BUENOS DÍAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
13 de enero de 2011
¿Habrá constructores favoritos en el gobierno de Javier Duarte?
Es la pregunta que anda en el aire y de boca en boca entre los connotados empresarios dedicados al ramo de la construcción en Veracruz y más allá de las fronteras estatales.
Claro, la inquietud es de aquellos constructores acostumbrados a quedarse con todo el pastel de la obra estatal, es decir, los que en el sexenio anterior se convirtieron en los favoritos, los privilegiados, pero también los cómplices del entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán, los que cobraron jugosas comisiones por sólo poner sus facturas, y también los que construyeron puentes que se están cayendo.
Aparte de los tradicionales contratistas, políticos y hasta periodistas metidos al negocio de la construcción en el régimen Fidelista, permanecen agazapados esperando ver de qué color pinta la administración Duartista en materia de obra pública; si los beneficia, los perjudica o los deja fuera del millonario negocio de la obra pública del gobierno del estado.
Pero la desesperación empieza hacerse presente en quienes hace apenas unos meses formaban parte del club selecto de amigos, socios y recomendados de la Fidelidad en el chingo de entuertos financieros que se hicieron bajo el amparo del poder y protegidos por el manto de la impunidad.
El gobierno de Javier Duarte ha venido diciendo que habrá mano dura y selección escrupulosa a la hora de entregar el paquete de obras programado a realizar en 2011 y en los siguientes años.
Y no es para menos.
Existen antecedentes también que muchos contratistas que trabajaron al Fidelismo hicieron lo mismo que sus colegas: Cobraron por trabajos que ni siquiera comenzaron en diversos municipios del estado.
Si la autoridad competente realizara una revisión rigurosa de todas las obras reportadas como realizadas y terminadas por el gobierno de Fidel Herrera, saldrían a relucir que todas quedaron como proyectos, o solamente se colocó la oficiosa primera piedra.
Para muestra un botón aquí muy cerca a la capital xalapeña; en el puerto jarocho. El Sexto Informe de Gobierno del tío Fide dio por entregada la Torre Pediátrica, edificada a un costado del Hospital Regional de la avenida 20 de noviembre, pero la realidad es que la obra quedó inconclusa, si al caso 50 por ciento de avance, y hasta donde se sabe la inversión programada para terminar los trabajos fue agotada.
Y así como la Torre Pediátrica de la ciudad de Veracruz, muchas, muchas obras no terminadas fueron consideradas como tales a lo largo y ancho de la geografía veracruzana en el último Informe de Fidel Herrera; bueno, la entrega del documento fue el 15 de noviembre, quizás el oriundo de Nopaltepec, tenía planes de finalizarlas e inaugurarlas en los últimos 15 días de su mandato.
Y lo más grave de todo es que los contratistas que se fueron sumamente cabezones al cobrar y no terminar los trabajos, son los cuates del ex gobernador Herrera Beltrán, algunos de apellido Ruiz Ortiz.
Por todas esas corruptelas que están descubriéndose según se va abriendo el abanico de la Fidelidad, el gobernador Javier Duarte busca ser muy cuidadoso con el padrón de contratistas dados de alta en la Secretaría de Finanzas, una vez llegado el momento de llevar a licitud pública las obras que hará su gobierno en el primer año de gestión.
Por lo pronto los constructores dirigidos por la contadora Leonor de la Miyar, han hecho ya su acostumbrada petición sexenal; demandan ser considerados por el gobierno del estado en las obras que se liciten; temen ser desbancados por aquellos vivales y mañosos que presentan al concurso hasta tres o cuatro constructoras con tal de que una de éstas gane y se quede con los proyectos de obra.
Sin embargo, los tomen en cuenta o no, lo cierto es que el panorama luce incierto y escabroso para los constructores veracruzanos, claro para los auténticos, no para los que aparecen de la noche a la mañana, como el grupo de “periodistas” jarochos que unidos en maridaje con el mexiquense Jorge Carvallo Delfín, enriquecieron en su falso papel de contratistas.
El inicio de 2011 es nebuloso porque la federación continúa ahorcando al gobierno de Veracruz.
No bajan los recursos para la reconstrucción de los daños ocasionados por los fenómenos naturales de septiembre pasado, y prácticamente la entidad se encuentra paralizada, no hay obra qué hacer.
De acuerdo al secretario de Comunicaciones, Guillermo Herrera Mendoza, a cuatro meses de los desastres ocasionados por el huracán Karl y las tormentas Matthew y Frank, el Fondo Nacional de Desastres retiene los 8 mil millones comprometidos para atender a los 160 municipios afectados por las inundaciones.
Y el FONDEN no soltará los recursos en tanto no se firme el convenio de colaboración entre los gobiernos estatal y federal.
Mientras tanto, a esperar y sufrir todos.
En especial aquellos “constructores” que, por si las dudas, chequera en mano ya visitan las dependencias públicas, a ver si ofreciendo y adelantando el diezmo ó más, les prometen llevar mano en licitaciones pactadas.
Muy pendiente y con los ojos bien abiertos tendrá que permanecer el doctor Duarte, para que no se lo lleven al baile sus colaboradores.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
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