Contaminado el escenario preelectoral en México.
A escasos de 30 días de que arranque en forma oficial el proceso de las elecciones intermedias 2009, el panorama político en México es belicoso y se torna amenazante para la paz y seguridad nacionales.
El asunto de la inseguridad pública que prevalece en diversas entidades del país, mantiene las aguas revueltas y agitadas, y está siendo usado como pretexto por los principales partidos políticos para enrarecer el ambiente de la selección de candidatos a diputados federales.
Acusaciones y señalamientos de nexos con el narcotráfico y las bandas criminales, se han convertido en el blanco de los actores políticos del país para descalificar y golpear a los adversarios, como parte de estrategias propagandísticas mediáticas que lleguen al corazón del grueso del electorado mexicano.
De pronto, los demonios se sueltan en este país para exhibir a la cosa nostra agazapada en el poder público y en las instituciones políticas, y que décadas enteras ha permanecida cubierta con el manto de la impunidad, y protegida bajo la sombra de la complicidad.
Que a los políticos mexicanos y funcionaros se les relacione con bandas del narcotráfico y del crimen organizado, no es ninguna novedad a lo largo y ancho de la geografía nacional.
Desde una ranchería, hasta en las ciudades urbanizadas, o en los paraísos turísticos del país, la llegada del narcotráfico representa secretos a voces que se escuchan todos los días; para la gente es la comidilla del día.
Y ese cáncer social que ha corrompido e infectado en México a políticos, policías y militares, es hoy el estandarte de lucha, valor y honestidad del Partido Acción Nacional, para inculpar, sin pruebas presentadas, a candidatos del PRI y PRD.
El 23 de febrero pasado la Policía Federal Preventiva detuvo a Mario Moreno Conrado, alcalde con licencia del municipio de Ixtapaluca, estado de México y candidato del PRD a diputado federal por el distrito electoral 12. La Procuraduría General de la República lo arraigó durante 40 días al señalarlo como presunto protector de la banda delictiva “Los Tenientes”.
Al “no encontrarlo responsable”, con el clásico “usted dispense” anoche Moreno Conrado fue puesto en libertad por la PGR.
En días pasados el dirigente nacional del PAN Germán Martínez, aseguró que el exalcalde de ciudad Juárez, Chihuahua, Héctor Murguía, virtual candidato del PRI a diputado federal por aquella demarcación electoral, “tiene vínculos con el narcotráfico”; el panista prometió que presentaría la denuncia correspondiente, pero aún no la interpone ante la instancia correspondiente.
Los dos casos arriba mencionados, son apenas el inicio de la tormenta de acusaciones y también de detenciones y arraigos que se avecinan, como plan emergente del PAN para intentar tumbar al PRI de las preferencias electorales rumbo al proceso federal del 5 de julio.
Representa el contagio preelectoral; es crear la psicosis del miedo, que incluso ya están sufriendo muchos candidatos de partidos opositores al PAN al recibir llamadas anónimas, en las que son amenazados de muerte, o que serán “levantados” o aprehendidos por la SIEDO por estar involucrados en actividades ilícitas.
El Partido blanquiazul, al parecer, apuesta su futuro político al montaje de la escenografía del miedo, la zozobra y el terrorismo policiaco.
Informes en nuestro poder anuncian cacerías de brujas en las ocho entidades que, según investigaciones de inteligencia militar, los gobernadores priístas tienen nexos con el narcotráfico al brindarles protección a sus operaciones delictivas.
Desde luego que dentro de las ocho, se encuentra Veracruz, gobernada por el inquieto Fidel Herrera Beltrán, considerada como la plaza número uno en importancia para los capos de las drogas y los jefes del crimen organizado.
Pero los panistas no saldrán librados tan fácilmente de la guerra sucia que ellos mismos iniciaron al empezar a descongelar los expedientes secretos X que mantuvo archivados el exzar antidrogas del gobierno calderonista, Noé Ramírez Mandujano, el presunto cómplice y gran protector de los mandatarios estatales coludidos con los cárteles de las drogas.
Muchos connotados personajes miembros del partido azul también tienen colas largas que pisarle, y varios de éstos, con extenso historial delictivo y averiguaciones previas pendientes, serán candidatos a diputados federales. Los del tricolor sólo esperan su nominación oficial para írseles encima.
Como se observa, la disputa por el 5 de julio, está signada a ser marco de ajuste de cuentas entre PAN, PRI y PRD. La sangre podría llegar al río.
La guillotina ya fue puesta
¿O usted qué opina?
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