Los dos principales protagonistas políticos en la contienda electoral del 2010 en el estado de Veracruz, han mostrado que defenderán el honor al precio que tengan que pagar.
Por lo que no quisiéramos imaginar siquiera, la guerra que viene.
No será un enfrentamiento con bombas, granadas, cuernos de chivo o fusiles de asalto AK-47, entre ambos políticos veracruzanos.
Nada que ver con la violencia de las armas.
Será un escenario escalofriante en el que saldrán a relucir los episodios negros de cada uno de los contrincantes, acumulados en su larga trayectoria política y de servicio público.
El objetivo perseguido es exhibir pruebas y testimonios del adversario, que lo involucren en presuntos delitos cometidos, desnudándolo ante la opinión pública, a la que mantienen oculta la otra cara de su verdadera personalidad.
Los ataques serán sin piedad alguna.
Todo por el control del poder para el período 2010-2016.
Los dos quieren lo mismo.
Por un lado Fidel Herrera Beltrán, actual amo y señor de Veracruz, que busca imponer sucesor en el gobierno estatal, que le garantice paz y tranquilidad y que, al igual como él hizo, olvide las escobas para barrer hacia atrás.
Y por el otro, Miguel Angel Yunes Linares, obsesionado por la venganza desea ser gobernador para cumplir las amenazas de llevar a prisión al antecesor., acusándolo de casi de todos los delitos por tenerlos, según dicen, comprobados y documentados.
Las campanadas que anuncien el inicio del combate por la gubernatura se escuchan muy lejos todavía. El reloj político marca primero la elección federal de 2009, que serán las que midan el agua a los tamales.
Sin embargo, los irreconciliables enemigos que nunca firmaron acuerdos de cese al fuego, no soportaron más el silencio y dieron ya los primeros pasos sin retorno, acusándose en forma directa de lo que ellos creen son agravios para la ciudadanía en su conjunto.
Quien que no midió sus palabras incriminatorias en contra del rival, fue el gobernador del estado, al afirmar que “en Veracruz no queremos pederastas”.
Aseguran íntimos del primogénito que el efecto en el padre fue demoledor, y que sólo una voz poderosa pudo calmar su ira diciéndole, “soporta, eres fuerte, llegará el momento”.
Sobre la acusación que hace Herrera Beltrán, debo mencionar que en febrero de 2006 cuando explota el escándalo del libro Los Demonios del Edén, de Lydia Cacho, que menciona a Yunes entre los amigos cercanos del libanés Jean Succar Kuri, el propio Fidel salió en defensa de quien ahora señala, respaldándolo en su cargo como secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Textualmente dijo el 18 de febrero de 2006:
-“Todo lo que le sirva a Veracruz lo respalda mi gobierno, y la eficiencia y conocimiento en la materia del coordinador de Seguridad Nacional, sirven para una gran alianza para Veracruz”.
Agregando que “su mención en el libro de Lydia Cacho no es suficiente para su destitución”.
El político cuenqueño, viejo costal de mañas, fingiendo demencia olvidó el voto a favor de Yunes, y lanzó el pasado lunes su primera ofensiva contra quien pretende sucederlo en palacio de gobierno.
Recordando las enseñanzas de un viejo amigo, que hacía ver a otro que en su lucha contra el gobierno él sólo tenía para pelear una pequeña navajita Gillette de rasurar, mientras el enemigo todo un arsenal, entonces analizo:
El joven Fidel sabe en lo que está metiéndose al despertar la furia del violento y temperamental Yunes.
Muchos han sucumbido en los primeros embates del oriundo de Soledad de Doblado.
Cuando el entonces diputado federal y coordinador de la bancada priísta en San Lázaro, Emilio Chuayffet, pidió al presidente Fox destituyera a Yunes del Sistema Nacional de Seguridad Pública, por estar involucrado en el grupo de pederastas, sólo bastó que Miguel Ángel lo llamara “desviado sexual” para que el exgobernador mexiquense guardara silencio y olvidara la petición..
Por todo eso, pregunto:
¿Tendrá Fidel las armas acusatorias para defenderse y enfrentarlo?
Porque la lengua y su saliva, no serán suficientes.
Su lucha no será solo contra el actual director del ISSSTE.
La embestida vendrá de todo el aparato federal, y es muy posible que también de la madrina Elba Esther y su poderío económico.
Y se hizo tarde para dar marcha atrás.
¿Aguantará el buen tío Fide?
¿O usted qué opina?
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