Se cumplen tres meses del gobierno de Javier Duarte. Y es caótica la situación en Veracruz. No hay lugar alguno de la geografía estatal que no se escuchen gritos y lamentos de desesperación por la crisis financiera que enfrenta Veracruz. Empresarios, estudiantes, amas de casas, proveedores y contratistas se quejan de la parálisis económica de la entidad. Hasta los ayuntamientos se encuentran ahorcados a consecuencia de las deudas recibidas y por los estratosféricos salarios de 290 mil, 250, 200, 150 y no menos de 100 mil pesos mensuales que muchos voraces y hambrientos alcaldes se impusieron. Muy aparte del flagelo de la inseguridad pública, el desempleo, la pobreza y marginación que ataca al ciudadano común y corriente, el que apenas y gana para malcomer en compañía de su familia. El joven doctor en economía y administración, Javier Duarte, no encuentra todavía la fórmula mágica para terminar de arrancar el proyecto que busca y quiere para alcanzar un mejor Veracruz. No sabe por dónde comenzar el mandatario estatal. Varios de sus principales colaboradores han fallado en la encomienda recibida a partir del 1 de diciembre; en estos primeros 90 días de gobierno pareciera que les sucedió lo que al zopilote estreñido, se la pasaron planear y planear sin poder aterrizar en lo que Duarte quiere para los veracruzanos. Son apenas tres meses del sexenio, pero es hora de dar la primera sacudida al árbol del gobierno próspero. Es indudable que funcionarios como el de Sedarpa, Tomás Carrillo, deben tirar la toalla, resultaron incompetentes, el cargo les quedó demasiado grande; lejos de mostrar visos para hacer del campo veracruzano un gigante de la producción nacional, el cuenqueño ha puesto en su contra a todo el sector agropecuario; que éste lunes diversas organizaciones campesinas se apoderaran de la dependencia estatal, fue la gota que derramó el vaso. Resultó con un costo muy alto entregar la Secretaría de Agricultura a recomendados de la herencia maldita Fidelista, considerados verdaderos ignorantes del sector; no es lo mismo atrapar o pactar con delincuentes, que armar proyectos que saquen del olvido y la improductividad al campo veracruzano. Tomás Carrillo no puede continuar un día más en la Sedarpa, al menos que el gobernador quiera que le incendie el estado; ayer fueron los de Antorcha Campesina, mañana la CNC, y pasado la UGOCP u otras organizaciones que también estén en desacuerdo con el desorden que priva en esa dependencia estatal. Y así como Carrillo, hay otros colaboradores que también están traicionando la confianza del gobernador Javier Duarte. Son aquellos que creyeron que venir a gobernar Veracruz era como disfrutar de un día de campo y encontrarse, como en otros tiempos recientes, con la mesa totalmente servida para empezar a saciar el hambre y la sed por el dinero del pueblo. Se equivocaron. Javier recibió un Veracruz con finanzas públicas en completa bancarrota, corrompido, endeudado, ensangrentado, analfabeto, enfermo y vergonzantemente sumido en la pobreza extrema, y por lo tanto requiere de la entrega y pasión de los funcionarios por servirle a los veracruzanos, en especial los que menos tienen. Claro, hay que decirlo: Antes de su protesta el 1 de diciembre en Palacio legislativo, el gobernador Duarte tuvo conocimiento oportuno, de primera mano, de la quiebra financiera y catastrófica en las que recibía el gobierno de Veracruz de su antecesor y maestro Fidel Herrera. Es cierto, Duarte fue el hombre clave, el cómplice de Fidel en la Secretaría de Finanzas muy por encima del titular Rafael Murillo, alias La flecha, quien realmente fungió sólo de figura decorativa; pero nunca imaginó Javier la magnitud ni el tamaño criminal que la deuda pública de Veracruz adquirió en los últimos meses del régimen de la Fidelidad, cuando todos los recursos que cayeron de la federación fueron a parar a todas las cuentas bancarias de Fidel, cómplices y socios políticos, y los pagos del estado quedaron en calidad de pendientes. No ignoró tampoco Javier, ni como subsecretario y secretario de Finanzas, diputado federal, candidato y gobernador electo, que la entidad se encontraba, y sigue estando, en manos de las bandas del crimen organizado que, aseguran informes de inteligencia y seguridad nacionales, son creación del ingenio y la perversidad propias de una mente prodigiosa para la tranza y chinga de los demás, como la del oriundo de Nopaltepec. Durante sus dos campañas proselitistas, Duarte siempre se vio protegido por toda una muralla de al menos 50 presuntos miembros de los Zetas o La Compañía, a cuyos cabecillas principales busca hoy exterminar en Veracruz en alianza con el huésped de Los Pinos. En pocas palabras, el político cordobés, considerado el alumno más aventajado del Fidelismo, sabía a lo que venía, conocía, al menos en materia financiera y de seguridad pública, los grandes problemas que enfrentaba Veracruz. ¿Y en qué han avanzado? En el renglón de seguridad, los malosos que secuestran para extorsionar o levantan para ejecutar en forma salvaje a sus víctimas, siguen haciendo de las suyas, a pesar de las declaraciones trilladas de las autoridades correspondientes de que Veracruz es un paraíso de la paz y tranquilidad sociales. De la brutal crisis financiera que golpea al gobierno estatal, el secretario de Finanzas, Tomás Ruiz González, dijo a empresarios este lunes 28 en Boca del Río, que ”empiezan a llegar los recursos federales a Veracruz y por lo tanto las finanzas pasan por buen momento”. Siempre he dicho que si al gobernador de Veracruz le va bien, a los veracruzanos también les irá bien; si el hombre de las finanzas del estado asegura que la situación empieza a componérsele al gobierno en turno, que sea para bien. Sin embargo es oportuno señalar que así como en el gabinete estatal se observan colaboradores ineficaces y desleales, también existen casos de alcaldes que marcaron líneas distintas a los proyectos del gobernador Javier Duarte, y en consecuencia se han convertido en tremendas y molestosas piedras que viene cargando en sus zapatos. Casos concretos los de Alfredo Gándara, de Poza Rica; Elizabeth Morales, de Xalapa, y sus similares del puerto de Veracruz, Carolina Gudiño, y de Boca del Río, Salvador Manzur, quienes trabajan para intereses personales del 2012 y 2016, siempre al servicio y bajo la directriz de la mano negra que, dicen ellos mismos, sigue meciendo los hilos del poder en Veracruz. El poder y el dinero marean a los inteligentes y enloquece a los pendejos, y este podría ser el caso del cuarteto de ediles que anda irreconocible, en especial la xalapeña, quien vocifera contar también con el apoyo incondicional de un magnate del periodismo mexicano. Y con presidentes municipales como esos que se han trazado caminos distintos a los del gobierno estatal, sin duda alguna obstaculizan el proyecto de prosperidad de Duarte para los veracruzanos. Por lo pronto, tres meses de gobierno, nada que festejar. No queda otra que sacar la escoba para barrer a los que no dieron el ancho, y redoblar esfuerzos con quienes si quieren y amen a Veracruz. ¿O usted qué opina?
¿Qué son, para qué sirven, con qué se comen? El argumento oficial es que serán tomados en cuenta para armar el Plan Veracruzano de Desarrollo 2011-2016 del gobierno de Javier Duarte. Y los tópicos que abarcaron son relacionados a la economía estatal, finanzas públicas, educación, protección civil, comunicación social, procuración de justicia y seguridad pública, entre otros. Es decir, durante una semana en diferentes ciudades del estado el gobierno en turno preguntó a la sociedad veracruzana cuáles son sus demandas, sus demandas, sus reclamos más apremiantes. Este experimento de Foros de Consulta Ciudadana no es nuevo en Veracruz, lo realizaron los entonces gobernadores Miguel Alemán Velasco (1998-2004) y Fidel Herrera Beltrán (2004-2010) Yo pregunto: ¿Y para qué sirvieron? Realmente para una chingada. Los resultados estuvieron a la vista de todos los veracruzanos al final de las administraciones alemanista y fidelista. Sólo se trató de distractores sociales; lo que la gente opinó, sugirió, pidió a sus autoridades estatales, nunca jamás se hicieron realidad. Miguel Alemán y sus pillos saquearon al estado y Fidel Herrera, fiel a las enseñanzas de su maestro, no se quedó atrás y dejó a Veracruz hundido en la peor de las catástrofes financieras de los últimos 40 años. Entonces para qué carajos sirvieron los Foros de Consulta Ciudadana. ¿Acaso el pueblo de Veracruz a través de estos demandó que se robaran el dinero de sus impuestos, que el gobierno saliente dejara multimillonarias deudas al sucesor; que decapitaran, ejecutaran, sobornaran y secuestraran a sus habitantes, también solicitó la ciudadanía que el dinero de las becas escolares fuera utilizado en actividades proselitistas de los candidatos del PRI a puestos de elección popular? Y etcétera, etcétera, etcétera. Por favor, que alguien de los muchos asesores del gobernante en turno, esa gente de mente brillante con salarios estratosféricos que inventa cualquier pendejada para justificar el despilfarro de recursos públicos, explique a la población para qué carajos sirvieron esos Foros de Consulta Ciudadana, partiendo que en los dos últimos sexenios de gobierno Veracruz se ha caracterizado por la podredumbre de sus mandatarios. Vuelvo a reiterar la pregunta: ¿Qué en Veracruz aumentaran en forma criminal los índices de la pobreza; que mujeres embarazadas murieran por falta de atención médica a la hora del parto: que un millón de paisanos se fueran a estados Unidos cada año por falta de trabajo en su estado; que la nómina de la Secretaría de Educación fuera atiborrada de políticos aviadores y holgazanes en detrimento de las arcas de la Secretaría de Finanzas; que ancianos, señoras y estudiantes murieran aplastados por los cafres del servicio urbano sin que las autoridades correspondientes aplicaran los correctivos del caso? Eso es lo que pidieron los veracruzanos en los Foros de 1999 de Miguel Alemán y 2005 de Fidel Herrera presuntamente para establecer el Plan Veracruzano de Desarrollo. Hoy, como si realmente se desconocieran las necesidades más urgentes del pueblo de Veracruz, en especial los sectores eternamente olvidados y desprotegidos que suman 4.5 millones, casi el 70 por ciento de la población, el gobierno del doctor Javier Duarte cae también en el juego de las encuestas públicas para interrogar a la ciudadanía qué es lo que les hace falta, qué tipo de gobierno es el que desean. Por favor, ya basta de simulaciones. Ya basta de agarrar de pendejo a la gente. Se supone que el agarra-pendejos, el pillo, el ladrón, el sinvergüenza, el insaciable para el dinero, ese que trajo las finanzas del estado en los bolsillos de sus pantalones, ya se fue el pasado30 de noviembre. En relación a los Foros de Consulta iniciados el lunes 21 de febrero en Orizaba, el gobernador Javier Duarte acaba de declarar que “las propuestas de los veracruzanos definirán el futuro de Veracruz”. Y agregó: “Es muy gratificante ver a un pueblo como el nuestro con tanto ánimo, con tanto deseo de involucrarse en las acciones de su gobierno; con tanto deseo de emitir su opinión, de hacerse escuchar; los foros son la oportunidad ideal para escuchar; por eso mi gobierno estará atento a las demandas, a las opiniones, a las sugerencias ciudadanas”. En primer lugar quiero manifestarle al joven gobernante que sus colaboradores lo engañan, esos Foros de Consulta Ciudadana tan cacareados, resultaron un verdadero fracaso, la población no participa porque sabe ya que es una tomadero de pelo. Y en segundo lugar le pregunto, señor gobernador Duarte: ¿En verdad su gobierno escucha a su pueblo y atiende sus peticiones? Porque por lo que se ve usted dice una cosa, pero hace otra. En su campaña buscando el voto de los veracruzanos dijo que su gabinete estaría integrado por los mejores hombres y mujeres, honestos, transparentes y con trayectorias brillantes, limpias, sin cola que pisarles. Pero qué decepcionante. Llegó el día esperado, 30 de noviembre de 2010, para conocer los nombres de esos colaboradores suyos, y cuál es la sorpresa al incluirse personajes obscuros del régimen Fidelista, considerados verdaderas lacras de la sociedad, con pasados inmediatos de corrupción, y estar señalados de tener nexos con las bandas del crimen organizado. ¿Escuchó usted señor gobernador, a su pueblo que a gritos exhibía a esos tenebrosos y perversos Fidelistas que hoy le juran lealtad a su gobierno? Por lo que se observa, no escuchó a su pueblo que dice respetar, porque esos facinerosos del servicio público, siguen mamando de la ubre oficial. Para tener credibilidad ante la ciudadanía veracruzana se requiere congruencia en lo que se dice y en lo que se hace. De mentiras verdaderas el pueblo está cansado, y siempre en las urnas cobra las facturas por promesas incumplidas. Conclusión: Los foros resultan ser como la carabina de ambrosio ¿O usted qué opina?
P.D: Mientras Julen y Pipo se sienten ya candidatos del PAN al senado; los políticos del PRI como Adolfo Mota se perfila como un seguro candidato, toda vez, que se trata de un Priísta de palabra, serio y respetuoso de los tiempos políticos. El joven político coatepecano, se destaca por ser un funcionario responsable que cumple con sus compromisos ciudadanos.
Han perdido el sueño los priístas. Ahora sí podrían estar muertos de miedo. Y no es para menos. Ha trascendido en las altas esferas del poder político en México que el veracruzano Miguel Ángel Yunes Linares, será el nuevo titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada. Desde la semana pasada periódicos nacionales han venido anunciando el retorno del ex candidato del PAN a la gubernatura de Veracruz al gobierno federal. En medio de rumores y especulaciones de la virtual salida de Arturo Chávez de la PGR, a Yunes primero se le barajeó como el sustituto, pero un sondeo ordenado por la presidencia de la República en el Senado de la República para medirle el agua a los tamales determinó que la fracción priísta rechazaba en forma contundente el nombramiento del oriundo de Soledad de Doblado. Por lo que al presidente Felipe Calderón no le han dejado otro camino que inclinarse por la Subprocuradora de hierro, Marisela Morales Ibáñez, encargada de la SIEDO, para que sustituya en la PGR al chihuahuense Arturo Chávez. En ese acomodo de cartas, se dice, Calderón Hinojosa ubicaría a su amigo Yunes en la temible SIEDO. Y si los del Partido Revolucionario Institucional, es especial ex gobernadores estatales que terminaron sus mandatos en grandes escándalos de corrupción y enriquecimientos inexplicables, han empezado a sufrir de insomnios, es indicador que el nombramiento del ex director del ISSSTE como responsable de la SIEDO, es un hecho. De confirmarse en los días por venir la renuncia de Arturo Chávez a la Procuraduría General de la República, así como también la llegada de la sustituta Marisela Morales llevando como brazo ejecutor a Miguel Ángel Yunes en la SIEDO, es evidencia que el mandatario Calderón, de cara al proceso federal de 2012, tiene en puerta el objetivo de iniciar cacería de políticos priístas señalados de tener nexos y brindar protección a los carteles del narcotráfico y a las bandas del crimen organizado. La fama pública de la todavía titular de la SIEDO, Marisela Morales, es de mujer bragada a la que no le tiembla la mano, además de incorruptible e implacable en sus tareas contra la delincuencia organizada que opera en el país, y de Yunes Linares qué no se conoce de él, principalmente sus odios, rencores y deseos de meter a la cárcel a infinidad de políticos y ex gobernantes del PRI, presumiblemente ligados hasta la coronilla con capos de las drogas y criminales. Es decir, Marisela y Yunes, harían el dueto perfecto del michoacano Calderón para poner a temblar de miedo a la cosa nostra del partido tricolor que busca retornar a la residencia oficial de Los Pinos ganando la elección presidencial del primer domingo de julio de 2012. La rumorología de radio bemba de que en este 2011 o antes del proceso federal del próximo año caerán a prisión dos ex gobernadores de extracción priísta, cada vez cobra fuerza en los altos niveles del poder en México, y sigue insistiéndose en que de los ex mandatarios, Fidel Herrera Beltrán, de Veracruz; Mario Marín, de Puebla, y Ulises Ruiz, de Oaxaca, saldrán los dos electos para ser huéspedes del penal de máxima seguridad de La Palma, antes Almoloya, acusados de haber tenido vínculos durante sus mandatos con narcotraficantes y jefes de las bandas del crimen organizado que lo mismo ejecuta, secuestra y extorsiona a sus víctimas. Aunque, hay que decirlo, por las actividades que competen a la PGR y la SIEDO, la cacería iría encaminada exclusivamente a un ex gobernador que nunca ocultó su apoyo y protección a criminales, incluso es señalado de ser el creador del grupo de los Zetas en la entidad donde gozó al máximo el pinche poder. En Veracruz la noticia del presunto arribo de Yunes a la SIEDO, ha causado alarma y estupor entre la clase gobernantes, especialmente entre los Fidelistas agazapados en el gobierno del sucesor Javier Duarte. No son para menos sus miedos y temores. Ellos también, como colaboradores de la Fidelidad, son corresponsables de la catástrofe política, financiera y de inseguridad pública que dejaron como herencia maldita a la administración del joven gobernador de Veracruz, Javier Duarte. A todos ellos, empezando por Herrera Beltrán, Yunes los tiene en la mira, y ahora en la SIEDO, como aseguran sucederá, no los salvará ni el brujo mayor de Catemaco que el tío Fide buscaba para que le espantara los malos espíritus y las maldiciones de sus adversario políticos. Fidel y su clan, tienen tiempo de rezar para que Miguel los agarre confesados. ¿O usted qué opina?
Empieza a fluir el ansiado recurso fresco de la Federación al estado próspero que tanto publicitan en horarios estelares de de la televisión privada. No es para menos: Se siente la mano directa del Presidente Felipe Calderón. “Amor con amor se paga”, dijo el mandatario federal en gira de trabajo por la entidad aquella mañana del 7 de agosto de 2008, durante la inauguración del tramo carretero Kilómetro 13.5 (trece y medio) que comunicaría en forma directa a la zona portuaria de Veracruz. Ante el gobernador Fidel Herrera Calderón expresó textualmente: -“A mi Veracruz me ha dado mucho; siempre me ha tratado con afecto; siempre me siento entre hermanos en Veracruz; por eso, amor con amor se paga”. Esas enternecedoras palabras del presidente michoacano en tiempos de guerra contra el entonces ejecutivo estatal, fueron para los Fidelistas el llamado a una tregua o el final de los capítulos de amores perros protagonizados por Calderón y Herrera Beltrán. Pero no fue así. Hasta hoy en día continúan los odios y rencores de don Felipe hacia Fidel; el de Nopaltepec terminó su mandato el pasado 30 de noviembre y la persecución de Los Pinos a su administración bajo sospecha, apenas comienza. Para Calderón el gobierno que encabezó el tío Fide fue corrupto en todos los términos del ejercicio del poder; siempre, en privado y en público, se lo hizo saber al veracruzano. Por lo tanto para los hombres cercanos al presidente, incluido el turco Yunes, Herrera debe ser llamado a cuentas por el saqueo al erario estatal y por todos los atropellos causados a la ciudadanía. Sin embargo, con el arribo del joven Duarte al gobierno del estado soplan nuevos aires de cambios para Veracruz. ¡¡Muera la guerra contra la Federación, viva la paz con el presidente!! Ese es el lema ante Calderón que como gobernador de Veracruz expresa el Doctor en Economía y Administración Pública por la Universidad Complutense de Madrid España, Javier Duarte. No importan precio ni consecuencias que tengan que pagarse con tal de que Veracruz y la Federación caminen de la mano hasta el 30 de noviembre de 2012, cuando calderón concluya su mandato, y quizás sea también el último gobernado por el PAN. Es evidente que las relaciones institucionales entre Calderón y Duarte viven su mejor momento. Son visibles los frutos que, con motivo de esa luna de miel, empiezan a darse, el principal de éstos que todo indica que por fin, están abriéndose las llaves de los recursos federales con destino a Veracruz. Por distintos rubros empiezan a llegar al estado diversas partidas presupuestales para desarrollo social, que estuvieron escondidas bajo siete llaves de la Secretaría de Hacienda para no ponerlas en manos del régimen Fidelista, afamado por invertirlas todas en campañas políticas de los candidatos de su instituto político el Partido Revolucionario Institucional. Apenas este martes el delegado estatal de BANOBRAS, Eugenio Pérez Cruz, puso a disposición de alcaldes veracruzanos 3 mil 400 millones de pesos, correspondientes al presupuesto 2011 de dicha institución crediticia para el estado. A principios del próximo mes de marzo y luego en abril, el gobierno de Duarte estaría recibiendo importantes partidas financieras del orden de los 10 o 15 mil millones de pesos, además de otra tanda de apoyos millonarios para la reconstrucción de los daños causados por los fenómenos naturales del mes de septiembre de 2010. Es decir, viene la etapa de las vacas gordas, de la locura del poder con dinero a manos llenas, esa que marea a los inteligentes y enloquece a los pendejos. Lo que al maestro Fidel Herrera siendo gobernador no pudo lograr en 4 largos años, el alumno Javier Duarte lo hace en menos de 60 días. Quizás para ceder y decidir abrir las compuertas de las finanzas federales el gobierno de Veracruz, Calderón no recibió amor para pagar también con amor. Pero sí le dieron a cambio, antes que el gallo cantara tres veces, justo lo que quería para hacer temblar a los dinosaurios del partido tricolor. Por lo pronto, para guardar las apariencias del manto protector, el actual gobierno estatal negó a legisladores del PAN la petición de realizar una auditoría externa a la administración de Fidel Herrera. Pero repito, el palo ya fue entregado a Los Pinos desde el mes de noviembre. Sólo esperar que empiece la garrotiza, que desde luego será antes del ansiado fuero de senador. ¿O usted qué opina?
Y ante cualquier insurgencia o mal entendido, el gobernador Javier Duarte mantiene muy en lo alto de palacio estatal su bandera blanca en señal de paz, entendimiento, colaboración, sumisión y entrega a la federación. Como mandatario estatal el doctor Duarte no desconoce quién es el objetivo principal de las fuerzas federales de seguridad pública. Nadie mejor que el gobernador Duarte sabe quién es el personaje político al que la Marina Armada de México tiene en la mira; fingir demencia o hacerle al loco, no son características propias del joven ejecutivo estatal. Por si las dudas, el gobernador de Veracruz ya luce su chaleco blindado con etiqueta de elaboración exclusiva en Los Pinos. . En los últimos días, en especial este martes 22, muchas informaciones veladas surgieron en la palestra política de la entidad veracruzana. Aún en medio del temor y la auto-censura en estos casos, todas las publicaciones en su mayoría, coincidieron en la nada agradable sorpresa que espera a personajes de la política que ejercieron el máximo cargo administrativo en respectivas entidades de la que son oriundos. En el caso especifico de Veracruz, quizás atacados por su conciencia agradecida por todo lo que recibieron a manos llenas, los responsables de la nota omitieron tirarse a fondo y no mencionaron nombres. Esos connotados hombres de la pluma y falsos editores siempre al servicio del gobernante en turno, tiraron la piedra y escondieron la mano. No sería nada extraño que para no despertar suspicacias de dónde surgió la información que presagia tempestades con vientos huracanados en Veracruz, la instrucción superior haya sido alborotar el avispero y salir corriendo. Debo admitirlo, los plumíferos fueron muy cuidadosos en reservarse las identidades de aquel o aquellos a quienes las suerte dejará de sonreírles muy pronto, antes de que el gallo vuelva a cantar tres veces. Aquí en www.lagazeta.org siempre al servicio y comprometidos con nuestros lectores y televidentes, seres más directos. Adelantándonos a los hechos en reiteradas ocasiones hemos dejado testimonio que los ojos de la federación, en concreto los del presidente Felipe Calderón, están puestos en el estado de Veracruz, en especial desde los últimos cuatro años que Fidel Herrera Beltrán fue el gobernador. Nunca en este espacio omitimos escribir sobre el hambre que le tienen en Los Pinos al hoy ex gobernador Herrera Beltrán, y que a pesar del manto protector tendido por el sucesor para cubrir sus fechorías, es un secreto a voces que el tío Fide se encuentra en la mira de los fusiles justicieros del presidente de la República. Señores de la pluma, poseedores de galardones y reconocimientos, escritos y de saliva, no se hagan bolas, ni defiendan lo indefendible… El ex gobernador Fidel Herrera, sí será llevado ante el paredón de la justicia mexicana. ¿Acusado de qué? No hay que hacerle al adivino, menos al demente, al ciego o al sordo. Es larga la lista de antecedentes que presuntamente lo incriminan en la autoría de diversas atrocidades cometidas cuando tuvo en sus manos el pinche poder en Veracruz. Lo escribí después de aquella sorpresiva reunión en la residencia presidencial, y hoy insisto, lo reitero: Como Judas a Jesucristo, antes que el gallo cantara tres veces, Fidel fue entregado a Calderón. La guillotina está puesta, sólo falta el verdugo que, desde la PGR, termine el trabajo. Y está por llegar. Es el mismo que los oficiosos de la época dorada del Fidelismo, dan por muerto. ¿O usted qué opina?
El gobierno de Veracruz va sacando su verdadero rostro. Ese que los gobernantes esconden cuando arriban al poder y prometen al pueblo hasta las perlas de la Virgen. El régimen estatal que vamos conociendo según transcurren los días, nada qué ver con la mascarada exhibida a los veracruzanos a principios del mandato. De un régimen austero, preocupado por la escasez de efectivo y por los cerros de facturas que no pagó el sexenio Fidelista, va surgiendo la otra cara de la moneda, la del derroche, la complacencia y el agasajo mediático. Pero también van surgiendo evidencias que se gobernará con el garrote y los gases lacrimógenos de las fuerzas públicas para acallar las demandas sociales, tal como sucedió en la ciudad de Orizaba, donde policías estatales reprimieron a comerciantes ambulantes que se manifestaban frente al palacio municipal de aquel lugar. Y todavía, lo más grave: Existen huellas que delatan la ley mordaza, el sometimiento a los medios de comunicación estatales vía convenios publicitarios. Muchos eventos nada agradables para las autoridades de Veracruz han sido silenciados bajo la complicidad de los falsos editores que apenas ayer apostaron su futuro inmediato al entonces candidato de los azules. Levantones convertidos en ejecuciones a lo largo y ancho de la geografía estatal empiezan a ocultarse a la ciudadanía; algo similar a lo que se hacía en el gobierno anterior cuando el propi o Fidel Herrera ordenaba a la policía que los cuerpos de los ejecutados o decapitados fueran levantados de la vía pública sin las pesquisas forenses correspondientes, para no alarmar a la población con tanta sangre derramada. De un gobierno estatal que empezó sus funciones escondido de los medios de comunicación, alejado de la publicidad personal que caracterizó a su antecesor, se observa hoy que va perdiéndole el miedo a los reflectores televisivos. De un mandatario indiferente a la difusión de sus actividades de gobierno, al grado que ni siquiera la “prensa oficial” sabía dónde andaba ni qué actos presidía, vemos hoy que la sonrisa en televisión luce ya su mejor ángulo. Y en televisión nada es regalado, los segundos valen oro. “No pagaré para que no critiquen a mi gobierno”, cuentan que dice el joven gobernador de Veracruz a sus cercanos colaboradores, en clara referencia a los editores y columnistas que todos los días ponen en la balanza ciudadana hechos y realidades, logros y fracasos de su incipiente administración. Lo que no cuentan es si Duarte ha empezado a pagar para que lo lleven durante sus años de gobierno a un viaje por las estrellas. Seguro es que sí; lo que se ve no se pregunta. Primero la cobertura especial de las Fiestas de la Candelaria, en Tlacotalpan, que llevó a todo el mundo el resurgimiento de ese municipio después de los embates del huracán Karl en septiembre pasado. Y este lunes, su entrevista en el programa Hoy, promocionando la Cumbre Tajín, el Carnaval 2011 de Veracruz, Día de Brujos, y otras 365 fiestas populares que, dice, convierten al estado en sitio inagotable de visitantes. Y luego, con la misma sintonía, sigue su visita a TV Azteca, muy posible este martes. ¿Cuánto está costando esa propaganda al erario veracruzano? Los cercanos al gobernador que manejan las finanzas estatales sueltan la lengua y dicen que el convenio con una televisora será de 600 millones, y con la otra 500 millones de pesos, durante 2011. Qué días aquellos de diciembre y enero… En efecto, durante sus primeros sesenta días disfrutando las mieles del pinche poder heredado por su maestro Fidel Herrera, Javier Duarte dio muestras que su estilo de hacer política distaba mucho de las formas de su hacedor político. Lanzó mensajes a los veracruzanos que su gobierno sería cuidadoso de los recursos del pueblo; que contrario al tío Fide no gastaría las carretadas de dinero oficial en publicidad personal; nada de rendirle culto a su personalidad con dinero ajeno. Y como muestra a su palabra, el 29 de enero puso en marcha su Plan de Austeridad en el gasto corriente que ahorraría 6 mil millones de pesos en el ejercicio fiscal 2011. Muy grave resultaría para Veracruz que su gobernador que quiere sacarlo de la miseria y marginación para llevarlo a la prosperidad, esté perdiendo el piso. Muchas similitudes entre Javier y Fidel empiezan a salir al aire. A Fidel alguien lo engañó diciéndole que podía ser presidente de México, y dio rienda suelta a su locura mediática, estatal, nacional y de corte internacional. ¿Ya habrá chamaqueado a mi amigo Javier? ¿O usted qué opina?
P.D: Es una ingratitud: Jorge Uscanga Escobar Secretario Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública del Estado, no se ve ni se siente
Hasta hoy domingo 20 de febrero, han transcurrido 82 días de la administración del gobernador, Javier Duarte. Y las lenguas de doble filo que se retuercen y escupen su veneno por los pasillos del vetusto palacio de gobierno, hablan ya, comentan, chismean y corren rumores de los primeros ceses fulminantes de funcionarios estatales por incompetentes en el cargo que les fue conferido el 1 de diciembre pasado. De acuerdo al “borrego” soltado desde la misma secretaria particular del mandatario veracruzano a cargo de Harry Grappa, la primera víctima sería el secretario de Agricultura, Tomás Carrillo, considerado uno de los muchos recomendados Fidelistas agazapados en el régimen Duartista. Cuentan unos que sólo bastó una llamada de Fidel Herrera para que se diera fin al linchamiento en contra de su paisano Carrillo, quien fue exhibido como un traidor de las políticas restrictivas del gobernador Duarte en materia financiera, además de un bueno para nada y completo desconocedor del campo estatal. Aseguran otros que Carrillo todavía se encuentra en el banquillo de los acusados y con un pie fuera del actual régimen estatal, y que una vez que tengan sucesor será oficial su dimisión; dicen que llegaría el jefe del clan de los bembones de Boca del Río, Ramón Ferrari Pardiño para que, igual como hizo en el sexenio alemanista, venga a construir otro elefante blanco similar al armadillo de Rinconada. La verdad de todo es que al interior del gabinete del doctor Duarte, se han desatado encarnizadas luchas de todos contra todos por el poder; las grillas palaciegas, piquete de ojos y puñaladas traseras están a la orden del día; con chismes y no con trabajo y resultados a favor de la ciudadanía veracruzana, muchos colaboradores buscan ganarse la confianza del joven gobernante. En el gobierno de Javier Duarte no hay compromisos de resultados a corto plazo; en asunción al poder otros mandatarios asumían responsabilidades de entregar las primeras cuentas de compromisos cumplidos en los primeros 100 días de mandato. Duarte no se echó ese trompo a la uña, en forma habilidosa no se puso la soga en el cuello, sabedor del desastre financiero en las arcas estatales que le heredaba el doctor de la transa, el engaño y la simulación, su maestro Fidel Herrera Beltrán. Hizo bien el político cordobés en no fijar fechas, en no prometer lo que su gobierno no estaría en condiciones de realizar o cumplir por falta de recursos económicos, ya que lo único que encontraría el 1 de diciembre en el cajón de la tesorería estatal serían deudas millonarias que, se presumen, rebasan los 60 mil millones de pesos. Lo mucho, poco o nada hecho por la actual administración estatal en los 82 días transcurridos ya, está a la vista de todos, que sea el mismo pueblo que dio el voto el 4 de julio, el que juzgue, y así no darle motivos a los intrigosos de palacio de expresarle al oído del gobernador Duarte que los medios de información críticos somos enemigos de su administración. Lo que sí es inevitable lanzar la siguiente interrogante: ¿Qué colaboradores están realmente dando los resultados que para Veracruz quiere el mandatario estatal? ¿Han cumplido al cien por ciento con la encomienda del gobernador Duarte los secretarios, subsecretarios de despacho, el encargado de la Procuraduría de Justicia, directores y subdirectores de áreas? La evaluación corresponde al propio ejecutivo estatal; la aprobación o desaprobación del trabajo que realizan le toca hacerla al pueblo veracruzano, por ser sus habitantes los beneficiados o perjudicados. Lo cierto es que más que dar resultados, los colaboradores del doctor Duarte se han encerrado en su caja de cristal, acostumbrados a no hacer nada, a ser ignorados como en el régimen anterior, se les observa pasivos, indiferentes ante la problemática estatal; mientras el gobernador trae un ritmo acelerado de trabajo de norte a sur y de este a oeste, ellos no salen de sus cómodas oficinas. En un gobierno no se requieren meses o años para identificar al verdadero funcionario público, honesto, transparente y con entrega y vocación de servicio, lo mismo que al pillo, ladrón o sinvergüenza. El mandatario estatal ha dignificado al servidor público; si en el Fidelismo les amarraron las lenguas para que no hablaran pero con las manos sueltas para que las metieran al cajón de los impuestos de los veracruzanos, con Javier es a la inversa, les desató la lengua, pero los mantiene con las manos atadas; bueno, al menos eso es lo que espera la ciudadanía. Es importante que en estos momentos de catástrofe financiera que enfrenta el régimen estatal todos los colaboradores del gobernador se pongan las pilas y trabajen por el Veracruz próspero que Duarte quiere hacer del estado. No es mediante diatribas ni golpes bajos como el gobierno de Javier Duarte resolverá los grandes rezagos sociales, económicos y de seguridad pública que Veracruz tiene pendientes de resolver. En efecto, si un colaborador, por muy cercano al gobernador, no está rindiendo las expectativas trazadas, tendrán que dárseles las gracias. Así es que señores funcionarios, aunque sean parte de la herencia maldita, pónganse a trabajar y dejen trabajar ya al mandatario veracruzano. Pese a la luna de miel que se vive con las fuerzas castrenses, el horno no está como para bollos en Veracruz; el estado enfrenta momentos de emergencia, tanto en lo financiero, en seguridad pública como en lo político. En el PRI estatal no hay rumbo ni destino; el partido se encuentra paralizado y lo poco que hace el Cabeza de Lata es entregar las dirigencias municipales a manos inexpertas, algunas de ellas con antecedentes familiares bajo sospecha. Si el futuro dirigente del CEN del PRI, Humberto Moreira, decidió cancelar el evento masivo que sostendría este fin de semana en el WTC de Boca del Río, es porque seguramente no es partidario del fondo y las formas que está haciéndose política en Veracruz. Si todavía es muy temprano para calificar el desempeño de los funcionarios estatales en estos primeros 82 días de trabajo, en el PRI sí es urgente la intervención del primer priísta de Veracruz. La elección federal de 2012 parece estar lejos todavía, pero el camino se hace al andar, no al cuarto para las doce, y en este rubro Duarte tiene mucho que caminar si es que quiere estrenarse como un ganador en la primera contienda electoral que enfrentará con la estafeta de gobernador de Veracruz. ¿O usted qué opina?
El 30 de noviembre de 2010 concluyó su ciclo la política del yo-yo, del gobernador saliente, Fidel Herrera Beltrán. Y dio inicio la etapa sexenal de los intercambios compartidos: “tú me das, yo te doy; tú denuncias, yo denuncio; tú quieres impunidad; dame impunidad”. Ese es el nuevo estilo de gobernar en Veracruz, y por lo visto, ha fascinado a todos los actores políticos del estado. Y como en las mejores familias de hampones… todos los diputados locales de todas las fracciones políticas, están de acuerdo. Señores legisladores, gracias, muchas gracias: ¡¡Viva la impunidad en Veracruz”. La política de la complicidad, es la única manera de entender los entuertos que en lo obscurito, bajo la mesa y de espaldas a la ciudadanía, vienen dándose en el ya nada Honorable Congreso Veracruzano. O, amables seguidores de este comentario, qué lectura darle al sorpresivo maridaje político que ahora tienen en Veracruz diputados del PRI con los PAN, PRD, y Convergencia, en la Cámara local. Se sabe hoy que 28 ex alcaldes del trienio 2008-2010, con saldo de 120 millones de pesos en quebrantos financieros en las arcas de igual número de ayuntamientos, fueron “exonerados” de toda responsabilidad. Fue decisión unánime de los legisladores locales, y en consecuencia esos 128 pillos del erario municipal desaparecieron de la lista negra que dio a conocer la legislatura con desfalcos en la cuenta pública del ejercicio fiscal 2009. Es decir, el número inicial de ex ediles señalados por el ORFIS con posibles daños patrimoniales a las finanzas municipales era de 151, pero por negociaciones e intereses políticos y monetarios entre dirigentes partidistas, incluyendo a sus representantes populares, desapareció la responsabilidad de 28 ex alcaldes de todas las corrientes políticas. Gracias a que el estado de Veracruz es el paraíso de la corrupción, sinvergüenzas ex presidentes municipales del PAN, PRI y PRD, fueron beneficiados con el perdón de la legislatura estatal, y de rateros, resultaron angelitos, honestos y transparentes. Claro el maquillaje de “honestos” no fue gratis: Los diputados del PAN, PRD y Convergencia tuvieron que tragar sapos sin hacer gestos y además, hacerse los ciegos para poder aprobar la cuenta pública 2009 del gobierno de Fidel Herrera Beltrán. Pero eso no es todo. Como el quebranto de la administración Fidelista a las finanzas estatales es del tamaño del mundo, se asegura que los diputados opositores tuvieron que recibir de pilón un “ incentivo” extra para que fingieran demencia, ya que no faltaron los vivales legisladores que dijeron que lo robado por los 28 ex alcaldes en 2009, era risorio, no tenía comparación con el daño patrimonial ocasionado por el tío Fide, que hasta ayer, según fuentes de palacio de gobierno, la suma ascendía a más de 49 mil millones de pesos. Por lo tanto, hubo necesidad de “mojarle las manos a los quejosos representantes del pueblo”. Mientras el escándalo de la “protección a esos 23 ex alcaldes, verdaderos tiburones de la corrupción, es digerido por el pueblo veracruzano, diputados locales, que aprobaron con sus votos los arreglos políticos, no saben cómo quitarse de encima la etiqueta de vendidos, de comparsas, de cómplices, de traidores de la ciudadanía, de la ley y la transparencia. Yo pregunto: ¿Qué intereses oscuros se encuentran detrás de la orden de proteger con el manto de la impunidad a los 28 ex alcaldes que ya habían sido señalados por el ORFIS de desaparecer 120 millones de la cuenta pública 2009 de los ayuntamientos que presidieron? Es evidente que la mano negra, por muy lejos que se encuentre, sigue moviendo la cuna de palacio de gobierno. Es lamentable, porque mientras la herencia maldita siga metiéndose en asuntos de la gobernabilidad en Veracruz, no permitirán que el doctor Javier Duarte empiece a tomar los hilos del mando en la entidad. Ya habíamos dicho en la víspera de la cacería de los charalitos en municipios pequeños e insignificantes, que los peces gordos estaban siendo protegidos. Hoy que salen a relucir los nombres de los 28 privilegiados con el perdón legislativo, no nos equivocamos en señalar que en Veracruz todos coludos, pero no todos rabones, ni a merced del látigo de la justicia. El secretario de Gobierno, Gerardo Buganza, adelantó que en la cuenta pública municipal de 2010 en los 212 ayuntamientos, estaba peor que la de 2009, que habría sorpresas judiciales. Que no sueñe el cordobés, si sabe contar, que no cuente con la ley. ¿ O usted qué opina?
Suena a broma de mal gusto, pero por si las dudas: ¡¡ Todos a temblar!! Influyentes, magnates y coyotes del transporte público, empresarios, editores, reporteros, amigos, amantes, familiares, parientes y cómplices de la administración Fidelista. Todos en el ojo del huracán. Y no es para menos… Aseguran, destaparán la cloaca en la Dirección General de Tránsito y Transporte. Se da como un hecho que el régimen de Javier Duarte ha decidido cancelar por lo menos 20 mil concesiones de taxis, de las casi 40 mil entregadas durante los seis años del gobierno de Fidel Herrera Beltrán. De acuerdo a datos internos de la DGTTEV, todavía no confirmados ni difundidos, una exhaustiva investigación realizada en el proceso de entrega de las concesiones para el transporte público en la modalidad de taxis en el sexenio pasado, ha dejado a descubierto una red de complicidades que violentó la normatividad requerida para el reparto de las mismas. En casi el 50 por ciento de las concesiones liberadas por el gobierno de Herrera Beltrán se pasaron por alto todos y cada uno de los lineamientos que deben cubrir los aspirantes a obtener un juego de placas para el servicio de taxi en Veracruz. Es decir, las concesiones se dieron violentando la legalidad y transparencia para estos fines; se dieron al mejor postor, al que pagaba más, a la que resultaba mejor amante, a los falsos editores y periodiqueros, los más arrastrados y serviles, a los hermanos, tíos, sobrinos o primos más queridos, y a los amigos de los amigos agazapados en el poder en tiempos de la Fidelidad. No es secreto para nadie en Veracruz, que la forma en que el gobierno de Fidel Herrera operó la distribución de más de 39 mil nuevas concesiones para taxis, resultó una verdadera porquería, un cochinero, un lodazal, donde muchos de los actuales funcionarios de la prosperidad están embarrados hasta las manitas. Hoy, se dice, el gobierno de Javier Duarte, llamará a cuentas a la mitad de los privilegiados por el gobernador fogoso con un par de láminas que les permiten ostentarse como nuevos taxistas del estado de Veracruz. Reitero, al momento de conocer este miércoles la información proveniente de fuentes confiables de la propia Secretaría de Gobierno, escéptico no pude aguantar soltarme a carcajadas. No fue para menos mi sorpresa. Lo primero que piensas es que, por las cartas credenciales que ha enseñado el gobierno sucesor en sus primeros meses en el ejercicio del poder, da muestras que difícilmente habrá deseos y voluntad política para atacar los vicios, la corrupción y el tráfico de influencias tan gastados en el sexenio pasado. En especial cuando observas indolencia, desinterés y valemadrismo en quienes tienen pero no quieren o no saben manejar los hilos del poder político en el estado, tan primordial en estos momentos para emitir y lanzar mensajes advirtiendo que en los tiempos del Duartismo la renovación moral en Veracruz, va en serio. Sin embargo, por más que tratan de cubrir con el manto de la impunidad todos los entuertos financieros del Fidelismo, no pueden, hay hoyos por todos lados. Aseguran, cuentan, dicen, especulan, que el joven gobernante veracruzano sigue dándose de topes en las paredes de Casa Veracruz y palacio de Gobierno cada vez que sus cercanos colaboradores le informan que han descubierto nuevos fraudes y abusos de poder de su antecesor. Y al parecer, las quejas y denuncias de los excesos Fidelistas, aunados a las deudas millonarias que dejó por todos lados, han llenado de piedritas el hígado del doctor Duarte y causado fuerte jaqueca, al grado de exasperarlo y gritar: ¡¡Ya basta!! Que el gobernador de Veracruz haya ordenado escudriñar en la podredumbre de Tránsito del Estado, si es que en efecto así se hizo o se hace, es porque es muy grande el tamal que se comieron Fidel Herrera y su principal cómplice en la Dirección de Tránsito, Julio César Cerecedo, considerado por toda la clase política estatal como el Zar de la Corrupción, ratificado en la Subdirección por el propio ejecutivo estatal. ¿A cuánto le gusta, amigo lector, que hayan vendido en la Fidelidad cada una de las casi 40 mil concesiones para taxis que entregaron? Por si no tienen imaginación queridos leyentes, dicen aquellos que compraron una, que el precio mínimo para los cuates fue de 50 mil pesos, pero que hubo quienes dieron 100 y hasta 150 mil pesos. Ufffffff, un chingo de miles de pesos; hagan números. Y el problema es que de más de 17 mil placas liberadas por Fidel, a Finanzas no fue reportado ningún pago por los derechos correspondientes. Por lo tanto son esas las que, dicen en la Secretaría de Gobierno, cancelarán en los días por venir. Yo, lo dudo; hasta no ver, no creer. ¿O usted qué opina?
P.D. En próximas entregas, los grandes negocios de JULEN REMENTERÍA.
El Veracruz maquillado. Es el Veracruz que todos en el gobierno estatal tratan de ocultar, esconder, minimizar, desaparecer. Es la única entidad del país dónde las autoridades de seguridad pública desde la comodidad de sus oficinas ven cómo siguen corriendo ríos de sangre a lo largo y ancho de la geografía veracruzana. Y no se cansan de vociferar que “Veracruz se encuentra en paz”. Estados como Chihuahua, Tamaulipas y Guerrero son el mismito infierno, Veracruz no se queda atrás, al paso agigantado que crece la violencia, pronto, muy pronto emparejaremos sus estadísticas criminales. Y no es para menos. Los cuerpos policiacos dependientes del estado, se encuentran paralizados, pareciera que los jefes andan de vacaciones, se observan ausentes, desinteresados del flagelo de la inseguridad pública que aterroriza a las familias veracruzanas. Es cierto, las bandas criminales sentaron sus bases de operaciones en Veracruz gracias a la impunidad, complacencia y protección del gobierno de Fidel Herrera, cuya autoría o creación de los Zetas se la acreditan al ex mandatario. Pero Fidel ya se fue, forma parte de la pesadilla ya finalizada para la ciudadanía; entonces porqué el gobierno sucesor no agarra el toro por los cuernos y empieza a preocuparse por darles seguridad a la población que lo eligió. Vemos que los encargados de la seguridad en Veracruz se lucen en entrevistas televisivas o con medios informativos afines al periodismo oficioso, declarando en relación al otro Veracruz de paz y tranquilidad que no existe en ningún rincón del territorio estatal. Sin embargo, esos mismos responsables de velar por la protección ciudadana, huyen, se hacen escurridizos de los periodistas considerados críticos y peligrosos para la actual administración estatal, que los buscan para que hablen precisamente de sus encomiendas al frente de las batallas contra las bandas delictivas que atacan en Veracruz. Sin lugar a dudas mucho falta por acontecer todavía en el estado de Veracruz, en materia de inseguridad pública. No nos espantemos amables lectores, acostumbrémonos a cohabitar con las ejecuciones, secuestros, levantones y ajustes de cuentas de las bandas criminales en cualquier rinconcito de Veracruz donde alcance a cubrirlos o protegerlos el manto de la impunidad o la complicidad de nuestras autoridades que, perciben un salario de los impuestos, se supone para hacerles frente y combatirlas. Las ya acostumbradas balaceras o enfrentamientos que ensangrientan la entidad, seguirán siendo pan de todos los días para los veracruzanos que, confiados, votaron el 4 de Julio por un cambio verdadero en el ejercicio del poder, y no por un continuismo que ahondará más los grandes problemas estatales. Pese a la censura de palacio de gobierno, escenarios escalofriantes y lamentables que indignan y avergüenzan, serán la noticia de los medios de comunicación comprometidos con llevarles la verdad y nada más que la verdad a sus lectores. Conforme pasen los días en este Veracruz donde prevalece la paz de los sepulcros, se repetirán historias similares a la toma de rehenes de todo el personal de la Subprocuraduría de Justicia de Cosamalopan por los grupos criminales el pasado 23 de diciembre de 2010; de la batalla campal entre militares y malosos del 14 de enero de 2011 en las Colonias Higueras y Lomas de Casa Blanca, en Xalapa, con saldo de 14 muertos; de tiroteos a automovilistas y residencias de Indeco Ánimas esa misma noche; de enfrentamientos como los de Cardel, el 17 de enero, con 9 detenidos; el de Poza Rica, el 19 y 20 del mismo mes, con muertos, heridos y detenidos; o las balaceras de Veracruz y Boca del Río, el 7 de febrero, con reporte de sólo 2 muertos, aún cuando testigos de los hechos ocurridos en Boulevard y Altamirano, señalan más de 8. O finalmente también continuarán apareciendo por doquier víctimas con el tiro de gracia como sello de la casa del crimen organizado, como las 4 encontradas este martes 15, dos en el municipio de Alvarado y dos en el de Medellín de Bravo, ambos gobernados por alcaldes de extracción priísta. Yo pregunto: ¿Qué otras tragedias más necesitan pasar en Veracruz para que los altos jerarcas de Seguridad Pública despierten, vean y acepten el Veracruz salvaje que tenemos enfrente? Pese a lo buena gente que queremos ser con los deudos de la milicia que caigan abatidos en tierras veracruzanas, ni el Ejercito ni la Marina harán toda la chamba al General-secretario López Esquer y otros. Se requiere que los de la SSP saquen la casta, se pongan sus chalecos antibalas y vayan al frente del combate. ¿Es mucho pedir? ¿O usted qué opina?
Limpia en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. La Secretaría de la Función Pública corta cabezas de corruptos, en la dependencia a cargo del coatepecano, Dionisio Pérez Jácome. ¡¡Que Julen Rementería, ponga sus barbas a remojar!! La destitución, inhabilitación y multas millonarias a seis altos funcionarios, es un aviso para el veracruzano, que despacha como Coordinador General de Planeación y Centros de la SCT, desde el 2 de junio de 2008 a invitación especial del presidente Felipe Calderón. Si cayó el jefe inmediato de Julen, Felipe de Jesús Rivera Valenzuela, es indicador de que la lumbre anda cerca del ex alcalde del puerto jarocho; por lógica si el desempeño del superior es fraudulento, el empleado más cercano a este lo sabe, y hasta participa en las ganancias de los grandes negocios. El director general del Centro SCT, Rivera Valenzuela; el subdirector de Obras, Miguel Ángel García Cisneros, y el residente general de Carreteras Federales, Jesús López Ramírez, entre los principales cabecillas, son acusados de autorizar pagos por trabajos no ejecutados. Yo pregunto: ¿A caso Julen ignoraba que su jefe liberaba pagos millonarios por obras fantasmas? Que no salga ahora el hijo malagradecido de Francisco Ávila Camberos, que no sabía nada de las corruptelas que se hacían en sus propias narices, porque es de suponerse que Julen por su cargo de coordinador general, su función es supervisar todas y cada una de las obras carreteras que la federación realiza a lo largo y ancho de la geografía nacional. Qué no finja demencia el panista que sueña con alcanzar la candidatura azul por el senado de la República, y para la cual gasta carretadas de dinero, se presume, proveniente de la SCT. Para los habitantes del puerto de Veracruz, es sorprendente la inmensa fortuna que ha logrado amasar Julen Rementería, en los tres últimos años como alto funcionario de la SCT. Y no es para menos. ¿Quién no conoce el pasado de Julen? De vendedor de chácharas, a multimillonario bajo sospecha. El edil porteño se considera “amigo” personal del presidente Calderón, lo que se ignora es si el huésped de Los Pinos está enterado del enriquecimiento inexplicable de su colaborador en la SCT, quien se hace llamar su cuaderno de doble raya. Aseguran los íntimos del coordinador de Planeación y Centros de la SCT, que es tanto el dinero que tiene que ya es hasta dueño de aviones privados, los cuales, dicen que cuenta, usará en 2016 cuando sea candidato del PAN al gobierno del estado de Veracruz. Para acumular la riqueza que posee, Julen se ha valido de un eficiente cómplice, el contador Jesús Suverza Medina, que trabajó con él como contralor general en el ayuntamiento de Veracruz, y a quien los empresarios del estado señalan de ser el encargado de cobrar el “diezmo” por los escasos contratos de obras que les asignan. Es indudable que con el cese fulminante y la denuncia judicial en contra de Felipe de Jesús Rivera Valenzuela y coacusados, el ex presidente municipal de Veracruz ha perdido el sueño; el soborno a los constructores y los negocios realizados al amparo del tráfico de influencias, lo ponen en el filo de la navaja. Sólo bastaría que el presidente Calderón o el titular Pérez Jácome, ordenen darle seguimiento a las investigaciones de corrupción de los subalternos de Rivera Valenzuela en los Centros de la SCT para abrir la cloaca en los estados del país. El dinero para los programas carreteros de la federación que Julen maneja, marea a cualquier inteligente y enloquece a los pendejos. Nada más s en 2008, Rementería tuvo en sus manos algo así como 60 mil millones, en 2009, año electoral, el presupuesto se incrementó a 90 mil millones, y en 2010, la suma fue similar. Y pese a las multimillonarias inversiones federales, las carreteras nacionales se encuentran en la desgracia; pareciera que no hay dinero. Tan solo en el estado de Veracruz, tras los fenómenos naturales de septiembre pasado, las vías de comunicación de incumbencia federal, están para llorar. El secretario de Comunicaciones del gobierno estatal, Guillermo Herrera Mendoza, lamenta las pésimas y desastrosas condiciones que guardan las carreteras y caminos de Veracruz, pero dice que “la federación no baja los recursos”. ¿Dónde están los recursos federales del programa carretero calderonista? ¿En las cuentas bancarias, ranchos, aviones y residencias de Julen Rementería en México y España? Quién iba a creerlo: Ayer fracasado vendedor de trusas y calcetines; hoy multimillonario y próspero empresario de la construcción con sueños de ser senador en 2012 y gobernador en 2016 ¿O usted qué opina?
PD. Es una vergüenza, sin lugar a dudas, el nombramiento del pseudo político el ex alcalde David Velasco, quien, dejó en ruinas y quebrado el ayuntamiento xalapeño, y después en forma cínica se le toma la protesta como el Director General de los juegos Centroamericanos del Caribe. Una vez más queda demostrado que los fidelistas siguen cobrando fuerza…y desde luego, abultando sus cuentas bancarias.
Resultados, resultados y más resultados… Es el único camino que tienen los alcaldes veracruzanos. Al reunirse este domingo con los 81 presidentes municipales del PRI, el gobernador Javier Duarte, los exhortó a trabajar por la ciudadanía que los eligió el pasado 4 de julio, El mandatario estatal quiere que los actuales alcaldes del PRI sean los mejores de la historia de Veracruz. ¿Y cómo se logra eso, con qué se come? Fue la pregunta que se hicieron muchos de los ediles presentes. No es para menos la interrogante. En primer lugar, cómo aspirar a llenarse de gloria y pasar a la historia en tiempos de crisis financiera, si además de encontrar vacio el cajón de las tesorerías municipales los alcaldes heredaron de sus antecesores deudas millonarias que asfixiará la economía de los ayuntamientos que presiden. Y en segundo lugar, a qué alcalde, sea del PRI, PAN, PRD, PVEM. PT o PNAL, le interesa pasar a la historia por honesto y transparente. La honradez en la función pública, es letra muerta en Veracruz. En la actualidad ser político es el negocio más redituable; por ello las luchas encarnizadas cuando de alcanzar las candidaturas se trata. Todos sin excepción alguna, buscan el poder político para enriquecerse haciendo los grandes negocios usando el tráfico de influencias. La solicitud del cómplice, amigo, compadre o familiar al hombre o mujer en la cima del poder de: “no me des, sólo ponme donde pueda robar”, cobran vigencia hoy, mañana y siempre. Al final de cada sexenio o trienio de gobierno se cuentan nuevas historias de corrupción y acumulamiento de riquezas escandalosas de gobernadores, secretarios y subsecretarios de despacho, directores y subdirectores de áreas y desde luego de alcaldes, síndicos y regidores municipales. Nada más echemos un simple vistazo a la administración del sexenio anterior y a las dos últimas generaciones de alcaldes con las que le tocó trabajar al ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, donde los números fríos de quebrantos patrimoniales hablan que estado y municipios fueron de la mano en podredumbre, abuso del poder, y enriquecimientos ilícitos. Aún cuando a los alcaldes peces gordos se les protege en el ORFIS y la legislatura estatal con el manto de la impunidad, los ex ediles rateros y sinvergüenzas ya fueron encuerados, faltan ahora los pillos del gobierno anterior que, pese a que también buscan cubrir diciendo que no hay que investigarle al régimen de Herrera Beltrán, lo cierto es que será el gobierno del presidente Calderón el que lo exonere o le finque responsabilidad penal ya que el 99 por cientos de los recursos públicos que manejó fueron de carácter federal. Sin lugar a dudas es misión casi imposible la que el gobernador Duarte quiere hacer de los 81 presidentes municipales compañeros de su instituto político. Yo pregunto: ¿Acaso Elizabeth Morales, alcaldesa de Xalapa, Carolina Gudiño, de Veracruz; Salvador Manzur, de Boca del Río, Marcos Theurel, de Coatzacoalcos; Alfredo Gándara, de Poza Rica; Francisco Portilla Bonilla, de Córdoba; y Alberto Silva Ramos, de Tuxpan, considerados los "consentidos" del doctor Duarte, estarán pensando lo mismo que su amigo el gobernador de Veracruz en términos de honestidad y transparencia? Lo dudo; todos arrastran pasados tenebrosos de corrupción en sus encargos públicos o de elección anteriores. Cada uno de los alcaldes "preferidos" del Duartismo antes mencionados, en los inicios de sus mandatos ya enfrentan críticas severas de abuso de poder. Por ejemplo Elizabeth Morales, quien autorizó para ella y sus colaboradoras "íntimas" salarios y compensaciones monstruosas, y a pesar que en la sesión de cabildo de este domingo dijo que su salario será de 55 mil pesos mensuales, se duda que realmente vaya a cobrar lo que afirma. Ahí tenemos también a la Gudiño, a Manzur, a Theurel, a Gándara, a Portilla peleados ya con ediles opositores de sus comunas por diferencias de tipo financiero o porque tratan de cubrir todos los desfalcos de quienes los antecedieron en los ayuntamientos. Es loable el interés que el gobernador Duarte tiene en que las autoridades municipales trabajen en beneficio exclusivo de la ciudadanía, y que de los priístas como él quiera sacar a los mejores alcaldes en la historia de Veracruz; el propio Javier ha reiterado que no desea pasar como un mandatario más del montón, sino como el que nunca tuvo la entidad. Las intenciones del joven gobernante veracruzano son aceptables, la ciudadanía las ve con buenos ojos. Sin embargo, del dicho al hecho, hay mucho trecho. Tal vez Duarte amarre las manos y mantenga el control sobre los recursos financieros que pasarán por las manos de sus colaboradores, pero de que pueda evitar que los alcaldes saqueen las tesorerías municipales, es mucho pedir. Las raterías en los ayuntamientos del estado continuarán; sueños guajiros de quien piense que con las detenciones de los charalitos exalcaldes la corrupción desaparecerá o disminuirá, al contrario obligará a los actuales funcionarios públicos, estatales o municipales, a ser más finos en sus pillerías, a no dejar hoyos abiertos en el manejo del dinero oficial que después desate cacería judicial en su contra, claro, si no es del grupo de los "consentidos" de palacio estatal. Por lo pronto, los 81 presidentes municipales priístas salieron aburridos de la reunión con Duarte y de su discurso de honradez; varios de ellos preguntándose, en qué planeta vive el gobernador, ya que los términos trabajo, resultados, honestidad y transparencia, no existen en su diccionario de servidores públicos. Y les asiste toda la razón, dentro de tres años estaremos contando y escribiendo las mismas historias de corrupción. ¿O usted qué opina?
