LOS SUEÑOS GUAJIROS DE CALDERON

BUENOS DÍAS VERACRUZ

Por: David Varona Fuentes
4 enero 2011

En 2011 limpiar a México de la corrupción y de las bandas criminales…
Es el regalo de fin de año que ofreció el presidente Calderón a los mexicanos.
Es decir:
Para el 2012, cuando Calderón termine su gestión al frente de la presidencia de la República, México será otro país.
Según el presidente, en este año se construirá una nación segura donde nadie viva con temor; habrá paz y tranquilidad para todas las familias mexicanas.
Suena a chiste, a broma de mal gusto, la promesa de Los Pinos echa en cadena nacional este domingo 2 de enero de2011.
Y no fue 28 de diciembre, día de los inocentes, para creer que se trató de un engaño del presidente Calderón a los mexicanos para sacarlos de la psicosis causada por la incontrolable carestía de la vida con tantos aumentos a los productos básicos de consumo popular.
Pero la pregunta de todos es, cómo le hará Calderón para cumplir a los mexicanos la promesa de acabar en 2011 con las bandas de narcotraficantes y del crimen organizado que se apoderaron del país en los últimos 4 años.
Lo primero que se le ocurre a los agoreros del desastre es salir a decir que Calderón alcanzará la paz sólo si pacta con los criminales.
Pero el presidente ha reiterado hasta el cansancio que su gobierno nunca negociará con las bandas de mafiosos.
Entonces, todos se preguntan, que cómo logrará don Felipe que retorne la seguridad a México si cada rincón de la geografía nacional está controlada por los criminales.
Todo intento presidencial por alcanzar la paz ha fracasado en sus primeros cuatros años de mandato.
A gobernadores de los estados y presidentes municipales ha pedido su colaboración para acabar con ese cáncer social llamado narcotráfico y crimen organizado, pero sus gritos han terminado en el desierto.
Incluso, en intentos desesperados Calderón ha echado mano a informes de seguridad nacional que incriminan a diversos mandatarios estatales, para decirles que cooperan o les cae la PGR-SIEDO encima.
Pero a los gobernadores, principalmente a los priístas les ha valido madres las amenazas del presidente, creen tener a Dios agarrados de las orejas.
Por ejemplo, Fidel Herrera Beltrán, hasta el último día de gobernador de Veracruz se mofó del señalamiento presidencial de estar ligado y darle protección a las células del narcotráfico, de ser el Zeta uno del estado, o últimamente de ser el fundador del grupo criminal llamado “La Familia”, donde presuntamente participan connotados y renombrados hombres de negocios del estado.
Comprobado está que los grandes protectores de las bandas delictivas que operan en el país son gobernadores, presidentes municipales, autoridades ministeriales y comandantes policiacos en cada uno de los municipios; ellos son los primeros en enterarse de la existencia de los grupos delictivos, y por lo tanto los primeros con quienes tienen contacto, y en congruencia, son los primeros en ser sobornados.
Pero los priístas se sienten intocables.
Hoy que más que nunca que el PRI ha pavimentado su camino de regreso a Los Pinos, todos los del tricolor aseguran estar lejos del brazo de la justicia.
Todos se cobijan bajo el manto de la complicidad.
Por ello yo pregunto:
¿Cómo hará el presidente Calderón para limpiar a México de los criminales, como ha prometido?
¿Acaso, ahora sí, empezará la cacería de todos los funcionarios públicos de los estados involucrados con el crimen organizado?
Si es así, que ex gobernadores como el veracruzano Fidel Herrera y todos sus secuaces heredados al gobierno del sucesor, pongan sus barbas a remojar, porque los informes de seguridad nacional, indican que para limpiar Veracruz es prioritario barrer para atrás.
¿O usted qué opina?
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