¡¡Tiemblan en Veracruz!!
“Tráganos tierra”, es el grito al unísono de políticos, empresarios y hasta de connotados editores y periodistas veracruzanos.
Todos, por estar bajo sospecha, no tienen otro camino que hacerse ojo de hormiga, esconderse o salir huyendo del país.
Y no es para menos…
“Si ves las barbas de tu vecino caer, pon las tuyas a remojar”.
La sorpresiva cacería de brujas del Ejército, PGR y SIEDO implementada en el estado de Michoacán, donde detuvieron a por lo menos 30 funcionarios y ex servidores públicos, entre éstos a 11 presidentes municipales, es ya motivo de pánico, miedo, zozobra, crisis de nervios y de insomnio, en muchos conocidos actores políticos de Veracruz.
Lo sucedido la madrugada de ayer martes en la entidad gobernada por el perredista Leonel Godoy, es el principio de la embestida del gobierno federal contra los gobiernos estatales presuntamente ligados o protectores del narcotráfico y el crimen organizado.
Y para el presidente Felipe Calderón y sus asesores, según información de inteligencia militar que tienen en su poder, suman una veintena los estados del país involucrados con los capos de la mafia y de la delincuencia criminal.
De los cuales, catorce de los infiltrados por las bandas del narco se encuentran en manos de gobernadores pertenecientes al Partido Revolucionario Institucional; cuatro al de la Revolución Democrática, y dos al PAN.
Los operativos anticrimen de las fuerzas de seguridad nacionales al interior de las administraciones estatales, eran asunto anunciado.
Después de aquel encuentro de acusaciones entre el presidente Calderón con la dirigencia nacional del PRI, líderes parlamentarios y gobernadores del tricolor, todo quedó escrito para el huésped de Los Pinos.
La decisión de cazar a funcionarios públicos de los gobiernos estatales señalados de brindar protección a narcotraficantes, ya había sido determinada por el propio presidente desde los primeros días de abril pasado.
Haberse dado la orden para ejecutar las detenciones de los presuntos involucrados con el narcotráfico en plena actividad proselitista, con miras al proceso intermedio del 5 de julio, abre dudas y sospechas que el operativa multipolicial en Michoacán, lleva intereses políticos, ante la desventaja del PAN en el escenario preelectoral del país.
Incluso, Michoacán, figuraba en segundo lugar para ser intervenido, no en primero, como finalmente ocurrió en las primeras horas de ayer martes, agarrando por sorpresa a ex secretarios de seguridad pública, a ex procuradores de justicia, a los asesores del propio gobernador Godoy, y los once presidentes municipales de importantes ciudades de aquella entidad, entre los que figuran nueve perredistas, un priísta y un panista.
A todos se les señala de tener vínculos con el crimen organizado y se encuentran detenidos en las instalaciones de la SIEDO en la ciudad de México.
En noviembre pasado cuando cayó el zar antidrogas Noé Rodríguez Mandujano, acusado de sus nexos con la delincuencia organizada, en este mismo espacio vaticiné la guerra que ayer inició en la tierra del ex presidente Lázaro Cárdenas, convertida en botín político de su hijo Cuauhtémoc y nietos.
Aseguré que larga era la lista de cómplices y protegidos del alto jefe policiaco federal a lo largo y ancho de la república, en la que se encuentran gobernadores, senadores, diputados y alcaldes.
En lo que se refiere al estado de Veracruz, muchos son los políticos involucrados que, creyendo tener a dios agarrado de las orejas, iniciaron sólidos romances con representantes de la delincuencia, que sin lugar a dudas les han permitido amasar incalculables fortunas, que nunca alcanzarían a reunir por el resto de sus vidas.
Y en el ojo del huracán también se encuentran conocidos editores y periodista de diversas ciudades de la entidad, quienes están hasta las manitas con los cárteles de la droga, o los grupos delictivos que “trabajan” en el estado, como Juan en su casa.
La redada en el estado de Michoacán, pone en el filo de la navaja a todos los involucrados aquí en Veracruz, sean funcionarios públicos o reporteros al servicio del crimen organizado.
Los indiciados lo saben, al menos los comunicadores.
Porque ayer mismo, se supo, en las ciudades de Veracruz-Boca del Río, Xalapa y Córdoba-Orizaba, fueron cerradas las casas donde se les “paga” a connotados columnistas el soborno por su silencio.
Los sitios de las calles Cempoala del Infonavir Río Medio, en la zona conurbada; la de la colonia revolución, en Xalapa, y el ubicadp en Fortín de Las Flores, tienen muchas historias qué contar.
¿O usted qué opina?
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