JAVIER DUARTE; ANTE EL ELOGIO DESMEDIDO

¿Quién está engañando al diputado federal Javier Duarte?
Vivales del periodismo y la mercadotecnia, han encontrado la mina de oro engatusando al joven Fidelista.
No hay día en que al doctor Duarte no lo suban hasta los cuernos de la luna, ubicándolo en el número uno de aceptación ciudadana en la carrera por la gubernatura de Veracruz en 2010.
Muy por arriba de viejos políticos con reconocida presencia en el estado, como el ex gobernador interino Dante Alfonso Delgado Rannauro y del propio Miguel Ángel Yunes Linares.
Encuestas marca patito, realizadas por verdaderos profesionales del soborno y el chantaje, se han dado a la tarea de sacar a la luz pública presuntos sondeos de opinión pública, en los que magnifican al ex secretario de Finanzas como la mejor opción del PRI para suceder a Fidel Herrera en palacio de gobierno estatal.
Lo mismo sucede con las falsas plumas del periodismo estatal, que no cesan en halagos y lisonjas hacia el más aventajado de los alumnos del mandatario veracruzano.
Y el arte de adular sin escrúpulos ni vergüenza alguna, viene redituándoles excelentes dividendos financieros a los operadores de las simuladas indagatorias de preferencia electoral.
Porque Javier, dejándose llevar por el falso canto de las sirenas, ha caído en el juego de esos mercenarios de la comunicación y el marketing políticos, quienes además tienen el descaro y la desfachatez de andar divulgando que “Duarte les paga esos favores a precios de oro”.
Por ejemplo… vociferan que por la chamba publicitaria que le hacen a Duarte en el pasquín que, por no venderse termina en los botes de basura y en los excusados de las oficinas públicas, reciben cada mes más de 150 mil pesos.
De resultar cierto, mucho dinero desperdiciado y tirado al estiércol, porque el actual legislador federal, no tiene necesidad de recurrir a fariseos del periodismo y del mercadeo ciudadano.
Javier Duarte y Ochoa cuenta con todos los atributos para brillar con luz propia; tiene la capacidad para forjarse el carisma que como imán atraiga multitudes dispuestas a escucharlo, seguirlo y apoyarlo en su nuevo proyecto político.
No en balde se hizo al crisol de la experimentada y zorruna escuela de Fidel Herrera Beltrán, de quien sin lugar a dudas, mucho debió haber aprendido.
Por lo que, la alabanza y zalamería, no son el camino de Duarte para agigantarse como el candidato Fidelista del 2010.
Catastrófico resultaría para su precandidatura vivir del cuento y la mentira de los tan llevados y traídos sondeos entre la población estatal.
Su futuro estaría prendido de alfileres.
Y entrado el invierno, si no hay despegue con los resultados esperados, su amigo y protector, podría echar andar su plan B.
Es primordial entonces, que Javier se sacuda a todas esas lacras de la simulación que aún endiosándolo, sirven a otros intereses.
Los que hoy lo endulzan y agasajan poniéndolo a la cabeza de las fantasmagóricas encuestas ciudadanas, lo mismo hacen o harán con otros precandidatos que también les paguen igual o mejor, como dicen que él hace con ellos.
Una elección no se gana con encuestas manipuladas y echas a modo del mejor postor; ni tampoco con planas completas donde le aplaudan y rindan tributo; el triunfo se alcanza con entrega, resultados y trabajo cercano a la gente.
Y si Duarte no lo entiende, entonces que le pregunte a mi amigo Fidel.
¿O usted qué opina?