JAVIER DUARTE…NO CRECE

Ni siquiera sus días de vacaciones por los Emiratos Árabes, lograron arrancarle la amargura que viene cargando el gobernador de Veracruz.
Y no es para menos…
El joven gobernante del estado voló al continente asiático informado que su “delfín” para el 2010 Javier Duarte, no “levanta; no crece; que en vez de estar realizando una precampaña de arrastre ciudadano, pareciera haberse encartonado”.
Todos los informes políticos recopilados por la extensa red de policías chinos al servicio del gobierno estatal que Fidel recibió antes de partir a su viaje de placer por Asia, coincidieron en señalar que “las expectativas políticas sobre el diputado Duarte de Ochoa, vienen de más a menos; que pese a contar con todo el aparato oficial a sus ordenes, el más fiel de los Fidelista avanza como los cangrejos en su loca carrera por la gubernatura”.
Y en cambio, esos mismos informantes y orejas de la Secretaría de Seguridad Pública, de la Secretaría y Subsecretaría de Gobierno, detallan en sus notas que “el rebelde Héctor Yunes Landa va agigantándose en el consentimiento popular”.
Recibir esa clase de información, es motivo de preocupación para el mandatario estatal, principalmente porque se pone en riesgo su proyecto transexenal en el gobierno de Veracruz, si finalmente insistiera en sacar adelante su original plan A, platicado, discutido y consensado al calor del seno familiar. Porque debe reconocerse que la precandidatura del cordobés fue hecha viendo a Duarte con el corazón.
Y lanzar a la palestra al legislador federal como experimento para poder medirle el agua a los tamales, no está resultando agradable experimento…
Según los propios testimonios oficiales de quienes oyen, ven y escuchan el quehacer político-social del estado, los números de aceptación ciudadana no son favorables a Javier Duarte como aspirante del PRI al gobierno de Veracruz el próximo año.
A los eventos que realiza en su recorrido por la entidad disfrazando su precampaña con asuntos relativos a su investidura legislativa, Duarte sólo se ve acompañado de los acarreados que le juntan los empleados de Jorge Carvallo en los Comités Municipales del PRI.
Y por cierto, el único que comete la osadía de engañar al gobernador Fidel Herrera apuntalando a Javier para el 2010 como el mayor posesionado entre los propios priístas y hasta de los partidos opositores, es precisamente el indio Tizoc.
Sin embargo, pese a los chismes y encuestas manejadas y manipuladas por el presunto indiciado por la PGR-SIEDO que despacha en el PRI estatal, el tío Fide se mantiene al tanto del peregrinar de su protegido Duarte.
Y en efecto, Fidel sabe cuál es la realidad política que envuelve a su fiel ex secretario de Finanzas.
Por ello, en días pasados en plática privada con sus principales colaboradores y hombres de confianza, el mandatario estatal reconoció que su “candidato” se encuentra estancado y con riesgo de desinflarse por completo al paso de las semanas-meses; lo que representa una situación de emergencia, que demanda la actuación experimentada y zorruna del propio Herrera Beltrán.
A Fidel le es difícil digerir que Yunes Landa o la “gata mansa”, como él y otros miembros de su gabinete suelen llamar al diputado local oriundo de Soledad de Doblado, vaya arriba en las preferencias, según lo marcan las encuestas y sondeos públicos, a excepción de las que paga Carvallo para arrastrársele a Fidel y a Duarte.
Y otros datos de los informes que recibe, que llaman la atención y terminan encabronando a Fidel, señalan que “toda la burocracia estatal, incluidos algunos secretarios de despacho, subsecretarios, directores y subdirectores de la propia administración Fidelista, apoya y se dicen dispuestos a jugársela con Héctor Yunes Landa, alias la “gata mansa” para ellos.
¿Qué hacer con la gata que a éstas alturas ya no aparenta ser tan mansa, es la incógnita del gobernador Fidel Herrera, ante los devastadores reportes que repiten la misma historia…”Duarte no crece”.
Veremos qué rostro de simulación muestra este lunes mi amigo Fidel en el acto del C-4 en el patio de palacio de gobierno.
¿O usted qué opina?