EL GRAN SIMULACRO PARLAMENTARIO

De nueva cuenta, circo, maroma y teatro en la Cámara de Diputados de San Lázaro, allá en la ciudad de México.
Otra vez los diputados federales del Partido Revolucionario Institucional, en su calidad de mayoría relativa y de cara al pueblo mexicano, desempeñan de excelencia el papel de talentosos simuladores.
Frente a la nación, los señores legisladores del PRI exhiben su descontento y negativa a no permitirle al gobierno de Felipe Calderón un nuevo impuesto del 2 por ciento generalizado a partir del 2010, y que incluye su aplicación también en medicinas y alimentos.
Observamos a los diputados priístas convertidos hoy en gigantescos titanes defensores de la economía familiar, cuando apenas ayer enriquecían con los cargos públicos que venían desempeñando, y lo que menos les importaba era si las familias pobres de México tenían siquiera para mal comer.
Vemos a los representantes populares del partido tricolor desgarrarse las vestiduras incendiando el paquete económico del próximo año que el gobierno federal busca le autorice el Congreso de la Unión, el cual contempla dicho gravamen del 2 por ciento.
Romería similar de protesta, críticas y consignas están armando los gobernadores del PRI en sus estados, incluido el de Veracruz, Fidel Herrera, quienes son las manos visibles que mueven a sus títeres que mandaron a la máxima tribuna legislativa del país.
Y las órdenes que reciben las marionetas de los gobiernos estatales son las de no aceptar este nuevo impuesto calderonista, que según la Secretaría de Hacienda de Agustín Carstens, es urgente para “tapar el hoyo de 300 mil millones de pesos que tiene la federación causado por la crisis económica”.
No hay día que los mandatarios estatales del PRI, no salgan en televisión dándose baños de pueblo y lanzando dardos venenosos en contra del paquete fiscal de la SHCP para 2010.
Pero todo se trata de una gran farsa, una vergonzante simulación de democracia, honestidad y transparencia; es la escenografía vista cada año en el recinto parlamentario federal.
La revisión y respectiva aprobación del presupuesto del gobierno de la república para los siguientes doce 12 meses de ejercicio fiscal, es el momento ansiado por los gobernadores opositores al presidente en turno, para cobrar venganza.
Atajar y encerrar al mandatario nacional bloqueándole sus expectativas financieras, representa para los gobernadores la mejor de sus armas para obligarlo a negociar, a que ceda a sus pretensiones, que no son otras que exigir dinero.
Bueno, también se comenta que algunos mandatarios estatales aprovechan la ocasión para intercambiar impunidad…ofrecen los votos de sus diputados a cambio de borrón y cuenta nueva en los expedientes de complicidad criminal que tienen abiertos en la PGR-SIEDO:
Lo que si queda claro es que el caso de Felipe Calderón es diferente al de otros presidentes, incluso al de su antecesor y compañero de partido el mandiles de Fox.
Obligado presuntamente por la recesión económica, Calderón ha recurrido al recorte de las remesas de las participaciones federales que envía a los gobiernos de los estados y municipios., y esa decisión trae más que calientes a muchos de los ejecutivos estatales, que esperaban llegara el día de poner al presidente en el filo de la navaja.
Ese día llegó y somos testigos de la gran comedia que protagonizan los gobernadores priístas, usando a sus guiñoles en la Cámara federal de diputados para presionar a Calderón.

Sin embargo, amable lector, la bravera de los representantes ciudadanos, incluidos los Fidelistas, es fingida, engañosa y disfrazada; lo que aparentan es irreal y están lejos de sentir el dolor de la miseria de la gente.
Se sabe, que para destrabar su iniciativa presupuestaria para el 2010, Calderón ha ordenado a la SHCP libere un paquete de apoyos por más de 32 mil millones de pesos para los gobernadores del PRI, y que parte de estos recursos se los entreguen a sus diputados que hoy lo tienen acorralado. Se presume que la única condicionante de Los Pinos es que el impuesto general del 2 por ciento que propone, se haga efectivo, así tengan que disfrazarlo metiéndolo en otros rubros del consumo.
Es decir, sería la misma gata, nada más que revolcada.
No dudamos, que en las próximas semanas los paladines de la defensa popular que despachan en San Lázaro, irán bajando de tono sus protestas contra el arancel del 2 por ciento, por así convenir a los intereses de los gobernadores priístas.
La operación de planchado, está siendo maquinada por expertos en mercadotecnia de sobornos políticos.
Y el pueblo, bien gracias, que vuelvan a trabarlo con aumentos enmascarados.
¿O usted qué opina?