BUENOS DIAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
14 de septiembre de 2010
¿Tenemos algo qué festejar en México este 15 de septiembre?
En efecto, se cumplen 200 años de haber iniciado la lucha de Independencia en México, después de 300 años de yugo español.
Para conmemorarlos, el gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa, ha tirado la casa por la ventana.
No importa cuánto dinero derrochar para recordad tan importante fecha en la memoria de los mexicanos.
Tan sólo en la organización y transmisión televisiva de los festejos y la operatividad de los juegos pirotécnicos de la noche del Grito del 15 de septiembre de 2010 en la ciudad de México, se presume que el gobierno federal esté gastando cerca de mil 500 millones de pesos.
Sinceramente, un chingo de dinero gastado en la simulación de un falso reconocimiento calderonista hacia los héroes que como Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, José María Morelos y Pavón y Josefa Ortiz de Domínguez que ofrendaron sus vidas para quitar a los mexicanos las cadenas de la esclavitud española.
Mucho dinero tirado al cesto de la basura, en un pueblo mexicano que, como dijera el malogrado candidato presidencial del PRI en 1994, Luis Donaldo Colosio Murrieta, tiene mucha sed y hambre de justicia.
Pero hoy, 16 años después, la necesidad de los mexicanos no sólo es ya de justicia social o jurídica, sino que ahora lo imperioso es tener qué comer en sus hogares para ofrecérselos a sus familiares.
Por ello, cuando se trata de fingir, aparentar, o encubrir un falso amor por un país, sus instituciones públicas y sus habitantes…
¡¡Qué importa el dinero que se despilfarre en fiestas innecesarias!!
El presidente Felipe Calderón y Secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, principales organizadores del Bicentenario de la Independencia, son los personajes más felices de México.
Y no es para menos.
El objetivo del huésped de Los Pinos transmitido a su titular de la SEP, fue armar este 15 de septiembre un espectáculo fuera de serie, de primer mundo, único en la historia de los festejos de Independencia.
Calderón desea, al menos, pasar al anecdotario como el mejor organizador de la gesta heroica del 15 de septiembre de 1810.
Sin embargo, a 200 años que el cura Hidalgo cansado de la esclavitud de los indios los convocara a la rebeldía, nada ha cambiado para la inmensa mayoría de los mexicanos.
De los 115 millones de mexicanos, 70 millones permanecen en la desgracia, en el olvido, padecen de todo y requieren de todo. Mujeres embarazadas, ancianos y niños enfermos mueren por falta de atención médica en las comunidades más apartadas de la geografía nacional.
En 200 años la clase política y empresarial del país siempre más rica, y trabajadores y pueblo en general más pobres.
Sueldos insultantes de los gobernantes, mientras obreros con salarios de miseria y jubilados del IMSS con pensiones de hambre.
Corrupción, tráfico de influencias, narcotráfico y enriquecimientos inexplicables de funcionarios públicos, herencia del pasado, de los 71 años de regimenes priístas..
Pero hoy, todos los vicios del PRI más violencia, inseguridad, asesinatos, vendetas, levantones y confabulación de gobernantes, políticos y policías con el crimen organizado, herencia de los gobiernos panistas.
Que los mexicanos vivan hoy días de sangre, terror y muerte, es gracias al actual presidente de México, Felipe Calderón.
Que niños y jóvenes estudiantes mueran en duelos cruzados de maleantes con el ejército o marinos, culpa del gabinete de seguridad federal.
Que más de 20 millones de mexicanos hayan perdido sus empleos en los últimos años, obra y gracia del mandato calderonista.
Que los productos de la canasta básica hayan incrementado sus precios en un 2 mil por ciento en los últimos 10 años de mandatos azules, según estudios de especialistas en el ramo, responsabilidad de las erróneas políticas económicas de Calderón.
Que un millón de veracruzanos, y otros tantos de Tabasco y Oaxaca, se encuentren desamparados enfrentando desgracias naturales olvidados y sin apoyos federales, culpa del FONDEN de Calderón.
En suma…
¿Qué celebramos como mexicanos este 15 de septiembre de 2010?
Con tantos millones de compatriotas en desgracia histórica, desempleados, enfermos y en el olvido gubernamental, representa un insulto recordar a Hidalgo y demás héroes de la patria que iniciaron la revuelta en 1810 buscando mejores conquistas para los esclavos de ese entonces.
Hoy no existe en México esclavitud corporal, de acuerdo a lo establecido por nuestra Carta Magna.
Pero sí una esclavitud política…
Los obreros y empleados, que suman 80 millones de mexicanos de la planta trabajadora nacional, están condenados a percibir salarios mínimos miserables.
Y los mexicanos en su conjunto, sentenciados a permitir la corrupción, la impunidad de los poderosos, y mirar cómo los políticos y gobernantes amasan fortunas ilícitas bajo el manto de la complicidad oficial.
Entonces…
¿Cuál Bicentenario de la Independencia o Centenario de la Revolución Mexicana?
México no es libre ni justo para todos.
No hay nada qué celebrar.
¿O usted qué opina?
Por: David Varona Fuentes
14 de septiembre de 2010
¿Tenemos algo qué festejar en México este 15 de septiembre?
En efecto, se cumplen 200 años de haber iniciado la lucha de Independencia en México, después de 300 años de yugo español.
Para conmemorarlos, el gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa, ha tirado la casa por la ventana.
No importa cuánto dinero derrochar para recordad tan importante fecha en la memoria de los mexicanos.
Tan sólo en la organización y transmisión televisiva de los festejos y la operatividad de los juegos pirotécnicos de la noche del Grito del 15 de septiembre de 2010 en la ciudad de México, se presume que el gobierno federal esté gastando cerca de mil 500 millones de pesos.
Sinceramente, un chingo de dinero gastado en la simulación de un falso reconocimiento calderonista hacia los héroes que como Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, José María Morelos y Pavón y Josefa Ortiz de Domínguez que ofrendaron sus vidas para quitar a los mexicanos las cadenas de la esclavitud española.
Mucho dinero tirado al cesto de la basura, en un pueblo mexicano que, como dijera el malogrado candidato presidencial del PRI en 1994, Luis Donaldo Colosio Murrieta, tiene mucha sed y hambre de justicia.
Pero hoy, 16 años después, la necesidad de los mexicanos no sólo es ya de justicia social o jurídica, sino que ahora lo imperioso es tener qué comer en sus hogares para ofrecérselos a sus familiares.
Por ello, cuando se trata de fingir, aparentar, o encubrir un falso amor por un país, sus instituciones públicas y sus habitantes…
¡¡Qué importa el dinero que se despilfarre en fiestas innecesarias!!
El presidente Felipe Calderón y Secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, principales organizadores del Bicentenario de la Independencia, son los personajes más felices de México.
Y no es para menos.
El objetivo del huésped de Los Pinos transmitido a su titular de la SEP, fue armar este 15 de septiembre un espectáculo fuera de serie, de primer mundo, único en la historia de los festejos de Independencia.
Calderón desea, al menos, pasar al anecdotario como el mejor organizador de la gesta heroica del 15 de septiembre de 1810.
Sin embargo, a 200 años que el cura Hidalgo cansado de la esclavitud de los indios los convocara a la rebeldía, nada ha cambiado para la inmensa mayoría de los mexicanos.
De los 115 millones de mexicanos, 70 millones permanecen en la desgracia, en el olvido, padecen de todo y requieren de todo. Mujeres embarazadas, ancianos y niños enfermos mueren por falta de atención médica en las comunidades más apartadas de la geografía nacional.
En 200 años la clase política y empresarial del país siempre más rica, y trabajadores y pueblo en general más pobres.
Sueldos insultantes de los gobernantes, mientras obreros con salarios de miseria y jubilados del IMSS con pensiones de hambre.
Corrupción, tráfico de influencias, narcotráfico y enriquecimientos inexplicables de funcionarios públicos, herencia del pasado, de los 71 años de regimenes priístas..
Pero hoy, todos los vicios del PRI más violencia, inseguridad, asesinatos, vendetas, levantones y confabulación de gobernantes, políticos y policías con el crimen organizado, herencia de los gobiernos panistas.
Que los mexicanos vivan hoy días de sangre, terror y muerte, es gracias al actual presidente de México, Felipe Calderón.
Que niños y jóvenes estudiantes mueran en duelos cruzados de maleantes con el ejército o marinos, culpa del gabinete de seguridad federal.
Que más de 20 millones de mexicanos hayan perdido sus empleos en los últimos años, obra y gracia del mandato calderonista.
Que los productos de la canasta básica hayan incrementado sus precios en un 2 mil por ciento en los últimos 10 años de mandatos azules, según estudios de especialistas en el ramo, responsabilidad de las erróneas políticas económicas de Calderón.
Que un millón de veracruzanos, y otros tantos de Tabasco y Oaxaca, se encuentren desamparados enfrentando desgracias naturales olvidados y sin apoyos federales, culpa del FONDEN de Calderón.
En suma…
¿Qué celebramos como mexicanos este 15 de septiembre de 2010?
Con tantos millones de compatriotas en desgracia histórica, desempleados, enfermos y en el olvido gubernamental, representa un insulto recordar a Hidalgo y demás héroes de la patria que iniciaron la revuelta en 1810 buscando mejores conquistas para los esclavos de ese entonces.
Hoy no existe en México esclavitud corporal, de acuerdo a lo establecido por nuestra Carta Magna.
Pero sí una esclavitud política…
Los obreros y empleados, que suman 80 millones de mexicanos de la planta trabajadora nacional, están condenados a percibir salarios mínimos miserables.
Y los mexicanos en su conjunto, sentenciados a permitir la corrupción, la impunidad de los poderosos, y mirar cómo los políticos y gobernantes amasan fortunas ilícitas bajo el manto de la complicidad oficial.
Entonces…
¿Cuál Bicentenario de la Independencia o Centenario de la Revolución Mexicana?
México no es libre ni justo para todos.
No hay nada qué celebrar.
¿O usted qué opina?
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11 am --- www.lagazeta.org
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