BUENOS DÍAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
16 de febrero 2011
El Veracruz maquillado.
Es el Veracruz que todos en el gobierno estatal tratan de ocultar, esconder, minimizar, desaparecer.
Es la única entidad del país dónde las autoridades de seguridad pública desde la comodidad de sus oficinas ven cómo siguen corriendo ríos de sangre a lo largo y ancho de la geografía veracruzana.
Y no se cansan de vociferar que “Veracruz se encuentra en paz”.
Estados como Chihuahua, Tamaulipas y Guerrero son el mismito infierno, Veracruz no se queda atrás, al paso agigantado que crece la violencia, pronto, muy pronto emparejaremos sus estadísticas criminales.
Y no es para menos.
Los cuerpos policiacos dependientes del estado, se encuentran paralizados, pareciera que los jefes andan de vacaciones, se observan ausentes, desinteresados del flagelo de la inseguridad pública que aterroriza a las familias veracruzanas.
Es cierto, las bandas criminales sentaron sus bases de operaciones en Veracruz gracias a la impunidad, complacencia y protección del gobierno de Fidel Herrera, cuya autoría o creación de los Zetas se la acreditan al ex mandatario.
Pero Fidel ya se fue, forma parte de la pesadilla ya finalizada para la ciudadanía; entonces porqué el gobierno sucesor no agarra el toro por los cuernos y empieza a preocuparse por darles seguridad a la población que lo eligió.
Vemos que los encargados de la seguridad en Veracruz se lucen en entrevistas televisivas o con medios informativos afines al periodismo oficioso, declarando en relación al otro Veracruz de paz y tranquilidad que no existe en ningún rincón del territorio estatal.
Sin embargo, esos mismos responsables de velar por la protección ciudadana, huyen, se hacen escurridizos de los periodistas considerados críticos y peligrosos para la actual administración estatal, que los buscan para que hablen precisamente de sus encomiendas al frente de las batallas contra las bandas delictivas que atacan en Veracruz.
Sin lugar a dudas mucho falta por acontecer todavía en el estado de Veracruz, en materia de inseguridad pública.
No nos espantemos amables lectores, acostumbrémonos a cohabitar con las ejecuciones, secuestros, levantones y ajustes de cuentas de las bandas criminales en cualquier rinconcito de Veracruz donde alcance a cubrirlos o protegerlos el manto de la impunidad o la complicidad de nuestras autoridades que, perciben un salario de los impuestos, se supone para hacerles frente y combatirlas.
Las ya acostumbradas balaceras o enfrentamientos que ensangrientan la entidad, seguirán siendo pan de todos los días para los veracruzanos que, confiados, votaron el 4 de Julio por un cambio verdadero en el ejercicio del poder, y no por un continuismo que ahondará más los grandes problemas estatales.
Pese a la censura de palacio de gobierno, escenarios escalofriantes y lamentables que indignan y avergüenzan, serán la noticia de los medios de comunicación comprometidos con llevarles la verdad y nada más que la verdad a sus lectores.
Conforme pasen los días en este Veracruz donde prevalece la paz de los sepulcros, se repetirán historias similares a la toma de rehenes de todo el personal de la Subprocuraduría de Justicia de Cosamalopan por los grupos criminales el pasado 23 de diciembre de 2010; de la batalla campal entre militares y malosos del 14 de enero de 2011 en las Colonias Higueras y Lomas de Casa Blanca, en Xalapa, con saldo de 14 muertos; de tiroteos a automovilistas y residencias de Indeco Ánimas esa misma noche; de enfrentamientos como los de Cardel, el 17 de enero, con 9 detenidos; el de Poza Rica, el 19 y 20 del mismo mes, con muertos, heridos y detenidos; o las balaceras de Veracruz y Boca del Río, el 7 de febrero, con reporte de sólo 2 muertos, aún cuando testigos de los hechos ocurridos en Boulevard y Altamirano, señalan más de 8.
O finalmente también continuarán apareciendo por doquier víctimas con el tiro de gracia como sello de la casa del crimen organizado, como las 4 encontradas este martes 15, dos en el municipio de Alvarado y dos en el de Medellín de Bravo, ambos gobernados por alcaldes de extracción priísta.
Yo pregunto:
¿Qué otras tragedias más necesitan pasar en Veracruz para que los altos jerarcas de Seguridad Pública despierten, vean y acepten el Veracruz salvaje que tenemos enfrente?
Pese a lo buena gente que queremos ser con los deudos de la milicia que caigan abatidos en tierras veracruzanas, ni el Ejercito ni la Marina harán toda la chamba al General-secretario López Esquer y otros.
Se requiere que los de la SSP saquen la casta, se pongan sus chalecos antibalas y vayan al frente del combate.
¿Es mucho pedir?
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
BUENOS DÍAS VERACRUZ en vivo -11am-
www.lagazeta.org
Por: David Varona Fuentes
16 de febrero 2011
El Veracruz maquillado.
Es el Veracruz que todos en el gobierno estatal tratan de ocultar, esconder, minimizar, desaparecer.
Es la única entidad del país dónde las autoridades de seguridad pública desde la comodidad de sus oficinas ven cómo siguen corriendo ríos de sangre a lo largo y ancho de la geografía veracruzana.
Y no se cansan de vociferar que “Veracruz se encuentra en paz”.
Estados como Chihuahua, Tamaulipas y Guerrero son el mismito infierno, Veracruz no se queda atrás, al paso agigantado que crece la violencia, pronto, muy pronto emparejaremos sus estadísticas criminales.
Y no es para menos.
Los cuerpos policiacos dependientes del estado, se encuentran paralizados, pareciera que los jefes andan de vacaciones, se observan ausentes, desinteresados del flagelo de la inseguridad pública que aterroriza a las familias veracruzanas.
Es cierto, las bandas criminales sentaron sus bases de operaciones en Veracruz gracias a la impunidad, complacencia y protección del gobierno de Fidel Herrera, cuya autoría o creación de los Zetas se la acreditan al ex mandatario.
Pero Fidel ya se fue, forma parte de la pesadilla ya finalizada para la ciudadanía; entonces porqué el gobierno sucesor no agarra el toro por los cuernos y empieza a preocuparse por darles seguridad a la población que lo eligió.
Vemos que los encargados de la seguridad en Veracruz se lucen en entrevistas televisivas o con medios informativos afines al periodismo oficioso, declarando en relación al otro Veracruz de paz y tranquilidad que no existe en ningún rincón del territorio estatal.
Sin embargo, esos mismos responsables de velar por la protección ciudadana, huyen, se hacen escurridizos de los periodistas considerados críticos y peligrosos para la actual administración estatal, que los buscan para que hablen precisamente de sus encomiendas al frente de las batallas contra las bandas delictivas que atacan en Veracruz.
Sin lugar a dudas mucho falta por acontecer todavía en el estado de Veracruz, en materia de inseguridad pública.
No nos espantemos amables lectores, acostumbrémonos a cohabitar con las ejecuciones, secuestros, levantones y ajustes de cuentas de las bandas criminales en cualquier rinconcito de Veracruz donde alcance a cubrirlos o protegerlos el manto de la impunidad o la complicidad de nuestras autoridades que, perciben un salario de los impuestos, se supone para hacerles frente y combatirlas.
Las ya acostumbradas balaceras o enfrentamientos que ensangrientan la entidad, seguirán siendo pan de todos los días para los veracruzanos que, confiados, votaron el 4 de Julio por un cambio verdadero en el ejercicio del poder, y no por un continuismo que ahondará más los grandes problemas estatales.
Pese a la censura de palacio de gobierno, escenarios escalofriantes y lamentables que indignan y avergüenzan, serán la noticia de los medios de comunicación comprometidos con llevarles la verdad y nada más que la verdad a sus lectores.
Conforme pasen los días en este Veracruz donde prevalece la paz de los sepulcros, se repetirán historias similares a la toma de rehenes de todo el personal de la Subprocuraduría de Justicia de Cosamalopan por los grupos criminales el pasado 23 de diciembre de 2010; de la batalla campal entre militares y malosos del 14 de enero de 2011 en las Colonias Higueras y Lomas de Casa Blanca, en Xalapa, con saldo de 14 muertos; de tiroteos a automovilistas y residencias de Indeco Ánimas esa misma noche; de enfrentamientos como los de Cardel, el 17 de enero, con 9 detenidos; el de Poza Rica, el 19 y 20 del mismo mes, con muertos, heridos y detenidos; o las balaceras de Veracruz y Boca del Río, el 7 de febrero, con reporte de sólo 2 muertos, aún cuando testigos de los hechos ocurridos en Boulevard y Altamirano, señalan más de 8.
O finalmente también continuarán apareciendo por doquier víctimas con el tiro de gracia como sello de la casa del crimen organizado, como las 4 encontradas este martes 15, dos en el municipio de Alvarado y dos en el de Medellín de Bravo, ambos gobernados por alcaldes de extracción priísta.
Yo pregunto:
¿Qué otras tragedias más necesitan pasar en Veracruz para que los altos jerarcas de Seguridad Pública despierten, vean y acepten el Veracruz salvaje que tenemos enfrente?
Pese a lo buena gente que queremos ser con los deudos de la milicia que caigan abatidos en tierras veracruzanas, ni el Ejercito ni la Marina harán toda la chamba al General-secretario López Esquer y otros.
Se requiere que los de la SSP saquen la casta, se pongan sus chalecos antibalas y vayan al frente del combate.
¿Es mucho pedir?
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
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