Víctor quiere regresar a la rectoría de la Universidad Veracruzana en septiembre próximo, pero Raúl, su antiguo aliado, busca reelegirse para un segundo periodo.
Hace cuatro años, por irse al gabinete Fidelista como Secretario de Educación Arredondo Álvarez dejó encargada la rectoría de la Universidad Veracruzana al entonces secretario académico Raúl Arias Lobillo.
El 11 de diciembre de 2004 al rendir protesta como nuevo rector de la UV en la sesión extraordinaria del Consejo Universitario General, ante el gobernador Fidel Herrera y el propio Arredondo, Arias Lobillo tuvo palabras de elogio para su exjefe y mentor, de quien dijo…
“Hace siete años y meses comenzamos un sueño liderado por Víctor Arredondo. Con su contribución estoy plenamente convencido, hemos elevado a grandes alturas el espíritu universitario, tanto a nivel individual como colectivo. Su contribución en el proyecto de transformación de la Universidad Veracruzana ha sido de suma trascendencia; sin duda, la historia dará el justo y merecido reconocimiento a su obra”.
Sin embargo, probadas las mieles del poder y del presupuesto universitario, Arias Lobillo se hace víctima de la demencia.
Ahora resulta que nada tiene que agradecer a Víctor, por lo tanto ha empezado a poner su muralla para evitar el retorno a la UV del actual secretario de Educación de Veracruz. Busca influir en cada uno de los 9 integrantes de la Junta de Gobierno de la máxima Casa de estudios del estado, para que rechacen toda posibilidad de Arredondo.
Para la comunidad universitaria Arredondo y Lobillo son la misma cosa.
Durante los siete años de Víctor como titular de la rectoría, la UV no tuvo transformaciones científicas, tecnológicas o culturales dignas de crédito que enaltecieran a Veracruz y traspasaran las fronteras estatales o nacionales.
Al contrario, la calidad educativa en los egresados vino desmeritándose, a grado tal que los empresarios del sector privado rechazaban contratar, por deficiente, la mano de obra proveniente de las aulas de la UV.
Así mismo, en los casi cinco años de Arias, nada ha cambiado al interior de la Universidad Veracruzana en el aspecto académico. Las únicas novedades son las andanzas sentimentales del rector, el despilfarro del presupuesto universitario y los escándalos suscitados, como fue el caso del dudoso error del CENEVAL que dejó fuera a mil 600 estudiantes con derecho al ingreso.
Quienes han vivido de cerca los romances de Lobillo, cuentan que buena parte de los 3 mil 14 millones 579 mil 11 pesos del gasto de 2008, se fueron en viajes de placer del Pedro Navajas universitario buscando afanoso y desesperado, reconquistar al amor de su vida que ya andaba haciendo de las suyas con “los Chiles Xalapeños”.
Y que por ello tuvo que hacerla de pedigüeño al gobernador para que éste ordenara a sus corderitos priístas del Congreso local le autorizaran otros 51 millones de pesos más, presuntamente para proyectos de investigación.
Algo similar sucede con Arredondo Álvarez al frente de la SEV; ha sido un funcionario gris en el gabinete Fidelista, más preocupado por sus negocios gastronómicos en Acapulco y otros centros vacacionales del país, que por atender la dependencia encargada por el gobernador Herrera Beltrán.
En reiteradas ocasiones el mandatario estatal, sabedor de las constantes ausencias de Arredondo de la entidad, ha usado a sus aliados de la prensa para criticarlo. Pero su molestia a la falta de dedicación del colaborador no se la hace en forma personal. Dicen… que por miedo a que “don Víctor se queje con su padrino Miguel Alemán Velasco”.
Por la influencia de Alemán sobre Fidel, el titular del sector educativo en Veracruz se consideraba un hombre poderoso, tanto que siempre ufanaba ser el precandidato natural del PRI en el 2010 para la gubernatura. Al no cuajarle la jugada buscó ser candidato a diputado federal, y al parecer como también le dijeron que no, ahora está encaprichado en retomar la rectoría de la UV a partir del 1 de septiembre de 2009 y hasta el 30 de agosto de 2013.
En los corrillos de palacio de gobierno dan como un hecho el regreso de Arredondo a la rectoría de la UV.
Aún cuando la designación la hacen de facto los 9 integrantes de la Junta de Gobierno de la casa Universitaria, falta saber por quién se inclinará Fidel, que a final de cuentas será quien decida si Lobillo se va o se queda por otros cuatro años.
El 11 de diciembre de 2004, recién estrenado como gobernador del estado, al atestiguar el juramento de Raúl Arias como sucesor de Arredondo, Fidel calificó a Lobillo como “maestro acreditado y respetado, de gran prestigio, trayectoria ejemplar y de gran honestidad”, al que su gobierno daría todo su respaldo financiero.
Fiel a su estilo de fingir demencia, dudo que Fidel recuerde hoy las dulces y enternecedoras palabras dedicadas a Lobillo, por más que éste se desvive en inventarle entrega de reconocimientos como si fuera Arturo el negro Durazo, o al menos que le vea algún parecido con aquel personaje criminal, bien en el color de piel o en las actividades de mafioso que le achacan en Los Pinos.
Engañado terminará el Lobillo de la UV si sueña que Fidel inclinará la balanza a su favor entre los integrantes de la Junta de Gobierno.
Una vez más el gobernador de Veracruz refrendará que él no tiene amigos, sólo intereses.
¿O usted qué opina?
Hace cuatro años, por irse al gabinete Fidelista como Secretario de Educación Arredondo Álvarez dejó encargada la rectoría de la Universidad Veracruzana al entonces secretario académico Raúl Arias Lobillo.
El 11 de diciembre de 2004 al rendir protesta como nuevo rector de la UV en la sesión extraordinaria del Consejo Universitario General, ante el gobernador Fidel Herrera y el propio Arredondo, Arias Lobillo tuvo palabras de elogio para su exjefe y mentor, de quien dijo…
“Hace siete años y meses comenzamos un sueño liderado por Víctor Arredondo. Con su contribución estoy plenamente convencido, hemos elevado a grandes alturas el espíritu universitario, tanto a nivel individual como colectivo. Su contribución en el proyecto de transformación de la Universidad Veracruzana ha sido de suma trascendencia; sin duda, la historia dará el justo y merecido reconocimiento a su obra”.
Sin embargo, probadas las mieles del poder y del presupuesto universitario, Arias Lobillo se hace víctima de la demencia.
Ahora resulta que nada tiene que agradecer a Víctor, por lo tanto ha empezado a poner su muralla para evitar el retorno a la UV del actual secretario de Educación de Veracruz. Busca influir en cada uno de los 9 integrantes de la Junta de Gobierno de la máxima Casa de estudios del estado, para que rechacen toda posibilidad de Arredondo.
Para la comunidad universitaria Arredondo y Lobillo son la misma cosa.
Durante los siete años de Víctor como titular de la rectoría, la UV no tuvo transformaciones científicas, tecnológicas o culturales dignas de crédito que enaltecieran a Veracruz y traspasaran las fronteras estatales o nacionales.
Al contrario, la calidad educativa en los egresados vino desmeritándose, a grado tal que los empresarios del sector privado rechazaban contratar, por deficiente, la mano de obra proveniente de las aulas de la UV.
Así mismo, en los casi cinco años de Arias, nada ha cambiado al interior de la Universidad Veracruzana en el aspecto académico. Las únicas novedades son las andanzas sentimentales del rector, el despilfarro del presupuesto universitario y los escándalos suscitados, como fue el caso del dudoso error del CENEVAL que dejó fuera a mil 600 estudiantes con derecho al ingreso.
Quienes han vivido de cerca los romances de Lobillo, cuentan que buena parte de los 3 mil 14 millones 579 mil 11 pesos del gasto de 2008, se fueron en viajes de placer del Pedro Navajas universitario buscando afanoso y desesperado, reconquistar al amor de su vida que ya andaba haciendo de las suyas con “los Chiles Xalapeños”.
Y que por ello tuvo que hacerla de pedigüeño al gobernador para que éste ordenara a sus corderitos priístas del Congreso local le autorizaran otros 51 millones de pesos más, presuntamente para proyectos de investigación.
Algo similar sucede con Arredondo Álvarez al frente de la SEV; ha sido un funcionario gris en el gabinete Fidelista, más preocupado por sus negocios gastronómicos en Acapulco y otros centros vacacionales del país, que por atender la dependencia encargada por el gobernador Herrera Beltrán.
En reiteradas ocasiones el mandatario estatal, sabedor de las constantes ausencias de Arredondo de la entidad, ha usado a sus aliados de la prensa para criticarlo. Pero su molestia a la falta de dedicación del colaborador no se la hace en forma personal. Dicen… que por miedo a que “don Víctor se queje con su padrino Miguel Alemán Velasco”.
Por la influencia de Alemán sobre Fidel, el titular del sector educativo en Veracruz se consideraba un hombre poderoso, tanto que siempre ufanaba ser el precandidato natural del PRI en el 2010 para la gubernatura. Al no cuajarle la jugada buscó ser candidato a diputado federal, y al parecer como también le dijeron que no, ahora está encaprichado en retomar la rectoría de la UV a partir del 1 de septiembre de 2009 y hasta el 30 de agosto de 2013.
En los corrillos de palacio de gobierno dan como un hecho el regreso de Arredondo a la rectoría de la UV.
Aún cuando la designación la hacen de facto los 9 integrantes de la Junta de Gobierno de la casa Universitaria, falta saber por quién se inclinará Fidel, que a final de cuentas será quien decida si Lobillo se va o se queda por otros cuatro años.
El 11 de diciembre de 2004, recién estrenado como gobernador del estado, al atestiguar el juramento de Raúl Arias como sucesor de Arredondo, Fidel calificó a Lobillo como “maestro acreditado y respetado, de gran prestigio, trayectoria ejemplar y de gran honestidad”, al que su gobierno daría todo su respaldo financiero.
Fiel a su estilo de fingir demencia, dudo que Fidel recuerde hoy las dulces y enternecedoras palabras dedicadas a Lobillo, por más que éste se desvive en inventarle entrega de reconocimientos como si fuera Arturo el negro Durazo, o al menos que le vea algún parecido con aquel personaje criminal, bien en el color de piel o en las actividades de mafioso que le achacan en Los Pinos.
Engañado terminará el Lobillo de la UV si sueña que Fidel inclinará la balanza a su favor entre los integrantes de la Junta de Gobierno.
Una vez más el gobernador de Veracruz refrendará que él no tiene amigos, sólo intereses.
¿O usted qué opina?
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