martes, 25 de agosto de 2009
Una vergüenza el magisterio veracruzano.
La última evaluación para aspirantes a obtener plazas de docente, evidenció la desgracia que vive Veracruz en materia educativa.
El hecho que el 75 por ciento de los maestros hayan salido reprobados, habla por si solo del deprimente grado de preparación que tienen los hombres y mujeres que se encuentran en las aulas escolares oficiales educando a las futuras generaciones de México.
No es la primera vez que los profesores de la entidad son ridiculizados por la Secretaría de Educación Pública de la federación.
Meses atrás también fueron sometidos a otra serie de exámenes, y los resultados terminaron siendo igual de desastrosos que los obtenidos la semana pasada, lo que indica que vamos de mal en peor.
El Secretario de Educación en Veracruz, Víctor Arredondo Álvarez, excusa las pésimas calificaciones de los mentores del estado que buscaban una fuente de trabajo en la SEV, a que “la mayoría de los aspirantes no fueron maestros normalistas”.
Vaya jalada del funcionario Fidelista.
El 50 por ciento de los reprobados trabajan para el sector educativo estatal, bien cubriendo interinatos o permisos de los maestros titulares, o en otras áreas como el CONAFE, donde los maestros, además de ser refundidos en zonas serranas, ganan salarios de hambre, pero los motivan diciéndole que “ese trabajo es para hacer méritos y hacerse merecedores a una futura plaza”, que por lo visto nunca alcanzarán.
Entonces, que no salga el señor Arredondo argumentando que los “reprobados no son maestros normalistas”.
Lo cierto es que para nadie es desconocido que como titular de la SEV, Arredondo ha resultado todo un fiasco, lo que menos le ha preocupado es la educación y preparación académica de la niñez y juventud veracruzana.
Haber designado Secretario de Educación al ex rector de la Universidad Veracruzana, a petición especial del exgobernador Miguel Alemán, fue sin dudas un error garrafal del gobernador Fidel Herrera.
Principalmente porque el tío Fide, aún en su calidad de mandatario electo, nunca ignoró el cochinero financiero que Arredondo tenía en la UV como rector, mismo que ha sido cubierto con el manto de la complicidad por el Lobillo Arias que dejó al frente de la rectoría, y cuya permanencia en el cargo ha defendido contra viento y marea.
De no reelegirse Lobillo al frente de la UV, corría el riesgo de que todos los trapitos sucios de Arredondo y el propio Raúl Arias, hubiesen sido exhibidos ante la comunidad universitaria y público en general, echando abajo esa reputación de honestos y transparentes que ambos pregonan ante el jurado de ancianos que integran la Junta de Gobierno de la máxima Casa de Estudios de Veracruz.
Es innegable que Fidel se equivocó con Víctor Arredondo, poniéndolo al frente de una secretaría tan importante y delicada, sobre todo si es verdad que en Veracruz los únicos que tienen privilegios son los niños.
Las notas reprobatorias de la SEV calderonista hacia los interesados en posesionarse de una plaza de maestro, son determinantes para señalar que Veracruz pasa por un grave retroceso en la educación que imparte el estado.
Pero, como dijeran los padres de familia, cómo no van a salir ponchados si el magisterio veracruzano es pura pachanga; más que estar en las aulas, el 40 por ciento del calendario escolar de 200 días hábiles de clases, se los pasan comisionados en tares sindicales.
Y lo peor es que excusan “asistir a un sinnúmero de cursos de actualización, como el que se presumen imparten esta semana a los profesores de primero y sexto año de primaria, y que provocó que los estudiantes de estos grados entren hasta el próximo lunes 31 de agosto.
La educación en México se encuentra politizada, y Veracruz no es la excepción.
Se premia a los dirigentes sentistas con gubernaturas, senadurías, diputaciones y alcaldías, y a los ayudantes carga-maletas con sindicaturas, regidurías, supervisiones e inspecciones escolares, pensando en el mito del voto corporativo del magisterio estatal.
Pero la calidad educativa, a nadie importa.
Pareciera como si los propios gobiernos estatales estuvieran de acuerdo en seguir forjando generaciones de ignorantes e incultos con deficiente nivel académico, procedentes de escuelas públicas.
Y beneficiar a los hijos de políticos y tecnócratas egresados de prestigiados colegios extranjeros, para que vengan a encumbrarse en los altos cargos públicos nacionales y estatales, y terminen de hundir a México.
La reciente vergüenza que pasó Veracruz con la censura masiva de maestros aspirantes a una plaza de docente, debiera ser motivo de reflexión, y no de risas o bromas en los altos jerarcas del sector educativo de Veracruz.
¿O usted qué opina?
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