá a suceder.
Se comprometió que su gobierno saldará la deuda de 500 años con los pueblos indígenas, ya que en un estado de prosperidad no habrá rezago, por lo tanto el orgullo de nuestra raíz indígena debe ser sustento de una vida mejor.
No cabe la menor de las dudas:
Duarte apoyará como nunca en la historia de Veracruz a las distintas etnias de la geografía estatal; su preocupación por atender a los que menos o nada tienen, es compartida por su esposa Karime Macías, presidenta del DIF, quien en diversos foros ha reiterado que la modernidad de unos no puede ser con el sacrificio de las mayorías.


Ya no más, dos Veracruz.
Es el reto del gobernador Javier Duarte.
¿O usted qué opina?

davidvaronaf@hotmail.com

www.lagazeta.org