El presidente Felipe Calderón parece dispuesto en buscar enderezar el barco, que amenaza con sumergirse a lo profundo de aguas pantanosas.
Y no es para menos.
Se encuentra sumamente presionado por la mayoría del Partido Revolucionario Institucional en el Congreso Federal, que en definitiva lo ha copado y le exige cambio de ruta en el rumbo del país.
Desde antes de la asunción de la nueva Legislatura de San Lázaro, voces opositoras al partido del mandatario mexicano estuvieron enviándoles mensajes directos y contundentes, en los que le recomendaban sacudir su gabinete de ineptos y desaparecer secretarías de estado innecesarias y obsoletas.
En respuesta, Calderón hizo suyos los reclamos provenientes principalmente del partido tricolor de la generala Beatriz Paredes, y cedió a las presiones.
Los cambios en la Procuraduría General de la República, Petróleos Mexicanos, y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, y la eliminación de tres secretarías, hablan de la voluntad del presidente de abrirse al diálogo para encontrar acuerdos que terminen con la parálisis gubernamental iniciada desde el arribo de Vicente Fox a Los Pinos.
La reingeniería de su gabinete y otros ajustes en disminución de gastos y presupuestos, así como la reducción del 10 por ciento en salarios de los funcionarios federales, darán al gobierno calderonista un ahorro de 180 mil millones de pesos en las partidas de egresos.
Lo que indica que todavía no son suficientes las medidas de austeridad anunciadas ayer martes con la desaparición de la Secretaría de Turismo, de la Reforma Agraria y la de la Función Pública.
El déficit de las finanzas públicas del gobierno de la república es del orden de los 300 mil millones de pesos, según datos de don Agustín Carstens, titular de Hacienda y Crédito Público, a consecuencia de la caída internacional de los precios del petróleo, de los cuales depende la economía mexicana.
Por lo que urge al régimen de Calderón reducir otros 120 mil millones de pesos del gasto corriente.
Grave error sería si la federación pretende sacar el faltante del débito aumentando costos de los servicios como la luz, la gasolina y el diesel, según se ha venido especulando.
Calderón tiene de dónde disminuir no sólo los 120 mil millones, si no hasta más, con sólo reducir aún más los salarios insultantes de sus secretarios de estado que rebasan los 300 mil pesos, y acotar el despilfarro de su aparato publicitario que, comparado con los gastos de Fox en este rubro, incrementó hasta en un 228 por ciento.
En lo que va de su gobierno la presidencia del país ha gastado alrededor de 11 mil millones de pesos en el culto a la personalidad del ejecutivo, según datos de la propia Secrtetaria de Gobernación, y si le agregamos los miles de millones concerniente a la partida secreta del propio mandatario, la cifra se convierte escalofriante.
Es decir, hay hilo de dónde jalar para recuperar los recursos perdidos con la baja en el petróleo.
Pero que no sea exprimiendo más al pueblo, porque sería como querer sacarle agua a las piedras.
FIDEL MUEVE SUS PIEZAS
Se dice, comenta y especula, que para estar acorde con el presidente Felipe Calderón, el gobernador Fidel Herrera también moverá las piezas de su ajedrez.
Que Reynaldo Escobar Pérez, deja la Secretaría de Gobierno, para asumir la Procuraduría General de Justicia, sustituyendo a Salvador Mikel Rivera.
Francisco Portilla Bonilla, agarra las riendas de la Secretaría de Gobierno, y en su lugar se menciona a Jorge Carvallo Delfín, quien podría ser sustituido en el PRI por el diputado local Erick Lagos.
Y que otro que se va es el nefasto Víctor Arredondo Álvarez, de la Secretaría de Educación, quien llevó la educación estatal a los peores lugares de excelencia académica, convirtiéndola en una vergüenza nacional.
El cambio que más llama la atención es el de Reynaldo Escobar a la PGJ, clara evidencia que mi amigo el gobernador, pone la iglesia en manos de Lutero.
Que después no se haga el chistoso al sorprenderse de la impunidad que prevalezca en la procuraduría.
Quien conoce al presunto “testigo protegido”, sabe cómo se las gastará rodeado de policías y pistolas.
¿O usted qué opina?
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