Ha dado inicio la guerra por las alcaldías y diputaciones locales del 2010 en el estado de Veracruz.
Y muchos que ya sueñan tener las nominaciones del PRI en las bolsas, podrían quedarse como las novias de rancho… vestidos y alborotados.
Algunos dicen tener el visto bueno del gobernador Fidel Herrera, lo que para ellos representa el mejor aval político para alcanzar las candidaturas, bien a diputado local o presidente municipal.
Otros, sin padrinazgos, apuestan su capital político a la suerte, a su presencia ante el electorado por haber realizado papel preponderante en sus encargos anteriores en la función pública.
Unos más buscarán la nominación del partido tricolor a través del cochupo, el soborno, la reventa, o la subasta de candidaturas, enterados que en el Comité Directivo Estatal del PRI, ofertarán en 2010 todos los cargos de representación popular, tanto en alcaldías como en diputaciones.
Pero también se observan aquellos y aquellas priístas a los que la desesperación está obligándolos a lanzarse como el borras, sin ninguna esperanza de alcanzar ni siquiera trabajo en la dirección de limpia pública de los ayuntamientos.
Un ejemplo concreto es la ex diputada federal Elizabeth Morales, quien simulando demencia olvida el papel vergonzante que efectuó como representante de los xalapeños en el recinto de San Lázaro.
Esta joven, dicen,anda vociferando que será la próxima alcaldesa de la capital del estado, porque esa es la promesa que tiene del gobernador Herrera Beltrán.
Y es tal el engaño que vive la ex legisladora Morales, que ya mandó a elaborar propaganda partidista con el emblema de “Elizabeth Morales, tú candidata del 2010”, la cual esconde en dos bodegas ubicadas en céntricas calles de Xalapa.
Lo que ignora la ex diputada, es que la candidatura a la presidencia municipal de Xalapa ya fue decidida a favor del secretario del Trabajo del gobierno estatal, Américo Zúñiga, según se sabe, por órdenes directas del tío Fide.
Por lo que de resultar cierto, Elizabeth se quedaría, insisto, como novia de rancho, claro en el sentido figurado, porque hasta donde especulan las lenguas de doble filo, ella repudia el matrimonio.
Otro caso similar es el del diputadillo José Ruíz Carmona, alias el Pepín, que también tiene la modorra de ser el candidato del PRI al palacio del puerto jarocho, ese que le quedó demasiado grande al doctor Jon Rementería Sempé, quien sin su cuñado incómodo a su lado, no sabe qué hacer con la presidencia municipal de Veracruz, y cuentan los panistas, comete puras burradas.
El Pepillo Ruíz, ha vuelto a prenderle sus veladoras a San Fidel Herrera Borunda, ya que gracias al primogénito del gobernador, que pudo convencer a su papá, fue candidato a diputado local por el distrito de Veracruz rural, y ganó por el efecto Fidel que, hay que reconocerlo, tiene vigencia en la mayor parte de la geografía estatal.
Lo malo es que el recomendado del junior Herrera Borunda, ha realizado un papel de apocamiento en el Congreso local; la única propuesta en sus dos años de legislador, fue la que presentó para beneficio de sus intereses personales como empresario de las grúas.
Y lo peor para el diputado periquito… que gusta repetir las declaraciones que hace el gobernador, es que Herrera Beltrán está enterado de todos los negocios que realiza con el fuero de legislador.
Uno de tantos es el regenteo de las grúas AVA de su propiedad, que operan en el municipio de Veracruz, mismas que al temblarles las piernas, escondió y retiró de circulación la noche en que el ejército se apoderó de las oficinas de Tránsito Municipal buscando a los responsables del secuestro del director de la aduana, Francisco Serrano Aramoni.
Y así como Elizabeth Morales y Pepín Ruiz, suman muchos los que se quedarán chiflando en la loma, esperando que el PRI los llame al bat como abanderados a la contienda del 6 de julio de 2010.
Fidel y nadie más Fidel, será el encargado de palomear a los nominados de su partido para las diputaciones locales y los 150 municipios más prósperos de la entidad.
Es más, el indio Tizoc no sabe en la bronca que está metiéndose al andar ofertando, desde ahora, las 212 alcaldías y las 50 diputaciones.
Bueno, al menos eso es lo que yo creo…
Que mi amigo el gobernador “desconoce” todas las transas de sus colaboradores cercanos, y Carvallo no puede la excepción.
¿O usted qué opina?
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