BUENOS DÍAS VERACRUZ
David Varona Fuentes
Viernes 12 de abril del 2013.
Los demonios siguen sueltos.
México continúa en medio de ríos de sangre, causando dolor y luto en muchos hogares de la patria.
A cuatro meses de mandato, el gobierno peñista no encuentra la fórmula mágica para frenar, o al menos disminuir, el índice delictivo a lo largo y ancho de la geografía nacional.
La delincuencia se encuentra desatada.
Todos los días medios de comunicación no gubernamentales informan de estadísticas relacionadas con la inseguridad pública en el país, las cuales ponen, a cualquier ciudadano común y corriente, los pelos de punta.
Los números de los últimos cuatro meses, no mienten:
-De diciembre de 2012 a marzo 31, han ocurrido 4 mil 249 asesinatos, más otros 250 de los primeros 11 días del mes de abril, más lo que vaya acumulando.
Sin lugar a dudas, escalofriante el saldo criminal de lo que va del régimen del presidente Enrique Peña Nieto.
Por una parte debe destacarse que el gobierno de la república a través del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, acepta y reconoce que la seguridad pública que demanda y exige el pueblo mexicano, se encuentra todavía lejos de alcanzarse.
Y además, hace público el número de asesinatos presumiblemente relacionados con la lucha contra la delincuencia, lo que habla de un gobierno que afirma estar comprometido con transparentar la información y la metodología en materia de seguridad pública.
Claro, esta vez, según las cifras del alto funcionario federal, los resultados obtenidos favorecen las acciones del Operativo México en diversos estados del país, ya que en el mismo periodo antes mencionado, la tendencia criminal se fue a la baja un 17 por ciento, es decir 918 muertes menos en relación al mismo lapso del año anterior.
En materia de secuestros, la dependencia reporta también disminución, se reportaron 551 plagios, que representan 25 por ciento menos que en 2012.
Pese a esa presunta disminución delictiva, el titular de la poderosa SEGOB afirma que “es muy temprano para asumir actitudes triunfalistas”.
Hace bien Osorio Chong en no echar las campanas al vuelo ni dejarse llevar por el falso canto de las sirenas.
No puede negarse que la paz y tranquilidad de México es todavía un mito, y que según el dicho de las propias autoridades, llevará tiempo, al menos un año, recuperar la seguridad pública perdida.
Pero debe mantenerse la confianza en las instituciones públicas encargadas de limpiar el territorio nacional.
Mención especial merecen los gobernadores de los estados en la lucha anticrimen de la federación.
Está comprobadísimo que el cáncer de la inseguridad y la violencia se origina en las corporaciones estatales y municipales, cuyos elementos son cooptados y sobornados con dinero, muchas veces a raudales, para que se hagan los ciegos y dejen operar a las bandas delictivas.
De acuerdo a datos de los últimos años del gobierno calderonista, fue alarmante el número de efectivos policiacos estatales detenidos por resultarles complicidad con la delincuencia organizada.
Corporaciones completas contratadas por los gobiernos de los estados -azules y ministeriales- y los ayuntamientos, fueron capturadas por militares y navales en sus respectivos cuarteles policiacos por encontrarse al servicio de organizaciones criminales.
Y los gobernadores, callaron…
Cuando se recuperaron de los escándalos mediáticos causados por la corrupción en las Procuradurías de Justicia y en las Secretarías de Seguridad Pública de sus estados, salieron con la jalada que se encontraban en proceso de formación de policías de carrera, confiables e incorruptibles.
Lo que resultó una simulación más…
Es hora que todavía no se ven en las calles esos súper-policías estatales, por lo que la seguridad pública permanece en manos de soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Marina Armada de México.
Es notorio que en marcadas entidades del país la delincuencia no baja, al contrario, aumenta, en algunas la situación tiende a empeorar con el retorno de presuntas bandas del pasado.
Lo que sí queda claro en la lucha del gobierno del presidente Peña Nieto, es que no se alcanzarán los objetivos trazados en seguridad pública mientras los gobernadores estatales no cooperen realmente con la federación.
Los ejecutivos estatales y sus respectivos secretarios de seguridad pública, lo mismo que los presidentes municipales, por negocio, temor o complicidad, ocultan información, en materia delictiva ellos saben quién es quién y cuáles son los territorios que operan.
Que no le hagan al monje loco, ni que finjan demencia.
En suma…
La violencia tenderá a disminuir cuando los tres niveles de gobierno, municipal-estatal y federal, trabajen coordinados y de la mano.
De lo contrario, Mandos Únicos y demás inventos sacados de la chistera, servirán para eso…
Al tiempo.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
www.lagazeta.org
www.buenosdiasveracruz.blogspot.com
PUNTA DE LANZA…
LA GUERRA AZUL…
A 72 horas que el PAN en Veracruz selecciones a sus candidatos a diputados y presidentes municipales mediante un proceso abierto a los miembros activos, la tensión en los grupos participantes es visible.
Los agoreros del desastre apuestan doble contra sencillo que las pasiones habrán de desbordarse y que la sangre llegará al río, y que por ello los directivos del blanquiazul y precandidatos han solicitado la presencia de la Marina Armada de México.
Los odios y rencores entre los Yulen y los Yunes, son irreconciliables, no existe poder humano que los haga entrar en razón.
Las billeteras y las chequeras, de ambos grupos, han sido abiertas al mejor postor, todo aquel panista con derecho a votar el próximo domingo 14 de abril se encuentra en la encrucijada de sufragar por el o los candidatos que laten en su corazón, o se lleve a la bolsa 10 mil pesotes, que están ofreciendo por votar a favor de uno u otro aspirante.
Vergonzante en lo que terminó el Partido Acción Nacional en el estado. Manuel Gómez Morín moriría de tristeza y vergüenza.
Sea por dios y que venga mas…
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