FALSOS REDENTORES EN LA PROCURADURÍA DE JUSTICIA

Barrieron en la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Pero no…la basura.
Con bombo y platillo Salvador Mikel Rivera ordenó la elaboración del boletín oficial anunciando el cese fulminante de 43 funcionarios de la Procuraduría.
Once Ministerios Públicos Investigadores; 13 oficiales secretarios; 8 policías ministeriales y 8 peritos, fueron corridos en forma vergonzante por la fiscalía estatal.
La PGJ los señala de corruptos, de drogadictos y de no aprobar esos famosos exámenes evaluación y confiabilidad, dizque como lo ordena el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad.
La determinación del gobierno del estado, a través de Salvador Mikel, de “limpiar la Procuraduría”, es otro cuento de simulación de Fidel Herrera Beltrán.
El gobernador Herrera pretende engañar a todos “curándose en salud”, ante los estruendosos tambores de guerra que después de su incursión en el estado de Hidalgo, se escuchan cada vez más cercanos a Veracruz.
Concluir y determinar que las mafias que operan en Veracruz reciben la protección de altos funcionarios de la Fidelidad y de los grupos policíacos de la entidad, es el resultado de exhaustivas investigaciones de los cuerpos de inteligencia federales.
Y como medida desesperada, el joven mandatario veracruzano “ordena al procurador Mikel agarre la escoba y barra en su dependencia”.
Pero Fidel nunca le especificó a Salvador qué tipo de basura deseaba que barriera.
Porque si usted amable lector no lo sabe, la PGJ se encuentra convertida en un asqueroso cochinero.
Entre todos los servidores públicos de la Procuraduría, hay de chile, de mole y de manteca.
Desde el más alto funcionario administrativo que se enriquece con el presupuesto asignado a su área, los Ministerios Públicos Investigadores convertidos en mercenarios de la procuración de justicia, y los comandantes y agentes ministeriales vendiendo protección a los carteles del crimen organizado, poniéndolos sobre aviso de las órdenes de aprehensión que los jueces liberar en contra de sus integrantes.
Por lo tanto, el despido de 43 integrantes de la Procuraduría estatal por presuntos delitos que la propia autoridad esconde, es una farsa más de Fidel Herrera.
Y si ahora también el gobernador vuelve a decirle a la bola de aduladores que siempre lo acompañan que “en la gazeta.org estamos locos por denunciar y escribir la verdad”, le preguntamos…
¿Porqué en la sacudida al árbol no rodaron las cabezas de prominentes funcionarios de la PGJ que él mismo encumbró para que estén saqueando la institución? Por ejemplo el oficial mayor Manuel de León Maza, quien a corto plazo ha acumulado ya insultante riqueza.
¿Porqué no cesaron a subprocuradores regionales; agentes del MP; coordinadores, comandantes y agentes ministeriales, cuyo maridaje con las bandas criminales están comprobadas?
¿Acaso quieren nombres?
Lo ofendible para el pueblo de Veracruz es que esos corruptos al servicio de las mafias, resultan ser funcionarios pulcros, limpios, y casi santos, por el simple hecho de ser parte de la extensa cadena de pudrición al interior del gobierno estatal.
El argumento jurídico para cesar a los 43 servidores públicos de la Procuraduría, fue que no aprobaron los exámenes de confiabilidad, pero da la causalidad que al 90 por ciento de los despedidos, nunca les aplicaron dichas evaluaciones.
Simple y llanamente a muchos de éstos los mandaron a la calle por no prestarse al juego del tráfico del poder para proteger a los socios y amigos de aventuras delictivas.
Vuelvo a preguntarle a mi amigo el gobernador…
¿Esa era la obsesión por sentar a Mikel en la Procuraduría, para que cubriera con el manto de la impunidad todo lo que Emeterio López Márquez se negaba?
¿O usted qué opina?