miércoles, 26 de agosto de 2009
EL JUEGO DE JUAN PIRULERO
El reloj político de la sucesión en Veracruz, se adelantó en sus tiempos.
Prácticamente el PRI de Fidel Herrera tiene ya candidato a gobernador para el 2010, en la persona de Javier Duarte.
En consecuencia, viene ahora la difícil tarea de buscar aspirantes a diputados locales y a las 212 presidencias municipales.
Son 50 nombres para el Congreso local, entre uninominales y plurinominales, y ganar el mayor número de escaños es vital para que el próximo gobernador de Veracruz mantenga el control de la próxima legislatura.
En cuanto a las alcaldías, suman 212 las que volverán a estar en juego el próximo año electoral en toda la geografía veracruzana.
Claro, que en el caso de las alcaldías, las que importan al PRI Fidelista, son las más prósperas en el manejo de recursos financieros.
Como el puerto de Veracruz, Xalapa, Boca del Río, Coatzacoalcos, Minatitlán, Poza Rica, Tuxpan, Córdoba y Orizaba, que se llevan el 60 por ciento de las partidas destinadas a los municipios.
A los ayuntamientos serranos o con presupuestos raquíticos y miserables que sólo alcanzan para cubrir nóminas de las comunas, son los que menos importan a los hombres del poder en palacio de gobierno estatal.
Por lo tanto, en la selección de los abanderados del Partido Revolucionario Institucional en los municipios más importantes del estado, por lógica política, el gobernador Fidel Herrera lleva delantera.
Nadie más que el mandatario estatal y sólo él, será el que incline la balanza a favor de los hombres y mujeres, amigos, compadres y parientes, que habrán de representar al tricolor de la Fidelidad en las elecciones locales de julio próximo.
Muchos son los nombres que desde la cúpula del poder estatal, empiezan a ser filtrados a los medios de comunicación que cumplen la función de voceros oficiales del gobernante en turno.
Entre los mencionados aparecen algunos diputados locales en funciones, otros que terminan gestión en San Lázaro, y unos más que apenas rinden protesta el 30 de agosto en la Legislatura federal.
Así también salen a la palestra los nombres de connotados empresarios, llevados a la cúspide de la bonanza financiera por la actual administración estatal, bajo el disfraz de contratista, o simplemente por fungir como prestanombres en los millonarios negocios que se realizan en Veracruz bajo el amparo de la complicidad.
Los primeros precandidatos del PRI que van apareciendo como posibles autoridades a gobernar las ciudades más ricas del estado, todos llevan el estigma Fidelista, pero claro, no por ser damas de la caridad o por contar con impecables hojas de servicio, honesto o transparente.
Sino por el descarado tráfico de influencias en los que han incurrido en el actual sexenio de gobierno.
Nada importará que los seleccionados por el PRI a participar en la contienda electoral para renovar diputaciones locales y alcaldías, sean auténticos desconocidos para la ciudadanía, o que una vez sentados en el trono, resulten mandilones ligados a las faldas de las esposas, mismas que a través de familiares cercanos son las que ejercen el poder en los ayuntamientos.
La capital xalapeña, los puertos de Veracruz y Coatzacoalcos, por mencionar los de mayor peso político, son en el actual periodo de gobiernos municipales, ejemplos claros de alcaldes que además de corruptos, resultaron incapaces, que les quedó grande el cargo, y por lo tanto mantienen sus municipios convertidos en un verdadero desmadre.
Pero reitero…
Todos fueron selectos, hace dos años, por quien manda en Veracruz, quien los solapa y protege.
No esperemos, entonces, novedades en la carrera por las diputaciones locales y presidencias municipales..
Podrán presentarse caras nuevas y frescas en política, pero adolecerán del mismo mal.
¿O usted qué opina?
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