jueves, 15 de octubre de 2009
Las millonarias alcaldías, en la mira de Fidel..
Muy por aparte de la crisis interna que enfrentará el PRI estatal por el dedazo y la imposición de Javier Duarte, para Fidel Herrera el asunto de la candidatura de su partido al gobierno de Veracruz parece ser caso cerrado.
Como aquí lo escribí en forma anticipada, así se opongan Yunes Landa, Adolfo Mota, Pepe Yunes y Ranulfo Márquez, en diciembre próximo el diputado federal Duarte y Ochoa será ungido como la esperanza de la Fidelidad en las elecciones del primer domingo de julio de 2010.
Lo que ahora preocupa al gobernador Herrera, son los nombres de los futuros candidatos a presidentes municipales de las principales ciudades, en las que tiene intereses primordiales por el surtido rico de negocios en los que incursiona.
El pasaje turístico-portuario de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, representa la madre de los grandes proyectos comerciales del mandatario veracruzano. Tanto tiene inversiones millonarias en la empresa sin chimeneas, como también en las principales graneleras que operan en la zona marítima del puerto jarocho.
Por lo tanto, el control político de los municipios de Veracruz y Boca del Río para los siguientes años, es estratégico para el gobernador Fidel Herrera.
Sin el poder y control de su cuñado incómodo Abelardo Coello, el actual alcalde Jon Rementería ha resultado un verdadero pelele que Fidel controla, maneja y hace como él quiere. De tal grado es la sumisión del gastroenterólogo que, se presume, el 50 por ciento del monto total de las participaciones federales que cada mes recibe el ayuntamiento de Veracruz, no llegan a las arcas del municipio porque Fidel se queda con dichos recursos.
Por ello, el cuatro veces histórico puerto de Veracruz, luce abandonado y desierto; el 90 por ciento de las obras iniciadas con capital exclusivo de la comuna, permanecen inconclusas desde hace más de seis meses; y no hay para cuando terminarlas porque la administración del ex secretario de Salud del gobierno Fidelista, no tiene dinero.
Incluso, el préstamo de 200 millones de pesos que el municipio de Veracruz pedirá a BANOBRAS, es a sugerencia del propio gobernador Fidel Herrera, y no serán para concluir los trabajos abandonados, sino que los guardarán y tendrán listos para usarlos en la campaña municipal del 2010.
Aunado a conservar la gubernatura con Javier Duarte, ganar Veracruz y Boca del Río, representa asunto medular en las obsesiones de Fidel; asegurar tres años (2010-2013) detrás del poder en esos dos municipios conurbados, le roba el sueño al político de Nopaltepec, en virtud que están considerados como sus principales fuentes de financiamiento en su loca carrera por siquiera arañar la inalcanzable candidatura del PRI para el 2012.
Y en base a ese proyecto ambicioso de seguir posesionado del municipio jarocho y arrebatarle a los Yunes su feudo en Boca del Río, Herrera Beltrán alista sus cartas para ambos ayuntamientos.
Es decir, cuenta con su lista de amigos preferidos para seguir haciendo los grandes negocios al amparo del poder.
Para el puerto de Veracruz las cartas fuertes de Fidel son sus amigos Félíx Castellanos Rábago, presidente de la Unión Ganadera de la Zona Centro; Enrique Cházaro Mabarak, empresario gasero y Presidente de la Comisión de Presupuesto y Fiscalización del Consejo Político del CDE del PRI, y el industrial Anselmo Estandía, operador Fidelista para que el truculento y nefasto ex presidente Carlos Salinas de Gortari aceptara venir a Veracruz a lisonjear al gobernador Herrera.
Los tres, representan la trinca diabólica de la que Fidel quiere sacar al próximo candidato a presidente municipal de Veracruz; aquellos que incluyen a la diputada federal Carolina Gudiño, se equivocan; la nueva amiga íntima de la generala Beatriz Paredes Rángel, es parte de otro proyecto político del gobernador para el 2012.
Los tres, Félix, Enrique y Anselmo, aún cuando Fidel los defiende y encarta como “personas honorable”, tienen sus historias secretas que, sin lugar a equivocarme, sólo aquí en este espacio sacaremos a la opinión pública justo en el momento indicado, ni antes ni después.
Por Boca del Río, la carta fuerte de Fidel se llama Salvador Manzur, actual diputado federal y uno de sus ex jefes de carga de los portafolios repletos del dinero que el entonces legislador Herrera Beltrán, mandaba recolectar a los ingenios azucareros y diversas organizaciones sindicales, “para cumplir con sus gestiones en San Lázaro”.
Como ganó la elección del 5 de julio, Fidel sueña con que Manzur arrebate la alcaldía a los Yunes.
Pero…está en chino.
Si viniendo Miguel Ángel Yunes Linares como candidato del PAN, la gubernatura podría escapársele a los Fidelistas, Boca del Río, cuna del yunismo, sería PRI comido.
¿O usted qué opina?
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