BUENOS DÍAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
2 enero 2011
Otra vez:
Los ayuntamientos de Veracruz, convertidos en las más grandes de las agencias de colocaciones partidistas.
Con motivo de la llegada de los nuevos gobiernos municipales este 1 de enero, las alcaldías del estado son hoy presa de feroces batallas por un cargo público.
Todos les entran a la rebatinga, tanto los alcaldes del PRI como los del PAN y PRD; todos buscan acomodar a sus cómplices, corifeos e incondicionales.
Cada representación a su favor en palacios municipales significan para los alcaldes membresias de impunidad, enriquecimiento y tráfico de poder para los amigos, compadres, parientes, novias o amantes.
Los que asumen el poder político siguen sin aprender el concepto verdadero de la política, no entienden, ignoran todo lo que engloba el servicio público en su conjunto a favor de la ciudadanía.
Olvidan que el poder es prestado, que dentro de tres años en nuevas elecciones el pueblo vuelve a estar en condiciones de cobrar facturas por engaños o traiciones.
Para qué tanta verborrea política, promesas de cambios con gobiernos municipales diferentes, honestos y transparentes, si finalmente es la misma gata nada más que revolcada.
En efecto, decepcionantes han resultado los arranques de muchos connotados presidentes municipales con los nombramientos de sus principales colaboradores, en especial los pertenecientes a las siglas del Partido Revolucionario Institucional.
En municipios como Xalapa, Tuxpan, Poza Rica, Córdoba, Orizaba, Veracruz, Boca del Río, Minatitlán y Coatzacoalcos, el tradicional fenómeno del amiguismo y compadrazgo políticos se encuentra en todo su apogeo.
Los nuevos alcaldes no están llevando a los mejores hombres o mujeres a los cargos de mayor relevancia en los ayuntamientos, sino que siguen la vieja práctica de privilegiar a los más ratas, pillos y bandoleros, con apenas la primaria terminada.
Sería oficioso mencionar nombre por nombre, no alcanzaría este espacio para dar cuenta de los todos los “hombres fuertes” de cada alcalde en los ayuntamientos que presiden desde las primeras horas del presente año.
Pero de lo que no hay la menor de las dudas es que ediles como Alberto Silva, de Tuxpan, Alfredo Gándara, de Poza Rica; Francisco Portilla, de Córdoba; Carolina Gudiño, de Veracruz; Salvador Manzur, de Boca del Río; Marcos Theurel, de Coatzacoalcos y Leopoldo Torres, de Minatitlán, están llenando de esbirros cada una de las nóminas municipales, los cuales apenas terminaron un encargo público y, como súper-héroes, saltan a otro que apenas inicia, gracias al manto de la complicidad de la autoridad en turno.
Empezando y fingiendo demencia.
Durante sus campañas proselitistas fueron capaces de prometer hasta las perlas de la virgen con tal de engatusar a los ciudadanos para que les dieran el voto en las elecciones del pasado 4 de Julio.
Pero una vez que han tomado el poder en sus manos, los alcaldes de Veracruz han empezado a enloquecer.
En busca del voto popular algunos abanderados a presidentes municipales se desgarraron las vestiduras asegurando que con ellos no habría amiguismos ni compadrazgos.
Descartaron que los municipios fueran a convertirse en empresas familiares o al servicio de los amigos.
Sin embargo, en sus primeras sesiones de cabildo para aprobar nombramientos de los nuevos funcionarios municipales, los alcaldes echaron a la basura sus compromisos de campaña y los ayuntamientos son hoy las más importantes de las agencias en colocación de funcionarios públicos amigos del poder.
El gobernador Javier Duarte, ha pedido a los alcaldes que juraron protesta el 31 de diciembre trabajar en forma incansable en beneficio de los veracruzanos; ha empeñado su palabra de apoyarlos a todos como nunca en la historia, sin mirar ideologías ni banderas políticas, la única condición es que trabajen con honestidad y transparencia.
Por la forma en que los alcaldes reparten el pastel de los cargos en los municipios con mayor presupuesto, difícil, muy difícil que los deseos del doctor Duarte de empezar a construir un nuevo Veracruz, encuentren eco, colaboración y apoyo.
Lo que en progreso y beneficios el gobernador Duarte vaya alcanzando para el estado, será a título personal, gracias a su trabajo y al de su esposa Karime Macías en el DIF estatal.
Porque los presidentes municipales, muchos de los que acompañó en su toma de posesión este 31 de diciembre, llegaron sólo para chingarse el dinero de los veracruzanos; en su sangre, mente y corazón llevan el estigma Fidelista que les ordena robar, robar y robar.
Lo que estaría por verse es si asaltarán las tesorerías municipales para beneficios de ellos o para Fidel.
No debe olvidarse que varios de los hoy poderosos alcaldes de Veracruz fueron sus carga-maletas, y también los que a nombre del “diputado o senador Herrera Beltrán pasaban a cobrar las cuotas de apoyo a ingenios, sindicatos y sector privado del estado”.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
¡FELIZ AÑO 2011! Regresamos en vivo con
BUENOS DIAS VERACRUZ-11am-
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