“Que ha llegado la hora de cumplirle a México”, es el nuevo slogan que estrena el gobernador Fidel Herrera.
Lo expresa en todos lados; en eventos públicos, reuniones privadas, encuentros familiares y de trabajo, o en charlas íntimas con amigos y colaboradores cercanos.
“Escuchar al pueblo de México”, es el tema del momento para el mandatario veracruzano.
Y representa el acicate que usa de puya contra sus jóvenes diputados federales, para que se fajen los pantalones en sus demandas en San Lázaro.
Pero…yo pregunto.
¿Fidel ejerce su encargo de gobernante con los principios básicos que hoy está demandando a todos los actores políticos del país, incluido el propio presidente Felipe Calderón?
¿Fidel ha escuchado y cumplido a los veracruzanos?
Porque para exigir hay que predicar con el ejemplo.
Y si hacer memoria se trata, no tenemos que esforzarnos mucho para exhibir las medias verdades o mentiras completas del político de Nopaltepec.
En primer lugar tenemos a los más de 4 millones de habitantes del estado que permanecen en el olvido ancestral.
Veracruzanos en extrema pobreza, a los que tampoco el gobierno de Fidel Herrera ha tenido tiempo para escuchar, y menos deseos de cumplirle en sus demandas eternas.
Ancianos, mujeres embarazadas y niños desnutridos que mueren enfermos, por falta de oportuna atención médica y por no tener qué comer, son parte del otro Veracruz, el del olvido y la marginación, ese que no sale a cuadro en las imágenes de televisión que se proyectan al mundo.
Y que para mala suerte de Fidel, el Veracruz de miseria y hambre también es territorio de la entidad que gobierna.
Y los asuntos de inseguridad pública; de la complicidad de sus colaboradores con las bandas delictivas; de la corrupción al interior de su administración; del tráfico de influencias; del enriquecimiento de sus funcionarios.
Los casos antes mencionados, son también demandas ciudadanas que han sido denunciadas y nunca escuchadas, menos atendidas.
Pese a que el propio gobernador Herrera ha repetido que en Veracruz, “el que la hace la paga”, el pueblo observa que lejos de cumplir la ley, todos se protegen con el manto de la impunidad.
Lo peor de todo es que muchos de los diputados federales a los que el ejecutivo estatal “ordena escuchar, atender y cumplir a México”, son una bola de farsantes con fuero.
Unos, como Silvio Lagos Galindo y Salvador Manzur Díaz, son integrantes de esa banda de pillos que en su paso por el gobierno de la Fidelidad hicieron toda clase de negocios en detrimento de las instituciones de Veracruz.
Silvio en la CNOP con las concesiones para taxis que ofrecía en 150 o 200 mil pesos, y cuidado que vendió varios cientos de éstas a personas ajenas al transporte, con lo cual logró amasar varios millones de pesos.
Y Salvador, se presume que con otros cómplices de la Secretaría de Finanzas, se llenó los bolsillos como gestor de venta de varios inmuebles del gobierno estatal, los cuales remataron a sus amigos a precios de risa.
Otros, como el dirigente ferrocarrilero Víctor Flores Morales y Fidel Kuri Grajales, llevan a cuestas toda una estela de corrupción,
El de Orizaba, se comenta, funge como socio de altos ex funcionarios del régimen Fidelista en empresas constructores que en forma mañosa y arreglada acaparan toda la obra pública que se realiza en 30 municipios de la zona centro del estado.
Mientras que Flores Morales, su imperio de corrupción en el gremio del riel, le ha permitido ser diputado federal plurinominal por tercera ocasión, gracias a los cañonazos, se dice, de 500 millones de pesos que, de las cuotas sindicales, aporta a las campañas del PRI,
Vuelvo a cuestionar a quien desee contestarme…
¿Con esa clase de representantes populares México será escuchado y atendido?
Quien guste verborrear diciendo que los nuevos diputados federales veracruzanos se rasgarán las vestiduras para cumplirle a México, simplemente piensa que todos en Veracruz estamos dormidos, o que somos retrasados mentales,
¿O usted qué opina?
lunes, 7 de septiembre de 2009
UN PASEO POR LAS NUBES
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario