BUENOS DÍAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
5 de enero de 2011
Se siente en Veracruz la ausencia del poder.
Todos los días las dependencias públicas de palacio de gobierno lucen repletas de ciudadanos que acuden con la esperanza de ser atendidos por los hombres y mujeres que detentan el poder político en Veracruz.
Pero después de largas horas de espera ni quien los pele; desesperados, malhumorados y echando pestes contra el funcionario que deseaban los recibiera, tienen que retirarse porque el secretario o subsecretario de despacho, no llegó a cumplir con la responsabilidad encomendada, o bien sí se encontraba en sus flamantes oficinas y le dio “hueva” atender a los veracruzanos que buscan respuestas a sus peticiones.
Siempre he dicho que el poder marea a los inteligentes y enloquece a los pendejos.
Y por lo que se observa, muchos de los Fidelistas de poco pelo que ascendieron de rango en esta administración estatal, se les ha subido el cargo, hasta la forma de conducirse les cambió; pareciera que caminaran sobre margaritas, apenas si tocan el piso.
Los altos funcionarios del gobierno de Veracruz no terminan por entender al gobernador Javier Duarte, quien les ha instruido para que atiendan con dedicación, esmero y responsabilidad cada uno de los problemas y peticiones de todos los veracruzanos.
Sin embargo, secretarios, subsecretarios y directores de áreas creen que en Veracruz aún se sigue practicando el estilo de gobernar del Llanero Solitario implementado por el ex mandatario Fidel Herrera, quien concentró todo el poder del estado en su persona.
Nada se movía en Veracruz sin la autorización del todólogo tío Fide, lo que provocó que los integrantes de su gabinete sirvieran para una chingada, no arreglaran ni siquiera la cama donde dormían, y su función se redujo sólo al cobro de sus dietas mensuales.
Los colaboradores del gobierno Duartista se quedaron en el pasado de la Fidelidad, donde eran figuras decorativas sumisas y maltratadas.
Pese a que el doctor Duarte ha dignificado el servicio público respetando el trabajo de todos los integrantes del gabinete estatal, dándoles voz, voto y poder de decisión, hay muchos Fidelistas de corazón que no termina de caerles el veinte, y por lo tanto no están atendiendo las indicaciones estrictas del gobernador de servirle a los veracruzanos con prontitud y eficacia.
Que no olviden aquellos servidores públicos cuyo ascenso de empleo los llevó a un paseo a las nubes, del cual todavía no quieren retornar, que el gobernador Duarte advirtió que nadie tiene asegurada la chamba en su régimen; que aquel que no sirva y no rinda los frutos esperados, tendrá que irse del gobierno estatal.
Han transcurrido apenas los primeros 34 días de gobierno del joven economista cordobés; tal vez todavía es muy pronto para juzgar el desempeño de su equipo de trabajo, pero como dicen que árbol que nace torcido jamás su rama endereza, se observa ya quiénes son la manzana podrida, los que terminarán siendo una papa enterrada para la magnitud de los grandes problemas del estado, además de no contar con el perfil para estar al frente de la dependencia que representan.
Están a tiempo los funcionarios estatales de corregir errores; esto apenas empieza y no pueden iniciar traicionando la confianza que en ellos ha depositado el gobernador Javier Duarte.
Que se sienta el ejercicio del poder cumpliendo con la responsabilidad de atender y servir a los veracruzanos.
No es mucho pedir.
Por cierto quien sufre la ausencia del poder es el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán; añorando el escándalo mediático que otorga la supremacía de ser el rey, se ha refugiado en el ostracismo político, esperando temeroso el amenazante tsunami calderonista en tierras veracruzanas.
En el CEN del PRI ni quien se acuerde de Herrera; todos en el tricolor preparan la gran fiesta para recibir al futuro dirigente nacional, Humberto Moreira, quien se ha separado de la gubernatura de Coahuila para ir en busca del liderazgo tricolor.
Y para Fidel, ni siquiera una llamada telefónica de parte de Moreira, después de que éste viniera en diversas ocasiones a Veracruz a rendirle pleitesía, convenciéndolo de que hiciera a un lado sus aspiraciones de sustituir a la generala Beatriz Paredes.
Está pensándole a Fidel aquel borregazo que subiera en su Twitter y que difundieran sus aliados de la prensa, de que asumiría la secretaría técnica del CEN del PRI. La protesta de Manuel Aguilera ante Enrique Peña Nieto en el sentido que Herrera Beltrán estaba cafeteándolo antes de tiempo, no se hizo esperar, con los resultados contra el ex gobernador de Veracruz ya por todos conocidos.
Y si todos en el PRI nacional han olvidado a Fidel, quién podrá defenderlo de la furia del tsunami de Los Pinos.
¿En Veracruz alguien meterá las manos por él?
¿O usted qué opina?
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