Continúa siendo saqueada la Secretaría de Salud de Veracruz.
La institución se ha convertido en la caja chica de sus altos funcionarios que por intereses políticos personales despilfarran los recursos financieros en francachelas, comilonas y todo tipo de actividades proselitistas.
Pareciera que no bastaron los seis años de ineptitud, engaño, tráfico de influencias y corrupción del alemanista Mauro Loyo Varela, al frente de la Secretaría de Salud, cuyo prestigio alcanzado como neurocirujano, no fue compatible con su fracaso como funcionario público del gobierno de Veracruz.
La actual administración estatal a cargo de Fidel Herrera Beltrán encontró el 1 de diciembre de 2004, una Secretaría de Salud desmantelada, hundida en el abandono y el descrédito, con hospitales de tercer nivel, unos en obra negra y otros inexistentes, a pesar de haber sido reportados como terminados en el último informe del ratón Miguelito.
Fue de tal magnitud la rapiña en la Secretaría de Salud en el sexenio de Miguel Alemán Velasco, que para cubrir el quebranto financiero descubierto en las arcas de la dependencia, el ex titular Mauro Loyo fue obligado por el gobierno Fidelista a devolver bienes materiales que garantizaban el pago del daño patrimonial ocasionado, so pena de correr el riesgo de ir a parar a Pacho Viejo en caso de negativa.
El delito de peculado e incumplimiento de un deber legal, se configuraba legalmente en la SS bajo el cargo de Loyo Varela, sin embargo este dijo a su amigo Alemán que “se trataba de una venganza” del gobernador Herrera por responsabilizarlo de un grave incidente ocurrido a un familiar cercano en el helipuerto del World Trade Center de Boca del Río, al pretender aterrizar, sin previo aviso, la aeronave en la que viajaba.
Sin embargo, fueron palos de ciego del prestigiado cirujano; el abuso del poder estuvo más que comprobado; por más que revisaba y revisaba, Fidel nunca pudo encontrar las clínicas y hospitales supuestamente construidos por la dependencia a cargo de Mauro Loyo.
Hoy la historia del dispendio y el latrocinio parecen repetirse en la Secretaría de Salud del gobierno estatal.
Primero fue Jon Remetería Sempé, quien llevó a la SS a su cuñado incómodo Abelardo Coello, para que hiciera los grandes negocios con los millonarios contratos por concepto de lavado de toda la ropa de cama de la red hospitalaria estatal.
Como regalo a su cuestionado trabajo al frente del sector salud, a Rementería lo enviaron de candidato a la alcaldía del puerto de Veracruz, donde los jarochos maldicen y se arrepienten de haberle dado los votos que lo llevaron al triunfo en septiembre de 2007, porque hasta antes del secuestro del administrador de la Aduana, Francisco Serrano Aramoni, el que gobernaba era el cuñado Coello, hoy presunto prófugo de la justicia por sus nexos con la delincuencia organizada.
Como sustituto en la SS llegó Manuel Lila de Arce, quien con el manto de la complicidad del subdirector de Planeación y Finanzas Eliut Alberto Cervantes Ramírez, desvían recursos a sus respectivas precampañas políticas.
Por que los dos sueñan con gobernar sus municipios.
Lila de Arce, Tierra Blanca, y su empleado Eliuth, Catemaco.
Ambos funcionarios de la Fidelidad andan en abierta campaña, regalando cemento, lotes de láminas de cartón, despensas, útiles escolares, y hasta dinero en efectivo a quienes se lo piden.
Pero el que más tira el dinero a manos llenas de la Secretaría es Cervantes Ramírez…
En su loca carrera por ganarle la nominación del PRI a Tomás Montoya Pereyra, Eliuth invierte cada fin de semana, por lo menos, 300 mil pesos en agasajos a los habitantes de Catemaco.
Por ejemplo, con motivo de los comicios federales del 5 de julio que en ese distrito electoral, el de San Andrés Tuxtla, perdió el PRI, el joven funcionario de la SS tiró la casa por la ventana, al organizar en Catemaco, tremendo festín para más de 3 mil personas, en “agradecimiento por el apoyo dado al tricolor”.
En dicho agasajo a los priístas de la zona de los Tuxtlas, Cervantes dijo que “desde pequeño le enseñaron a ir hacia delante; a compartir y desprenderse de lo suyo para apoyar a quienes lo requieren”.
Vaya cinismo de este otro jovenzuelo Fidelista.
¿Quién va a creerle que los 300 mil pesos que se gasta en dos días de proselitismo en su municipio, salen de su bolsa?
O al menos que como funcionario del gobierno de Veracruz gane por lo menos 1.2 millones de pesos mensuales, y que además todo lo invierta en “ayudar a los que no tienen”.
Y si su precampaña por la alcaldía de Catemaco no sale de su salario, entonces la lógica indica que está realizando jugosos negocios como subdirector de Finanzas, ya que por sus manos pasa todo…principalmente las licitaciones de obras para la construcción y rehabilitación de clínicas y hospitales, donde hasta los más pendejos se han convertido en los nuevos millonarios del sexenio Fidelista.
Yo pregunto…
Si Lila de Arce y Eliuth Cervantes saquean la Secretaría de Salud para hacer bulla y llamar la atención en dos municipios pobres y abandonados, qué no harán con el dinero del pueblo otros funcionarios que buscan posesionarse en ayuntamientos más ricos e importantes.
Pero en fin…
Que venga más, sea por Dios y por Veracruz.
¿O usted qué opina?
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