EL MAQUIAVELISMO DE CALDERÓN

El presidente Felipe Calderón juega con los gobernadores que los corroe la ambición y la codicia.
Con motivo del aniversario 71 de la Expropiación Petrolera de 1938, los mandatarios estatales esperaban que Calderón pronunciara el nombre del estado donde se construirá la nueva refinería petrolera.
Pero los dejó con las ganas.
Al menos en Veracruz los fidelistas habían echado las campanas al vuelo aguardando ansiosos el anuncio calderonista, y a cambio se llevaron otro desaire presidencial a su larga lista.
De última hora la ceremonia conmemorativa al acto heroico del general Lázaro Cárdenas del Río, fue cancelado en Poza Rica, Veracruz para llevarlo a Venustiano Carranza, Puebla.
El desprecio del presidente lleva dedicatoria especial, y a ver si con ésta entra la cordura y la prudencia en Fidel Herrera, quien acorde a su doble discurso, cada vez que pueda no cesa en tirarle flores a Calderón, diciendo que lo apoya en su lucha contra la delincuencia organizada, cuando los hechos diarios que se suscitan en Veracruz hablan de lo contrario.
Mientras tanto ayer, en territorio del gober “precioso” Mario Marín, el ejecutivo federal salió a decir que será a través de un Foro convocado por la paraestatal Petróleos Mexicanos como se determinará el lugar determinado para la edificación de la nueva planta para procesar hidrocarburos.
Al encabezar la ceremonia expropiatoria del 18 de marzo de 1938, el presidente señaló que será hasta el 15 de abril cuando se de a conocer la decisión final sobre el lugar donde se construirá la fábrica petrolera, y que éste deberá obedecer a criterios técnicos y económicos, pero no a políticos.
Sin lugar a dudas, el gobernador más decepcionado por la incertidumbre presidencial podría ser el de Veracruz Fidel Herrera Beltrán, quien hasta el martes por la noche comentaba, alegre y contento, a sus íntimos su seguridad de que la decisión recaería sobre la zona norte del estado, debido a los recientes yacimientos petroleros descubiertos en Chicontepec.
Iluso Fidel, al soñar que la nueva refinería será construída en la entidad veracruzana, exactamente en el municipio de Tuxpan.
En efecto, Veracruz tiene las dos condicionantes requeridas para erigir la nueva planta petrolera. Por donde se le quiera ver, la región norte representa la más cercana al suministro de materias primas y también a los lugares de consumo, y las condiciones de infraestructura y ambientales de la zona son las apropiadas.
Sin embargo, aún cuando Calderón afirma que nada tendrán que ver los criterios políticos, es precisamente por éstas razones, que llevan implícitos intereses electorales, la refinería no verá la luz en el estado Fidelista.
Como nadie ignora, el huésped de Los Pinos no quiere ningún trato con todo lo que huela a Fidel Herrera, a quien tiene como persona non grata para el país ni para Veracruz.
Por lo que traer la refinería al estado es engrandecer a Herrera Beltrán, pero también terminaría de enloquecerlo; volvería a llevarlo de regreso a otro viaje por las alturas, allá donde imagina hablar con las estrellas.
Lo cierto de todo es que el presidente les está dando atole con el dedo a los gobernadores interesados en que la nueva refinería se construya en sus respectivos estados.
Principalmente al de Veracruz, al que no traga ni en pintura.
De acuerdo a información de primera línea, el michoacano y su equipo de asesores en materia energética habrían decidido ya, desde hace cuatro meses atrás, donde levantar la tan traída refinería petrolera.
El estado beneficiado sería el de Tabasco, y la construcción tendría lugar en la zona de la Chontalpa, exactamente en las regiones en las que no habría desastres ambientales debido a que el suelo de dicha región no sirve para actividades agrícolas o ganaderas.
De resultar cierta la versión no oficial que sería confirmada por los Foros que realizará PEMEX, a los gobernadores de Veracruz, Hidalgo y Puebla, no les queda más que disciplinarse, o al menos que Herrera Beltrán, en venganza organice a sus colegas para iniciar nuevas embestidas de presión a Calderón, claro, tirando la piedra y escondiendo la mano, como siempre lo hace.
Por lo pronto, adios a todos los sueños de la Tercera Vía que Fidel insistía revivir.
¿O usted qué opina?