BUENOS DIAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
20 de septiembre de 2010
Por favor…
Que no sea otro simulacro para las cámaras de televisión.
Que la visita del presidente Felipe Calderón a la zona del desastre que dejó el huracán Karl, no se convierta en una nueva simulación de ayuda para los veracruzanos en desgracia.
Lo ocurrido en los fraccionamientos habitacionales de Puente Moreno y demás municipios devastados, no es para jugar a la demencia humana, hacerle al teatro, o para pronunciar dobles discursos.
Los momentos de horror que pasa esa gente que lo perdieron todo, demandan la urgente intervención de las autoridades federales. Y se entiende que para eso estuvo este lunes el presidente en Veracruz.
Se tardó en decidir venir a Veracruz 72 horas después de iniciada la hecatombe, pero finalmente Calderón llegó.
A 20 días, el 31 de agosto, que acompañado del gobernador Fidel Herrera caminara sobre las calles de Tlacotalpan con el agua hasta las cinturas, el presidente Calderón visitó el estado de Veracruz para ser testigo de otra lamentable desgracia causada también por fenómenos naturales.
Con sus propios ojos el presidente de México vio la magnitud de la tragedia de varios cientos de miles de veracruzanos en la zona metropolitana Veracruz-Boca del Río-Medellín de Bravo-Jamapa, además de ser informado de situaciones similares que enfrentan habitantes de otros municipios totalmente devastados, como Cotaxtla y Paso de Ovejas.
De viva voz, el mandatario mexicano Felipe Calderón, su esposa Margarita Zavala, los secretarios de Salud, José Ángel Córdoba Villalobos, y de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, escucharon los gritos desesperados de la gente que lo perdió todo en las inundaciones que provocaron los desbordamientos de los ríos Jamapa y Cotaxtla a causa de los golpes o remanentes de agua que el huracán Karl dejó en las montañas de Puebla después de su devastador paso por Veracruz.
Ningún amigo perverso que tenga la confianza de hablarle al oído, va irle con el chisme a Calderón de que la tragedia de los veracruzanos de esa región centro del estado, su dolor pesar y sufrimientos, son fingidos.
Al presidente le gusta corroborar los hechos, y es aplaudible su actitud, así nadie puede salir después con que a Chuchita la bolsearon.
El presidente constató ya la proporción, el tamaño o volumen de la catástrofe provocada por Karl el pasado viernes principalmente en los municipios de Veracruz, Boca del Río, Jamapa, Medellín, Paso de Ovejas y Cotaxtla.
Oportunamente en la Reunión de Evaluación de daños por el Huracán Karl, celebrada este lunes en las instalaciones de la Armada de México, en Las Bajadas, el gobernador Fidel Herrera y su secretaria de Protección Civil, Silvia Domínguez, hicieron un recuento total, una cuantificación de todos los municipios veracruzanos que están en estado de emergencia desde los últimos días del pasado mes de agosto.
Y que desde luego, todavía se encuentran en la angustiosa espera que el FONDEN libere los recursos para resarcir los daños causados a Tlacotalpan, a la infraestructura carretera, hospitalaria, educativa, a la ganadería y agricultura, entre otros.
Una a una, Herrera Beltrán, enumeró ante Calderón todas las acciones realizadas por su gobierno para atender las contingencias climatológicas derivadas de las cuantiosas lluvias que azotaron la entidad los últimos 15 días de agosto.
Siempre institucional, el gobernador del estado agradeció al presidente su visita a Veracruz, en estos momentos de angustia para muchos veracruzanos, y le solicitó considerar aumentar el presupuesto del estado para el próximo año.
Bueno, y ahora que el presidente Calderón sabe, conoce, ha escuchado y visto a la perfección las grandes necesidades de casi un millón de veracruzanos en desgracia por los ataques feroces de los fenómenos creados por la naturaleza…
¿Qué sigue, cuál es el otro paso a seguir?
En su intervención en el evento para estimar daños y afectaciones por Karl, Calderón dijo que lo prioritario en estos momentos de emergencia es salvar vidas; buscar a personas que permanezcan aisladas; dar alimentos y asistencia médica a los damnificados, para lo cual se comprometió a dotar de agua embotellada y despensas suficientes para todos.
Para Calderón, lo otro, la cuantificación de los millonarios daños que el gobernador Herrera evaluó en 50 mil millones de pesos, puede esperar. Dijo que invertirá mil 200 millones de pesos en las necesidades urgentes de la gente, y creará 30 mil empleos temporales para que la gente reconstruya sus propias viviendas.
Por lo pronto, aseguró el presidente que su gobierno, a través del Ejércitos y Marinos, entregará 500 mil despensas a igual número de familias afectadas por Karl.
No escuchamos mal, ni usted amable lector leerá mal…
¡¡Serán 500 mil las despensas del gobierno federal para damnificados de Veracruz!!
No especificó el michoacano a partir de cuando empezarán a llegar los alimentos prometidos, pero confiamos, por el bienestar de la gente amolada, que sea pronto, muy pronto.
Para los hermanos en desgracia de la Cuenca del Papaloapan, en su visita del 31 de agosto al municipio Patrimonio Cultural de la Humanidad, Calderón ofreció ayuda de 50 mil despensas.
Sólo los afectados saben si la gente del gobierno federal, cumplieron la encomienda presidencial, o si esos apoyos nunca llegaron, o se quedaron guardadas en las oficinas de SEDESOL-Veracruz, para futuras promociones políticas del actual Coordinador de Planeación de Centros de la SCT. No debe olvidarse que quien despacha como delegado es un hermano del diputado local Marco Antonio Núñez, alias El Choriqueso, uña y mugre de Julen Rementería del Puerto.
La rapiña, no tan solo se ve en las desgracias de la naturaleza, los panistas también son buenos para desaparecer ayudas de la Federación para damnificados.
Por si las dudas, que esta vez sí se hagan realidad los apoyos a veracruzanos afectados por el huracán Karl, y que también lleguen, que no se queden en el camino.
No importa que allí se vayan los 1,200 millones de pesos anunciados este lunes por el presidente Calderón.
¿O usted qué opina?
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