Oídos sordos del magisterio veracruzano.
Los maestros siempre sí decidieron suspender clases hoy 15 de mayo, para irse de pachanga a celebrar su día.
Ignoraron el llamado de las autoridades estatales para que festejaran el día del maestro trabajando en las aulas, a fin de recuperar el tiempo perdido a causa de la contingencia sanitaria por motivos de la influenza porcina.
Preocupado por la educación de los niños de Veracruz, el propio gobernador Fidel Herrera hizo la petición a los dirigentes de las secciones 32 y 56 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, pero la respuesta fue negativa.
Prefirieron irse de francachelas a cualquier centro turístico del país, a pasar su festejo enseñando a sus alumnos en los salones de clases.
Es aquí donde todos se preguntan...
¿Dónde quedó el espíritu de servicio de los profesores mexicanos, ese que tuvieron ilustres pedagogos veracruzanos como Enrique C. Rébsamen o Carlos A. Carrillo?
Hoy, verdaderos educadores que se parten el alma en las aulas, no importándoles hora, día o lugar, o que llueva y truene, a veces sienten vergüenza decirse maestros.
Y no es para menos.
Principalmente cuando son sumados a la bola de flojos y holgazanes que cobran sin trabajar; bien por “estar comisionados” por su sección sindical, o porque todo el ciclo escolar se la pasan faltando a clases.
Nadie puede negar que en la actualidad la imagen de los maestros de las escuelas públicas del país anda por los suelos; padres de familia y la sociedad en general, no los baja de golfos e irresponsables.
Y vaya que hacen honor a esos calificativos.
Sin embargo, lejos de buscar “limpiar el honor”, los profesores, al menos los de la entidad, siguen echándole más fuego a la hoguera.
Tenían hoy la oportunidad de demostrar el amor a la vocación que abrazaron en sus tiempos de estudiantes; no significaba esfuerzo extraordinario decidir celebrar el día del maestro, trabajando con sus alumnos.
Con el contagio del virus del marrano se perdieron en el país y la entidad veracruzana casi dos semanas de clases, y qué mejor momento para tratar de recuperar el tiempo y de reivindicarse con el pueblo.
Pero a nuestros queridos maestros les vale madres la educación de los niños, con todo y que en Veracruz son los únicos que tienen más derechos.
Queda demostrado que solicitarle al maestro que “trabaje”, es como pretender sacarle peras al olmo.
El calendario escolar de la SEP marca 200 días de clases para cada ciclo escolar, pero en el estado si se alcanzan 120, ya es ganancia para la comunidad estudiantil.
Gracias a que los profesores, cuando no tienen junta sindical, se ausentan de las aulas porque se van a cursos para “eficientizar y actualizar la enseñanza”, y eso sin considerar que los días de quincena, como ayer jueves, las clases se interrumpen a las 11 de la mañana.
Lo que llama la atención es que muchos “maistros” aseguraron ayer que la “orden” de no laborar este día en Veracruz, vino de México, directamente de la cacique Elba Esther Gordillo, la dueña del SNTE.
Lo mismo sucede con las manifestaciones de protesta que vienen realizando miembros de la sección 56 y su representante Ernesto Callejas Briones, demandándole a la SEV de Víctor Arredondo, toda una serie de canonjías sindicales de tipo económico.
La línea para golpear a la Secretaría de Educación de Veracruz y al gobierno del estado viene de la lideresa chiapaneca.
De ello, el gobernador Herrera no tiene la menor duda, principalmente cuando para nadie es secreto los intereses a corto palazo que la señora Gordillo tiene en la entidad.
Por lo pronto, hoy viernes es otro día perdido para la educación en Veracruz, con todo y el presunto “éxito” que dicen, tuvieron las tele-clases.
No queda otra alternativa más que felicitar a los maestros elbistas, pero no porque hoy viernes sea su día.
Felicidades, porque con tu ausentismo en las aulas sigues formando generaciones de esclavos del poder, justo lo que la elite de este país desea para que no representen amenaza a sus intereses.
Total, tú maestro, al igual que los ricos y dueños de México, mandan a sus hijos a escuelas privadas o a las universidades más caras y prestigiadas del mundo.
¿O usted qué opina?
Los maestros siempre sí decidieron suspender clases hoy 15 de mayo, para irse de pachanga a celebrar su día.
Ignoraron el llamado de las autoridades estatales para que festejaran el día del maestro trabajando en las aulas, a fin de recuperar el tiempo perdido a causa de la contingencia sanitaria por motivos de la influenza porcina.
Preocupado por la educación de los niños de Veracruz, el propio gobernador Fidel Herrera hizo la petición a los dirigentes de las secciones 32 y 56 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, pero la respuesta fue negativa.
Prefirieron irse de francachelas a cualquier centro turístico del país, a pasar su festejo enseñando a sus alumnos en los salones de clases.
Es aquí donde todos se preguntan...
¿Dónde quedó el espíritu de servicio de los profesores mexicanos, ese que tuvieron ilustres pedagogos veracruzanos como Enrique C. Rébsamen o Carlos A. Carrillo?
Hoy, verdaderos educadores que se parten el alma en las aulas, no importándoles hora, día o lugar, o que llueva y truene, a veces sienten vergüenza decirse maestros.
Y no es para menos.
Principalmente cuando son sumados a la bola de flojos y holgazanes que cobran sin trabajar; bien por “estar comisionados” por su sección sindical, o porque todo el ciclo escolar se la pasan faltando a clases.
Nadie puede negar que en la actualidad la imagen de los maestros de las escuelas públicas del país anda por los suelos; padres de familia y la sociedad en general, no los baja de golfos e irresponsables.
Y vaya que hacen honor a esos calificativos.
Sin embargo, lejos de buscar “limpiar el honor”, los profesores, al menos los de la entidad, siguen echándole más fuego a la hoguera.
Tenían hoy la oportunidad de demostrar el amor a la vocación que abrazaron en sus tiempos de estudiantes; no significaba esfuerzo extraordinario decidir celebrar el día del maestro, trabajando con sus alumnos.
Con el contagio del virus del marrano se perdieron en el país y la entidad veracruzana casi dos semanas de clases, y qué mejor momento para tratar de recuperar el tiempo y de reivindicarse con el pueblo.
Pero a nuestros queridos maestros les vale madres la educación de los niños, con todo y que en Veracruz son los únicos que tienen más derechos.
Queda demostrado que solicitarle al maestro que “trabaje”, es como pretender sacarle peras al olmo.
El calendario escolar de la SEP marca 200 días de clases para cada ciclo escolar, pero en el estado si se alcanzan 120, ya es ganancia para la comunidad estudiantil.
Gracias a que los profesores, cuando no tienen junta sindical, se ausentan de las aulas porque se van a cursos para “eficientizar y actualizar la enseñanza”, y eso sin considerar que los días de quincena, como ayer jueves, las clases se interrumpen a las 11 de la mañana.
Lo que llama la atención es que muchos “maistros” aseguraron ayer que la “orden” de no laborar este día en Veracruz, vino de México, directamente de la cacique Elba Esther Gordillo, la dueña del SNTE.
Lo mismo sucede con las manifestaciones de protesta que vienen realizando miembros de la sección 56 y su representante Ernesto Callejas Briones, demandándole a la SEV de Víctor Arredondo, toda una serie de canonjías sindicales de tipo económico.
La línea para golpear a la Secretaría de Educación de Veracruz y al gobierno del estado viene de la lideresa chiapaneca.
De ello, el gobernador Herrera no tiene la menor duda, principalmente cuando para nadie es secreto los intereses a corto palazo que la señora Gordillo tiene en la entidad.
Por lo pronto, hoy viernes es otro día perdido para la educación en Veracruz, con todo y el presunto “éxito” que dicen, tuvieron las tele-clases.
No queda otra alternativa más que felicitar a los maestros elbistas, pero no porque hoy viernes sea su día.
Felicidades, porque con tu ausentismo en las aulas sigues formando generaciones de esclavos del poder, justo lo que la elite de este país desea para que no representen amenaza a sus intereses.
Total, tú maestro, al igual que los ricos y dueños de México, mandan a sus hijos a escuelas privadas o a las universidades más caras y prestigiadas del mundo.
¿O usted qué opina?
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